Enfrentamientos religiosos en las calles de Beirut

Los temores comienzan a revelarse fundados en L¨ªbano y la bronca entre el Gobierno y la oposici¨®n prosiria desciende paulatinamente a las calles. Horas despu¨¦s de que Pierre Gemayel, el dirigente de las Falanges Libanesas asesinado el martes, fuera enterrado el jueves, varios enfrentamientos sectarios, por el momento sin armas, brotaron en distintos barrios de Beirut.

Partidarios de las Fuerzas del 14 de Marzo -agrupaci¨®n de los partidos antisirios- marchaban por un distrito de la capital coreando consignas e insultos contra los l¨ªderes de Hezbol¨¢ y Amal, los partidos chi¨ªes proclives a Damasco, cuando fueron apedreados; en otro barrio en pleno centro de la ciudad, tomada por la polic¨ªa y el Ej¨¦rcito, sun¨ªes y chi¨ªes se zurraron con un resultado de varias personas heridas; leales a Hezbol¨¢ cortaron la carretera al aeropuerto y fueron interceptados por soldados -que hacen guardia en cada esquina- cuando marchaban hacia un barrio cristiano. Miembros de las Falanges cristianas ya intentaron la misma noche del asesinato asaltar la casa del general maronita Michel Aoun, al que reprochan su alianza coyuntural con Hezbol¨¢.

Mientras los partidos del Gobierno afirman que el r¨¦gimen sirio ha organizado los cinco cr¨ªmenes que mantienen en vilo a los libaneses, Damasco lo niega tajantemente. No falta alg¨²n diplom¨¢tico occidental que alberga dudas sobre la autor¨ªa de alguno de los asesinatos. Concretamente, en el caso de Gemayel, sus sospechas se dirigen m¨¢s a Israel, con el argumento de que el t¨ªmido acercamiento a Damasco de EE UU y el Reino Unido, para recabar su ayuda en el avispero de Irak, no puede ser del agrado de Tel Aviv. Tampoco escasean quienes piensan que la muerte del pol¨ªtico maronita obedece a los intereses de las Fuerzas Libanesas, otro partido cristiano dirigido por el antiguo se?or de la guerra Samir Geagea, o a pugnas dentro de la propia familia Gemayel. Pero en L¨ªbano ning¨²n magnicidio ha sido nunca resuelto con nitidez. De ah¨ª que el Gobierno desee la constituci¨®n sin demora del tribunal internacional impulsado por Naciones Unidas para juzgar el asesinato de Rafik Hariri, en febrero de 2005, y el de Gemayel, entre otros. Hezbol¨¢ y Siria rechazan el tribunal.

La situaci¨®n es explosiva y los l¨ªderes pol¨ªticos son incapaces de ponerle freno, cuando adem¨¢s los acontecimientos se suceden a velocidad de v¨¦rtigo. El Ejecutivo de Fuad Siniora tiene previsto reunirse hoy para aprobar el estatuto del tribunal internacional.