Ilustre apellido
En el centenario de su nacimiento, el Palau de les Arts program¨® un monogr¨¢fico sobre Shostak¨®vich, dirigido por su hijo, M¨¢xim, quien hizo honor a su apellido con una apabullante interpretaci¨®n de la Quinta Sinfon¨ªa. Antes se escuch¨® una recortada versi¨®n de la m¨²sica incidental para Hamlet, y el estimulante concierto para piano, trompeta y orquesta de cuerdas. El primer instrumento, a cargo de otro apellido famoso: Ignat, hijo de Alexander Solzhenitsin, y la trompeta se le encomend¨® al solista de la Orquesta, Tam¨¢s D¨¢vida. Ambos hicieron muy bien su parte, mientras que la batuta ya daba muestras del poder comunicativo y la eficacia de su gestualidad, salpimentada a veces con un punto de histrionismo eslavo.
M¨¢xim Shostak¨®vich
Orquesta de la Comunidad Valenciana. Solitas: Tam¨¢s D¨¢vida (trompeta) e Ignat Solzhenitsin (piano). Obras de Dmitri Shostak¨®vich. Palau de les Arts. Valencia, 25 de noviembre de 2006
La Quinta Sinfon¨ªa lleg¨® mucho m¨¢s lejos. Si genial fue el padre al componerla, el hijo no estuvo a la zaga. M¨¢xim ha bebido en las fuentes m¨¢s aut¨¦nticas de esa m¨²sica y transmite con una energ¨ªa endemoniada su gran carga emocional. La casualidad -o descoordinaci¨®n- ha querido que, hace s¨®lo doce d¨ªas, se escuchara en el Palau de la M¨²sica la misma obra, interpretada por Kazushi Ono y la Orquesta del Teatro de la Moneda. Las comparaciones son inevitables. M¨¢xime en una partitura donde siempre salen a relucir las presiones previas de Stalin sobre Shostak¨®vich. Pero, curiosamente, su hijo -que abomina del r¨¦gimen sovi¨¦tico y habla muy bien de la Rusia actual- la dirigi¨® de forma mucho menos angustiada que Ono. Dio una jovialidad de perfume folkl¨®rico al Allegretto, y un tono muy triunfal al ¨²ltimo movimiento. Justo lo que quer¨ªa Stalin: cultivo del acervo popular y finales exultantes. Quiz¨¢s entonces su padre tambi¨¦n lo quer¨ªa. O lo necesitaba. En cualquier caso, M¨¢xim logr¨® una versi¨®n coherente y apasionada, llegando a cimas alt¨ªsimas de lirismo en el Largo (excelentes las maderas y arpas), y seduciendo a la joven orquesta para que le siguiera, a tumba abierta, en la tensa ascensi¨®n al cl¨ªmax del Allegro final. Es una visi¨®n posible y muy hermosa. Ilustre apellido, el de los Shostak¨®vich. No tanto en el de su valent¨ªa para denunciar las miserias pol¨ªticas y culturales de su pa¨ªs. Ni antes, ni ahora.
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