Los sue?os rotos del Athletic
El ansia de protagonismo y la p¨¦rdida de identidad llevan al club a una quiebra institucional
"Cualquier cosita altera el sue?o de la criatura". La frase corresponde a un socio del Athletic que pretende resumir la fragilidad de un equipo "que ya ni exige al rival que le marque goles porque se los marca ¨¦l solito". Una resignaci¨®n que, poco a poco, va apoder¨¢ndose de una afici¨®n que asiste con la misma estupefacci¨®n al deterioro deportivo del conjunto y al declive de su identidad como club. Una entidad que devora entrenadores y presidentes con una voracidad desconocida hasta ahora. En sus 109 a?os de historia, el Athletic ha tenido 47 t¨¦cnicos, pero 13 de ellos se aglutinan en los ¨²ltimos 20 a?os. M¨¢s a¨²n: en las dos ¨²ltimas temporadas ya son cuatro los que se han sentado en el banquillo. Y la historia contin¨²a desde que, en 1947, el Athletic despidi¨® por primera vez a uno, Juan Urquizu.
"Los intereses personales han destrozado la filosof¨ªa global", dice Clemente
"La apetencia por el cargo de presidente ha conllevado en los ¨²ltimos tiempos unas elecciones desproporcionadas para un club de futbol, unos gastos tremendos y una captaci¨®n de recursos humanos desaforada", afirma Jos¨¦ Juli¨¢n Lertxundi, el presidente entre 1990 y 1994.
La er¨®tica del sill¨®n parece un lugar com¨²n en los an¨¢lisis m¨¢s inmediatos de la situaci¨®n. Javier Clemente, el t¨¦cnico que m¨¢s partidos ha dirigido al Athletic (289), tambi¨¦n piensa que "hace falta m¨¢s trabajo y menos protagonismo": "Hay que dejar la corbata y el pa?uelo para darse el pote paseando por la Gran V¨ªa y pensar s¨®lo en el f¨²tbol. Los intereses personales han condicionado el club y destrozado su filosof¨ªa global. Ahora se necesita recuperar la identidad perdida".
La quiebra institucional es manifiesta. Los dos ¨²ltimos presidentes, Ignacio Ugartetxe y Fernando Lamikiz, no han podido concluir su mandato. Pero, adem¨¢s, en los ¨²ltimos decenios, Lezama, supuestamente la joya de la corona, ha tenido hasta siete directores. Cada elecci¨®n ha supuesto un cambio en la direcci¨®n del futbol base. Pero, m¨¢s que por la aportaci¨®n de nuevas ideas, por el af¨¢n de poner nuevos nombres en las planchas electorales. Cada cambio de entrenador ha supuesto, a su vez, un cambio de preparador f¨ªsico, de segundo entrenador e incluso de fisioterapeuta, cada cual con su librillo en un asunto tan fundamental como la preparaci¨®n f¨ªsica y la recuperaci¨®n de los futbolistas lesionados. S¨®lo el m¨¦dico, Sabino Padilla, contratado por Jos¨¦ Mar¨ªa Arrate (1994-2001) permanece en el cargo desde entonces. Es lo que Lertxundi define como "clientelismo a futuro para el reparto de puestos de trabajo comprometidos por los procesos electorales" o lo que Clemente resume como "p¨¦rdida de rumbo" del club "que exige un estudio en profundidad y menos filosof¨ªa barata para volver a ser lo que siempre se ha sido".
El Athletic ha convivido con buenas y malas plantillas, con buenas y malas clasificaciones, pero, seg¨²n Clemente, "nunca con problemas como los que se est¨¢n viviendo ¨²ltimamente", que, seg¨²n Lertxundi "est¨¢n llev¨¢ndolo a una situaci¨®n realmente pat¨¦tica".
La inestabilidad es completa. Institucionalmente, la entidad est¨¢ muy tocada. La dimisi¨®n obligada de los dos ¨²ltimos presidentes, las influencias pol¨ªticas manifiestas desde hace d¨¦cadas, las reacciones radicales del p¨²blico, han formado un estado de ¨¢nimo que ahora se acerca bastante a la depresi¨®n. La actual junta directiva -resto de la anterior- tiene fecha de caducidad y el compromiso de convocar elecciones al t¨¦rmino de la temporada. Su fragilidad es m¨¢xima: la dimisi¨®n de dos directivos obligar¨ªa a una convocatoria inmediata de comicios en plena campa?a, con lo cual no se sabe muy bien si manda el colectivo o las amenazas de quienes pudieran dimitir llegado el caso.
Deportivamente, la inestabilidad parece ya una constante. Lezama, casi el ¨²nico mercado actual del Athletic, ha sido vilipendiada en los ¨²ltimos a?os con una sucesi¨®n de decisiones, generalmente carentes de profundidad y muy marcadas por los efectos personales. Cada directiva ha ampliado la n¨®mina de efectivos, por distintos motivos, y generalmente ha dilapidado autom¨¢ticamente la gesti¨®n anterior. Entre los aficionados, Lezama tampoco goza de mucho prestigio a pesar de que ¨²ltimamente ha debutado una treintena de futbolistas con distinta suerte.
"El tema de Lezama, est¨¢ muy complicado", afirma Clemente con prudencia sin ir mucho m¨¢s all¨¢ en sus explicaciones. Lo cierto es que, hist¨®ricamente, Lezama, es decir la cantera, s¨®lo ha recibido mensajes negativos. Los millones de la televisi¨®n han ido destinados a fichajes multitudinarios de muy dudosa rentabilidad. Desde que Arrate negoci¨® el primer contrato, el engorde de las arcas -cuando lo ha habido- se ha gastado mayoritariamente en fichajes de relumbr¨®n.
Pero, econ¨®micamente, el Athletic tambi¨¦n tiene el sue?o fr¨¢gil. El ¨²ltimo contrato con Media Pro firmado por la directiva de Lamikiz ha aliviado el balance inmediato, pero la liquidez del club no es la de anta?o. En junio habr¨¢ elecciones, pero no est¨¢ claro si servir¨¢n para resolver los problemas o para agudizarlos: "Yo les pedir¨ªa a los posibles candidatos que se re¨²nan en una casa de ejercicios, elijan por consenso y, por Dios, que no haya elecciones", exclama Lertxundi.
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