El lado oscuro

Aunque les parezca extra?o, los f¨ªsicos no llegaron al concepto de materia oscura por crueldad mental, sino por la evidencia de los datos. Lo que vemos en el espacio sideral no es m¨¢s del 5% de lo que existe, una constataci¨®n como para echarse a temblar si tuvi¨¦ramos que aplicarla a nuestra propia vida, sin embargo cada vez son mayores las pruebas de que el 95% de la realidad que nos envuelve pertenece al ¨¢mbito de lo oscuro aunque a veces adopte una denominaci¨®n tan evocadora como un perfume de Carolina Herrera. Y no lo digo s¨®lo por el polonio 210, sino por esa potencia invisible que est¨¢ en manos de los servicios secretos.

Cuenta madame Curie en sus memorias, la intensa emoci¨®n que sinti¨® una ma?ana de 1898, cuando al abrir la puerta de su laboratorio se encontr¨® de repente con el brillo incorruptible de un residuo de radio. Despu¨¦s la experimentaci¨®n la llev¨® hasta el polonio, bautizado con ese nombre en honor a la tierra natal de la investigadora y la sustancia pas¨® a formar parte de la tabla peri¨®dica de los elementos qu¨ªmicos como el litio o el potasio.

Recuerdo que uno de los momentos estelares de mi ¨¦poca de instituto fue cuando me explicaron la tabla de Mendeleiev. Que la inmensidad del mundo pudiera reducirse a un discreto conjunto de cuerpos simples que a su vez permit¨ªan tal cantidad de combinaciones como para formar ese desmesurado misterio que llamamos naturaleza, marc¨® para siempre mi imaginaci¨®n infantil. Despu¨¦s no fue nada entender la reproducci¨®n por esporas, la funci¨®n clorof¨ªlica o los versos de Rub¨¦n Dar¨ªo: "Que p¨²beres can¨¦foras te ofrenden el acanto", escribi¨® el padre del modernismo y Federico Garc¨ªa Lorca en un recital p¨²blico le replic¨®: "?Co?o!, lo ¨²nico que he entendido es el 'que". Y es que en verdad el mundo est¨¢ lleno de cosas incomprensibles desde cualquier punto de vista que se las mire.

Seg¨²n la versi¨®n po¨¦tica, el polonio es un mineral del lado oscuro que rige tanto en las madrigueras del poder como en los pasadizos del alma. En su interior no s¨®lo hay radio, sino tambi¨¦n extrarradios, ruinas y callejones sin salida. Nunca llegu¨¦ a entender bien lo que es el alma, de ni?a imaginaba que era una s¨¢bana muy blanca que mi madre colgaba en el tendal de la azotea.

Pero los f¨ªsicos te¨®ricos est¨¢n acostumbrados a que la vida imite los misterios de la ciencia. La primera imagen que se logr¨® ver de la materia oscura fue un destello de luz en la s¨¢bana de un fantasma. Algo parecido andan buscando los investigadores de Scotland Yard mientras persiguen el rastro de las part¨ªculas radioactivas que han recorrido el cielo de Europa a bordo de las British Airways. El mundo es cada vez m¨¢s dif¨ªcil de entender, aunque a veces, en medio de la oscuridad, surge un rel¨¢mpago de sentido: se trata de una luz que no vemos por tenerla precisamente delante de los ojos.