"Los 'disc jockeys' somos contadores de historias"
El m¨¢s prestigioso pinchadiscos franc¨¦s ha escrito Electroshock, un libro en el que cuenta de principio a fin la historia del movimiento de la m¨²sica electr¨®nica.
Con diez a?os de edad Laurent Garnier ten¨ªa montada una discoteca en su dormitorio. Una bola de espejos en el techo, luces de colores, los muebles arrimados contra las paredes para dejar al centro el espacio para una pista de baile y un tocadiscos. Sus padres eran feriantes y siempre ten¨ªan los discos de moda para animar las atracciones. Laurent Garnier supo muy pronto que su pasi¨®n por la m¨²sica s¨®lo ten¨ªa un camino: ser un disc jockey.
"El periodo na¨ªf del techno ha terminado. Es una m¨²sica con veinte a?os de antig¨¹edad que se ha ganado su puesto entre las tendencias"
Ahora el dj y productor franc¨¦s, considerado en varias ocasiones como el mejor del mundo, ha publicado Electroshock (Global Rythm) un libro que recorre de principio a fin todo el movimiento de la m¨²sica techno. Empezando por las primeras sesiones de m¨²sica electr¨®nica de baile en naves industriales en el Manchester de los a?os noventa, pasando por las raves, Detroit, la internacionalizaci¨®n, los festivales, el ¨¦xtasis, las free parties y el declive del movimiento. Se pod¨ªa pensar que Electroshock iba a ser una especie de memoria personal de Garnier, pero en este libro casi no hay referencias ¨ªntimas o personales. "No es una biograf¨ªa. Tuve la suerte de ver y vivir muchas cosas en distintos pa¨ªses, y es eso lo que intento reflejar. Quise contar la historia de algo que sucedi¨® en determinado momento y que nos pareci¨® muy intenso. Yo fui un actor dentro de ese movimiento, pero la ¨²nica manera en que he utilizado eso en el libro ha sido como el punto de vista de un testigo. No he querido juzgar a nadie. No soy nadie para hacerlo. Yo s¨®lo he sido y soy un apasionado de la m¨²sica y eso es lo que intento contar".
PREGUNTA. Usted es uno de los escasos dj's que se ha dado a conocer por su nombre propio y no por un seud¨®nimo. En el mundo del techno todo parece haber estado te?ido por el anonimato. Como si la individualidad quedara fuera.
RESPUESTA. La del mundo techno es b¨¢sicamente una experiencia compartida. En el rock ha habido siempre muchos problemas de ego. En el mundo techno son escasos. Es un movimiento y siempre fue tomado de esa manera. Si yo no hubiera estado ah¨ª, ¨¦ste habr¨ªa seguido igualmente su camino. No he cambiado la faz de la tierra al haber estado ah¨ª durante veinte a?os. Soy yo mismo, existo dentro de ese movimiento, pero sin el movimiento y la masa no soy nada. Desde el principio se dijo que el techno no ten¨ªa cara. Eso no importa, lo que importa es la m¨²sica.
P. Son temas musicales sin letra. Las palabras tampoco importan.
R. Las palabras son irrelevantes. Es una m¨²sica realmente universal. Tiene m¨¢s que ver con las emociones que con otra cosa. Las propias vocalizaciones en las canciones se toman como parte del sonido, no como letras dentro de las canciones.
P. Una sesi¨®n intensa de baile, ?tiene algo de experiencia religiosa, m¨ªstica?
R. Yo bailo toda la noche mientras pincho. En cierto punto todos entran en el mismo tren, el mismo veh¨ªculo, yo conduzco pero ellos empujan.
P. Usted vivi¨® la evoluci¨®n de todo el movimiento en Europa. Dentro de todo ello, uno de los puntos de inflexi¨®n fue cuando los an¨®nimos dj's se convirtieron en estrellas, ?qu¨¦ signific¨® eso para el movimiento?
R. Cuando empieza a haber mucho dinero de por medio siempre se complica el asunto. Siempre aparecen los tiburones. Y es ah¨ª donde te tienes que plantear con qui¨¦nes trabajas. Al principio era todo m¨¢s espont¨¢neo, m¨¢s apasionado. No hab¨ªa dinero, s¨®lo m¨²sica. Pero luego se pas¨® de 10.000 personas a 150.000 o 160.000. Un cambio tremendo que atrajo a los peces gordos. Ha habido altibajos, cosas que me han gustado y otras que no. Yo ahora prefiero pinchar en clubes peque?os que es donde me siento realmente libre de poner la m¨²sica que me gusta.
