ICV se desmarca de sus socios en Barcelona y apuesta por negociar la ocupaci¨®n de Can Ricart
CiU y el PP critican la pasividad policial y la "incompetencia" del consistorio
?Se puede negociar bajo la presi¨®n de una ocupaci¨®n? Mientras que el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, y el presidente de Esquerra Republicana en el consistorio, Jordi Portabella, afirman que no, el tercer socio del tripartito municipal, Iniciativa per Catalunya Verds (ICV-EUiA), cree lo contrario. As¨ª que la ocupaci¨®n del pasado s¨¢bado de las naves industriales de Can Ricart, en el Poblenou, ha tenido el efecto de abrir una brecha en el equipo de gobierno. Las cr¨ªticas de CiU y el PP se repart¨ªan ayer con pareja dureza entre la "incompetencia" del Ayuntamiento y la pasividad de la polic¨ªa.
Sobre la mesa ahora hay dos cuestiones: la ocupaci¨®n de Can Ricart y el planteamiento de que expresiones art¨ªsticas alternativas -como las desarrolladas por los desalojados de La Makabra el pasado 20 de noviembre- se est¨¢n quedando sin espacios en la ciudad, especialmente en el sector del 22@. Y una tercera, m¨¢s de fondo, sobre el modelo urban¨ªstico de la ciudad.
Donde se ha producido la divisi¨®n del tripartito municipal es respecto a la ocupaci¨®n. El alcalde, Jordi Hereu, reiter¨® ayer en varias ocasiones que mientras persista la ocupaci¨®n no se entablar¨¢ ning¨²n tipo de negociaci¨®n sobre una ubicaci¨®n alternativa para el colectivo de La Makabra en el caso de que presenten un proyecto concreto de actividad, condici¨®n imprescindible para empezar a hablar de locales o espacios, seg¨²n se?alaron fuentes municipales.
Un segundo Sant Andreu
Es m¨¢s, el consistorio aportar¨¢ al juzgado -el que definitivamente tenga que resolver la petici¨®n de desalojo que hizo el propietario de Can Ricart el pasado fin de semana- informaci¨®n sobre evidencias de que al grupo de okupas se les han unido inmigrantes en situaci¨®n irregular. "Can Ricart no puede convertirse en un segundo episodio de los cuarteles de Sant Andreu, una larga ocupaci¨®n de cientos de emigrantes que termin¨® en febrero de 2004" , se?alaba un responsable del consistorio de Barcelona que a?ad¨ªa que en el caso de las naves del Poblenou puede haber restos t¨®xicos nocivos. Todo ello se comunicar¨¢ al juzgado para que lo tenga en cuenta para decidir sobre la petici¨®n de desalojo que present¨® la propiedad. Jordi Portabella (ERC) se sum¨® ayer a la negativa a negociar hasta que salgan de Can Ricart, aunque insisti¨® en que la ciudad tiene que saber afrontar la necesidad de preservar espacios para expresiones art¨ªsticas alternativas, como las del colectivo de La Makabra.
El tercer socio del equipo de gobierno, Iniciativa per Catalunya Verds (ICV-EUiA), se desmarc¨® de esa tesis y abog¨® abiertamente por negociar con los okupas. "En cualquier negociaci¨®n de un convenio colectivo hay una posici¨®n de fuerza", se?al¨® el portavoz de esa formaci¨®n en el consistorio, Ricard Gom¨¤, quien a?adi¨® que su formaci¨®n ser¨¢ parte activa en la b¨²squeda de un acuerdo. Sin embargo, no quiso entrar en consideraciones sobre la actuaci¨®n de la polic¨ªa, en concreto de los Mossos d'Esquadra, un cuerpo policial dirigido por el consejero Joan Saura, de ICV. De "esc¨¢ndalo" calific¨® ayer Xavier Trias que los Mossos y la Guardia Urbana no impidieran la ocupaci¨®n. El hecho es que durante todo el recorrido la manifestaci¨®n fue controlada por los Mossos d'Esquadra en colaboraci¨®n con la Guardia Urbana. Cuando los manifestantes llegaron al antiguo recinto fabril, se encontraron con que las puertas estaban abiertas. El propietario hab¨ªa autorizado a asociaciones y colectivos vecinales del Poblenou la celebraci¨®n de una jornada de debate sobre Can Ricart.
Seg¨²n la versi¨®n de los Mossos d'Esquadra, los vecinos invitaron a entrar en el recinto a los manifestantes, informa Jes¨²s Garc¨ªa. Por ese motivo, la polic¨ªa auton¨®mica se abstuvo de actuar para impedir la entrada en el recinto. De hecho, al tratarse de una propiedad privada, los agentes permanecieron fuera de ¨¦l.
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