Arropar al inhabilitado

El presidente balear, Jaume Matas, reaccion¨® ayer con rapidez ante la detenci¨®n del alcalde de Andratx, Eugenio Hidalgo, y del director de Ordenamiento Territorial del gobierno auton¨®mico, Jaume Massot, por supuestos delitos urban¨ªsticos. Al primero, que anunci¨® su dimisi¨®n como alcalde y concejal, lo suspendi¨® de militancia del PP; al segundo lo destituy¨®.

Los populares valencianos que dirige Francisco Camps, ajenos al ejemplo de su correligionario balear Jaume Matas, optaron ayer por arropar al alcalde de Vila-real, Manuel Vilanova, condenado en firme por prevaricaci¨®n a ocho a?os de inhabilitaci¨®n para cargo p¨²blico.

?Qu¨¦ explica la diferente actitud de unos y otros? Para la c¨²pula del PP valenciano la diferencia est¨¢ clara, "a Vilanova no se le acusa de meter la mano en el caj¨®n". Cierto, se le condena por tomar decisiones a sabiendas de que eran injustas. Y adem¨¢s, eso le sucede a un "un bon xic" que no tendr¨ªa rival electoral en el municipio si no fuese por los pleitos alentados por socialistas.

Esa circunstancia -sumada al hecho de que Vilanova no hab¨ªa recibido ayer la sentencia que le inhabilita como cargo p¨²blico, y que el pleno de anoche fue una de sus ¨²ltimas apariciones p¨²blicas- enardecieron ayer a los populares, que decidieron arropar masivamente al alcalde de Vila-real.

Sin embargo, la condena a Vilanova remueve dos elementos m¨¢s en la conciencia de los dirigentes del PP. Primero, pese a la f¨¦rrea resistencia del partido y su tes¨®n por mantener en su puesto a distintos cargos imputados, la justicia se ha cobrado su primera sentencia condenatoria. Segundo, sin el caso Fabra -respaldado por Camps ostensiblemente pese al rosario de imputaciones- otros mun¨ªcipes no se hubiesen atrevido a llegar tan lejos como lo han hecho. Para Vilanova, con fatales consecuencias.