P. ?Qu¨¦ papel ha jugado el S¨®nar barcelon¨¦s en esta historia?
R. Muy importante. La mayor¨ªa de los festivales llama siempre a los mismos, los m¨¢s conocidos, que son los que llenan las pistas. El S¨®nar ha venido programando artistas distintos al 95% de los festivales. Ah¨ª puedes ver artistas underground de todas partes del mundo, tanto en espacios grandes como peque?os. Lo importante de S¨®nar es su versatilidad. De los 200 nombres programados, como m¨¢ximo conoces 20. Vas a descubrir m¨²sica y eso es algo muy raro en un festival.
P. Algo que apunta usted en su libro es que "nunca hay que olvidar que los dj's no son m¨²sicos". Pero hay mucha m¨²sica hecha por dj, ensamblada a partir de otros materiales prefabricados.
R. Los dj's somos contadores de historias. Usamos la m¨²sica de otros pero la transformamos. Cada d¨ªa hay m¨¢s dj's haciendo m¨²sica, se est¨¢n cayendo las barreras entre uno y otro.
P. Hacia el final del libro usted relata el fin del movimiento techno, al que considera el ¨²ltimo del siglo XX.
R. El periodo na¨ªf del techno ha terminado. Es una m¨²sica con veinte a?os de antig¨¹edad que se ha ganado su puesto entre las tendencias. Se hicieron muchas cosas interesantes y, aunque ahora hay bastante m¨²sica nueva, carece de esa frescura, esa fuerza de lo novedoso. Todo el mundo se apunta ahora a esta tendencia minimal, por ejemplo, que no tiene nada de nuevo. Es algo que se hac¨ªa hace 15 a?os en Detroit. De todas formas el techno est¨¢ aqu¨ª para quedarse y, aunque ya haya pasado la etapa de descubrimiento, todav¨ªa queda mucho por hacer.
P. ?Y usted c¨®mo se ve en el futuro cercano?
R. No busco ir por el mundo contando la historia del techno. Lo que quiero es expresarme a trav¨¦s de la m¨²sica. Si ma?ana muere el techno ser¨¢ porque ha surgido algo distinto que ha conquistado a los m¨¢s j¨®venes. Si encajo seguir¨¦ y si no lo dejar¨¦ de lado.
P. Dos de los prejuicios m¨¢s ligados al fen¨®meno techno son el que la m¨²sica electr¨®nica es fr¨ªa, deshumanizada, y que la m¨²sica de baile est¨¢ indisolublemente unida al consumo de ¨¦xtasis. ?Siguen en pie esas ideas?
R. Creo que el consumo de ¨¦xtasis ligado al techno es algo pr¨¢cticamente superado. Si perteneces al mundo de la noche, normalmente vas a consumir drogas. Si est¨¢s en el del cine, quiz¨¢ te des m¨¢s a la coca¨ªna. Si al reggae, fumar¨¢s ganja. Hay gente que tendr¨¢ prejuicios toda su vida. Yo he luchado durante a?os para acabar con ellos. Ya me da risa, es rid¨ªculo. Por otro lado, respecto a los instrumentos electr¨®nicos, hay gente que se resiste a aceptar que un ordenador que produce sonidos sint¨¦ticos es un instrumento musical. Muchos de ellos seguramente tendr¨¢n y escuchar¨¢n discos realizados con ordenador y no se dan cuenta. Es s¨®lo falta de educaci¨®n. Alguien puede hacer m¨²sica maravillosa con una m¨¢quina y otro algo horrible con una flauta. Esos prejuicios me hacen re¨ªr, porque ahora todas las bandas de rock usan ordenadores. Y no s¨®lo ellos. En la m¨²sica house siempre ha habido instrumentos tradicionales, en algunas partes. Pero el reto era buscar distintas sonoridades con otras m¨¢quinas. ?Tiene eso alguna importancia? Lo que importa es el resultado.
P. ?En el fondo sigue siendo aquel ni?o que mont¨® una discoteca infantil en su dormitorio?
R. S¨ª, porque sigo teniendo la misma forma de pensar. Cuando escucho discos que me gustan, inmediatamente imagino c¨®mo los quiero poner, con qu¨¦ luces, en qu¨¦ momento. Soy el mismo. Tengo un hijo peque?o ahora, pero sigue excit¨¢ndome vivir la noche.
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