El caluroso oto?o que vive Catalu?a retrasar¨¢ la apertura de las pistas de esqu¨ª
Este a?o se registran las temperaturas m¨ªnimas m¨¢s elevadas de los ¨²ltimos 10 a?os
Las luces de Navidad ya iluminan las calles y Catalu?a sigue vistiendo de manga corta. El inusual buen tiempo puede afectar la apertura de las pistas de esqu¨ª catalanas, fijada para el s¨¢bado 2 de diciembre: seg¨²n las previsiones meteorol¨®gicas, no comenzar¨¢ a nevar por debajo de los 2.400 metros hasta el jueves o viernes de la pr¨®xima semana. Las tiendas de ropa tampoco har¨¢n caja, al ser innecesarias, por ahora, las prendas de abrigo. Es el mes de noviembre de los ¨²ltimos 10 a?os con las temperaturas m¨ªnimas m¨¢s altas, seg¨²n el Servicio Meteorol¨®gico de Catalu?a (SMC).
Los esquiadores deber¨¢n tener paciencia. El anticicl¨®n que est¨¢ previsto que reine durante buena parte de la pr¨®xima semana y el fen¨®meno de la inversi¨®n t¨¦rmica impedir¨ªan la producci¨®n de nieve artificial. La estaci¨®n de Masella ya ha decidido retrasar el inicio de la temporada hasta el pr¨®ximo martes 5 de diciembre, seg¨²n Europa Press. Baqueira Beret mantiene la apertura para el d¨ªa 2 si lo permiten las condiciones meteorol¨®gicas.
En Catalu?a, las temperaturas est¨¢n 10 grados por encima de lo habitual y, adem¨¢s, el viernes por la noche no hel¨® en ning¨²n punto, algo inusual para la ¨¦poca del a?o. Zonas costeras y de media monta?a han registrado las temperaturas m¨ªnimas m¨¢s altas de los ¨²ltimos 10 a?os para el mes de noviembre, afirma Marc Prohom, t¨¦cnico del ¨¢rea de Climatolog¨ªa del SMC. El primer d¨ªa del mes, en Olot (Garrotxa) se registraron 13,3 grados cent¨ªgrados, la m¨ªnima m¨¢s alta desde 1999; el d¨ªa 22 fue L'Aldea (Baix Ebre) la que rompi¨® su r¨¦cord de m¨ªnimas altas, con 16,9 grados, seis d¨¦cimas m¨¢s que en 2002.
No es el cambio clim¨¢tico
Los expertos no creen que esta situaci¨®n meteorol¨®gica en Catalu?a sea producto del cambio clim¨¢tico, sino que se enmarca en la variabilidad clim¨¢tica t¨ªpica de estas latitudes, asegura Jer¨®nimo Lorente, catedr¨¢tico de F¨ªsica de la Atm¨®sfera de la Universidad de Barcelona (UB). Sin embargo, es un fen¨®meno que se a?ade al medio grado que ha aumentado la temperatura media en Catalu?a en los ¨²ltimos 20 a?os. "Aunque parezca poco, es importante", asegura Javier Mart¨ªn-Vide, catedr¨¢tico de Geograf¨ªa F¨ªsica de la UB.
"Oto?os c¨¢lidos o muy fr¨ªos no son extra?os en nuestro clima", dice Lorente. "El temporal de mediados de noviembre de 2001 fue uno de los m¨¢s duros de las ¨²ltimas d¨¦cadas, con precipitaciones muy intensas y temperaturas anormalmente bajas en el ¨¢rea mediterr¨¢nea. Dos a?os antes, el 21 de noviembre de 1999, se registr¨® una entrada de aire polar en Catalu?a, que produjo una inusual nevada en la ciudad de Barcelona".
El buen tiempo actual se corresponde con un flujo de vientos del Suroeste en la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, originado por una profunda y extens¨ªsima depresi¨®n centrada al oeste de Galicia. La persistencia de estos vientos atl¨¢nticos (¨¢bregos o llovedores, t¨ªpicos del oto?o peninsular) est¨¢ determinando lluvias extraordinarias en la mitad oeste de Espa?a. A ello se a?aden los vientos del Sur con depresiones cercanas al Golfo de C¨¢diz, que produjeron lluvias muy intensas en Andaluc¨ªa.
