El siniestro reguero de sangre iraqu¨ª
La violencia sectaria en Irak se hace m¨¢s visible, m¨¢s perversa y m¨¢s horrible cada d¨ªa desde que Estados Unidos dio por terminada la guerra, en mayo de 2003. Un ataque que no caus¨® muertos destap¨® definitivamente el fantasma de la guerra civil. En la madrugada del 22 de febrero de 2006, unos b¨¢rbaros destrozaron la Mezquita Dorada de Samarra. Ese mismo d¨ªa, grupos de exaltados atacaron 27 mezquitas sun¨ªes de Bagdad y asesinaron a tres imanes y cinco fieles de esa confesi¨®n.
La reacci¨®n revel¨® que la gota hab¨ªa colmado el vaso de la sangr¨ªa chi¨ª iniciada tras la guerra con la matanza, el 29 de agosto de 2003, de 83 fieles a las puertas de la mezquita del im¨¢n Al¨ª, en la ciudad santa chi¨ª de Nayaf. Entre los muertos se encontraba Mohamed Baqer Hakim, jefe del Consejo Supremo de la Revoluci¨®n Isl¨¢mica de Irak, y esperanza asesinada de millones de iraqu¨ªes chi¨ªes.
Meses despu¨¦s, el 2 de marzo de 2004, cientos de miles de peregrinos chi¨ªes abarrotaban el centro de la tambi¨¦n ciudad santa de Kerbala, en los alrededores del santuario de Husein, el tercer califa chi¨ª. Era la primera fiesta de la Achura que la mayor¨ªa chi¨ª de Irak iba a celebrar en libertad tras la ca¨ªda del dictador sun¨ª, Sadam Husein. La religiosidad se viv¨ªa tambi¨¦n en Bagdad, en torno al recinto sagrado de la mezquita de Kadumiya. Fue entonces cuando una serie de explosiones sincronizadas en ambos lugares acabaron con la vida de 182 fieles e hirieron a m¨¢s de 500.
Pero en aquellos primeros tiempos de desorden hubo ataques para todos. La capital del Kurdist¨¢n iraqu¨ª, Erbil, sufri¨® el 1 de febrero de 2004 un doble atentado suicida contra las sedes del Partido del Kurdist¨¢n Democr¨¢tico y de la Uni¨®n Patri¨®tica del Kurdist¨¢n, en donde murieron 105 personas.
Al Qaeda
Conforme la situaci¨®n de Irak se deterioraba, crec¨ªa la presencia de Al Qaeda, que dio oficialmente la cara el 28 de febrero de 2005, cuando la banda de matones de Al Zarqaui reivindic¨® el atentado contra los edificios gubernamentales de la ciudad de Hila, al sur de Bagdad. Al menos 118 personas perdieron la vida.
A partir de ese momento, se multiplicaron por todo el pa¨ªs los ataques contra los centros de reclutamiento de soldados y polic¨ªas, as¨ª como contra las bases que albergaban tropas estadounidenses, especialmente en la regi¨®n del llamado tri¨¢ngulo sun¨ª, cuyos v¨¦rtices son Tikrit -el feudo de Sadam-, Bagdad y Ramadi. Desde entonces ha habido al menos una decena de atentados de alrededor de un centenar de muertos, cuyo objetivo era claramente echar a los norteamericanos de Irak y evitar que bajo su mandato ning¨²n iraqu¨ª se pusiera el uniforme.
A estas muertes se ha unido la espeluznante violencia que ha estallado en este a?o con una virulencia extrema y que amenaza con hundir el pa¨ªs en la guerra civil. El atentado de ayer es su reflejo m¨¢s atroz.
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