El Consell da los primeros pasos para estabilizar a los Ram¨®n y Cajal

El rector Justo Nieto y los representantes de las cinco universidades p¨²blicas y las dos privadas firmaron el jueves un convenio marco para facilitar la incorporaci¨®n de investigadores al sistema valenciano de ciencia y tecnolog¨ªa. Uno de los objetivos principales del acuerdo consiste, seg¨²n se?al¨® el propio Nieto, en estabilizar "al personal investigador que haya finalizado su periodo de contrataci¨®n con cargo al programa Ram¨®n y Cajal", que va a ser tratado "con especial atenci¨®n".

El convenio "es un paso en la nueva direcci¨®n", apuntaron fuentes universitarias, pero no servir¨¢ por s¨ª mismo para conseguir la incorporaci¨®n de los cient¨ªficos. El momento de la verdad, seg¨²n las mismas fuentes, ser¨¢ la creaci¨®n de la fundaci¨®n concebida por la Consejer¨ªa de Empresa, Universidad y Ciencia, similar a la que ya existe en otras comunidades aut¨®nomas, que deber¨ªa servir para llevar a cabo las contrataciones. Esta fundaci¨®n, cuya puesta en marcha se prev¨¦ para despu¨¦s de la aprobaci¨®n de la ley de coordinaci¨®n del sistema de ciencia e innovaci¨®n valenciano, ser¨¢ con bastante probabilidad un nuevo caballo de batalla entre Nieto y los rectores.

Las universidades, seg¨²n las fuentes consultadas, apostar¨¢n porque sea la propia fundaci¨®n la que se encargue de contratar a los investigadores, y luego los ceda a las facultades y a los institutos de investigaci¨®n. Ello implicar¨ªa que el Consell correr¨ªa con la mayor parte de los gastos. Nieto, por su parte, parece m¨¢s inclinado porque sean las universidades las que act¨²en como contratantes, y que la fundaci¨®n se encargue de encauzar parte de los recursos que servir¨¢n para estabilizarlos.

Fuga de 'cerebros'

Sea de una forma u otra, parece que encontrar una soluci¨®n para los cajales a¨²n llevar¨¢ tiempo. La consejer¨ªa ha tardado meses en preparar la ley que la preceder¨¢, la de coordinaci¨®n del sistema universitario, que ha encontrado una fuerte oposici¨®n entre los dirigentes acad¨¦micos. La de coordinaci¨®n del sistema de ciencia e innovaci¨®n, que contemplar¨¢ la creaci¨®n de la mencionada fundaci¨®n, se encuentra todav¨ªa en fases iniciales, e incluso as¨ª ya ha despertado la desconfianza de algunos rectores por su aparente inclinaci¨®n hacia la ciencia aplicada en detrimento de la b¨¢sica.

Y a los investigadores Ram¨®n y Cajal se les acaba el tiempo. El programa, ideado en 2001 por el Gobierno Aznar para evitar la fuga de cerebros, duraba cinco a?os, y los contratos de la primera hornada de cient¨ªficos han empezado a extinguirse.