Ello explica la actual suavidad t¨¦rmica y la ausencia de lluvias en Catalu?a durante las ¨²ltimas semanas. Los vientos de Poniente o Suroeste llegan muy resecos. No es at¨ªpico que mientras que los vientos ¨¢bregos llevan lluvias por encima de lo habitual en Portugal, Galicia, Castilla-La Mancha o Extremadura, las regiones mediterr¨¢neas sufran la falta de lluvias oto?ales. La suavidad t¨¦rmica en estas zonas viene, adem¨¢s, acentuada por el denominado efecto Foehn: cuando soplan vientos del Oeste que producen precipitaciones en la mitad occidental del pa¨ªs, el aire se calienta por la incorporaci¨®n del calor que desprende la condensaci¨®n del vapor de agua y llega recalentado y m¨¢s seco de lo normal a la zona mediterr¨¢nea.
"Lo curioso es la persistencia de esta configuraci¨®n durante muchas semanas, con depresiones que no atraviesan la Pen¨ªnsula camino del Mediterr¨¢neo dejando a su paso una estela de vientos de componente Norte", a?ade Lorente. Seg¨²n los modelos de predicci¨®n meteorol¨®gica del SMC, la situaci¨®n tender¨¢ a remitir la semana pr¨®xima. Las temperaturas m¨ªnimas descender¨¢n paulatinamente en toda Catalu?a, aproxim¨¢ndose a los valores t¨ªpicos de la ¨¦poca. Las m¨¢ximas en el interior pueden alcanzar los 10 u 11 grados; en la costa se situar¨¢n entre 13 y 14 grados, y en la monta?a, entre 7 y 8 grados.
"Si prosigue la falta de lluvias, t¨ªpicas de octubre, y de nieve, podr¨ªamos tener una situaci¨®n de estr¨¦s h¨ªdrico (falta de agua) en el verano de 2007", asegura Josep Antoni Plana Castellv¨ª, del departamento de Geograf¨ªa F¨ªsica y An¨¢lisis Geogr¨¢fico Regional de la UB. "Es una situaci¨®n repetitiva que se ve con cierta preocupaci¨®n", dice.
Un trastorno para el campo
Como ha sucedido en otras ocasiones, la suavidad del presente oto?o altera el ciclo de crecimiento de las plantas. De prolongarse m¨¢s, podr¨ªa repercutir en la agricultura, ya que los vientos secos tambi¨¦n est¨¢n produciendo una sequedad extra del terreno, se?ala Jer¨®nimo Lorente, de la UB.
El fr¨ªo ayuda a eliminar las plagas y, cuando llega, los cultivos entran en estado vegetativo. Para que florezcan adecuadamente, los ¨¢rboles frutales han de acumular un m¨ªnimo de horas de fr¨ªo: un almendro necesita estar a temperaturas por debajo de los cinco grados durante 400 horas; un manzano o peral, m¨¢s de 700 horas, explica Albert Falip, de la Comisi¨®n Permanente de la Uni¨® de Pagesos.
Si las temperaturas bajas se retrasan, la planta empieza a acumular las horas de fr¨ªo y a florecer m¨¢s tarde y mal, lo que las dejar¨¢ m¨¢s expuestas a las plagas. Este mes de noviembre tan c¨¢lido, las plantas contin¨²an activas, con las hojas, y cuando llegue el fr¨ªo pasar¨¢n a hibernar. "Lo m¨¢s peligroso ser¨ªa que ahora llegara un descenso en picado de las temperaturas, porque algunos cultivos no tendr¨ªan tiempo de adaptarse".
Tambi¨¦n se est¨¢ produciendo un menor n¨²mero de heladas. Pero con esta situaci¨®n, si aparecen, pueden da?ar m¨¢s a la planta, afirma Josep Pe?uelas, investigador del ¨¢rea de Ecofisiolog¨ªa del Centro de Investigaci¨®n Ecol¨®gica y Aplicaciones Forestales (CREAF-CSIC).
Un buen indicador clim¨¢tico es la ca¨ªda de las hojas de los ¨¢rboles. A diferencia de lo que suced¨ªa hace 40 a?os, en los ¨²ltimos tiempos las hojas de los ¨¢rboles caducifolios brotan entre dos y tres semanas antes en la primavera y caen en oto?o una semana m¨¢s tarde de promedio. Es un fen¨®meno global que "tiene una importancia m¨¢s que est¨¦tica, ya que los ¨¢rboles fijan durante m¨¢s tiempo el CO2 que existe en la atm¨®sfera", a?ade Pe?uelas. Pero no es suficiente para frenar las crecientes emisiones de CO2.
Al menos, la bonanza clim¨¢tica permite a las granjas de pollos y de cerdos de crianza un generoso ahorro en calefacci¨®n, destaca Falip.
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