Ra¨²l Castro ofrece una negociaci¨®n a EE UU
El presidente en funciones declara su "disposici¨®n de resolver en la mesa de negociaciones el diferendo entre EE UU y Cuba" - La enfermedad impide a Fidel asistir al desfile militar en el 50? aniversario del desembarco del 'Granma'
En la Plaza de la Revoluci¨®n de La Habana, donde tantos discursos de fuego han sido pronunciados contra el enemigo yanqui y estaban a punto de desfilar las tropas, el presidente en funciones de Cuba y jefe de su Ej¨¦rcito, Ra¨²l Castro, tendi¨® una mano ayer a EE UU para reconducir el enfrentamiento que separa a ambos pa¨ªses desde hace 47 a?os. Fue pocos minutos antes de comenzar el desfile militar en homenaje al 80? cumplea?os de Fidel Castro, el 50? aniversario del desembarco del Granma y el D¨ªa de las Fuerzas Armadas, tres conmemoraciones cargadas de simbolismo. "Sirva la oportunidad para nuevamente declarar nuestra disposici¨®n de resolver en la mesa de negociaciones el prolongado diferendo entre Estados Unidos y Cuba", dijo el segundo hombre de la jerarqu¨ªa cubana.
La tranquilidad de Ra¨²l al abordar las diferencias hist¨®ricas con EE UU, m¨¢s cuando Washington ha descartado entendimiento alguno con ning¨²n Castro, sorprendi¨® a m¨¢s de uno. Ra¨²l reiter¨® lo que, tanto ¨¦l como Fidel hab¨ªan dicho antes: las ¨²nicas condiciones de Cuba para negociar son que Washington acepte su "condici¨®n de pa¨ªs que no tolera sombras a su independencia, y sobre la base de los principios de igualdad, reciprocidad, no injerencia y respeto mutuo". Y sigui¨® en tono conciliador: "Despu¨¦s de casi medio siglo, estamos dispuestos a esperar pacientemente el momento en que se imponga el sentido com¨²n en la conducta de los c¨ªrculos del poder en Washington".
En la tribuna, muy cerca de Ra¨²l, estaban el escritor colombiano Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez; el mandatario boliviano, Evo Morales, y el presidente electo de Nicaragua, Daniel Ortega, entre otros cientos de personalidades extranjeras invitadas a los actos de homenaje a Castro. Gabo, que en m¨¢s de una ocasi¨®n ha realizado gestiones en nombre del l¨ªder cubano ante figuras del Gobierno de EE UU, escuchaba con atenci¨®n.
La oferta de Ra¨²l no era nueva: a los pocos d¨ªas de enfermar su hermano y de ceder el mando del Gobierno, a finales del pasado julio, en t¨¦rminos similares propuso a Washington di¨¢logo. Pero di¨¢logo para arreglar las cosas con la actual dirigencia cubana, mientras vivan los protagonistas del Granma, fundadores del Estado socialista. Es la l¨ªnea oficial desde hace a?os, aunque para algunos adquiri¨® una nueva dimensi¨®n en momentos en que la salud de Fidel Castro es m¨¢s que incierta.
Aunque se sab¨ªa que, probablemente, el mandatario cubano no acudir¨ªa ayer a la parada militar por su fr¨¢gil estado de salud, el vac¨ªo que su ausencia dej¨® en la plaza engalanada y cargada de s¨ªmbolos fue inmenso.
Iba a desfilar su Ej¨¦rcito, el que ¨¦l mismo fund¨® hace 50 a?os con 82 hombres al desembarcar del yate Granma, y por eso muchos aguardaron el desfile como una prueba de su estado real. Hasta el ¨²ltimo segundo no pocos fidelistas miraron a la tribuna con esperanza. Fue una confirmaci¨®n, aunque varios dirigentes cubanos han expresado en los ¨²ltimos d¨ªas que Castro se recupera y regresar¨¢.
Pero Ra¨²l s¨ª estaba, y m¨¢s que nunca ejerci¨® su papel de guardi¨¢n de la revoluci¨®n. Pronunci¨® un discurso lleno de fuerza y de claves de futuro, en el que no habl¨® una sola palabra de la salud de su hermano, aunque s¨ª cit¨® al "Comandante en Jefe" para asegurar que las Fuerzas Armadas y el Partido Comunista son los pilares del sistema, en los que descansa la responsabilidad de garantizar la continuidad de la revoluci¨®n y el socialismo.
Establecido de modo claro qui¨¦n mandar¨¢ en "la continuidad" y que lo m¨¢s importante ahora es "la unidad", Ra¨²l record¨® que cuando se desintegr¨® la Uni¨®n Sovi¨¦tica, "algunos se aventuraron a sugerirnos el abandono de los ideales", algo que, dijo, no suceder¨¢ en Cuba. "Grande ha sido la sorpresa y la frustraci¨®n para nuestros enemigos (...) al presenciar el ejemplo de firmeza, ecuanimidad, madurez y confianza en s¨ª mismo que ha dado nuestro pueblo en los ¨²ltimos cuatro meses".
D¨ªas antes, otro hist¨®rico comandante, Ramiro Vald¨¦s, hab¨ªa definido a Ra¨²l como "el cancerbero de la Revoluci¨®n", el guardi¨¢n de los principios. El Castro que, a juicio de muchos, es capaz de garantizar la continuidad, y que se quedar¨¢ aunque Fidel se recupere.
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