Luz para un pueblo en sombra

Luchar contra la sombra puede parecer a primera vista empresa de locos o de h¨¦roes mitol¨®gicos. Sin embargo, en la peque?a aldea italiana de Viganella, en los Alpes, al norte de Tur¨ªn, hay un hombre que ha hecho de ello su personal cruzada desde el a?o 1999. Y est¨¢ a punto de ganarla.

Pierfranco Midali, 47 a?os, maquinista de trenes y alcalde de Viganella, decidi¨® hace siete a?os que hab¨ªa que acabar con esa desafortunada circunstancia por la que su pueblo se queda sin sol cada a?o desde el 11 de noviembre hasta el 2 de febrero. Entre esas dos fechas, durante 83 largos y oscuros d¨ªas, Viganella vive perennemente en la sombra de los montes de la Colma, a cuyos pies se encuentra ubicado; el sol pasa demasiado bajo por el otro lado de las monta?as como para que los rayos alcancen el fondo del valle.

El espejo mide 40 metros cuadrados, vale 99.000 euros y funcionar¨¢ desde el 17 de diciembre

Siempre fue as¨ª desde que existe el pueblo. Pero el pr¨®ximo 17 de diciembre un megaespejo de 40 metros cuadrados cambiar¨¢ las cosas. Colocada en una ladera del valle que permanece iluminada a diario por lo menos durante seis horas, la estructura empezar¨¢ ese d¨ªa a reflejar los rayos del sol hacia el centro de la aldea,rompiendo las sombras que lo envuelven.

El nuevo sol invernal de Viganella pesa algo m¨¢s de una tonelada y vale 99.000 euros, IVA incluido. "Ya est¨¢ instalado", cuenta Midali en una conversaci¨®n telef¨®nica. "La estructura fue transportada arriba con un helic¨®ptero. Ahora s¨®lo falta ponerlo en marcha", explica. El pasado jueves el espejo estaba completamente montado, pero todav¨ªa no se hab¨ªan realizado pruebas, debido a las malas condiciones metereologicas de los ¨²ltimos d¨ªas.

Cuando entre en funci¨®n, el espejo -ubicado a 1.050 metros de altura y a unos 800 de distancia del pueblo- iluminar¨¢ una superficie de 250 metros cuadrados. No mucho, pero lo suficiente para devolver la alegr¨ªa al "coraz¨®n de Viganella", la piazza central. "Ya me imagino a las abuelitas salir de la misa y quedarse un rato al sol, o a los ni?os jugando por fin un poco al aire libre sin tener que estar a oscuras", dice Midali.

Al principio la cruzada del alcalde tuvo una acogida tibia. "Algunos estaban a favor, pero muchos titubeaban. Hay que entender que en este pueblo hay muchas personas mayores, que suelen resistirse un poco a las novedades", cuenta Midali. Pero el hombre insisti¨® en su causa y logr¨® poco a poco el apoyo de todos, y "ahora el pueblo entero espera con entusiasmo la puesta en marcha".

El proyecto que convenci¨® a Viganella fue elaborado, a petici¨®n de Midali, por el arquitecto Giacomo Bonzani. Se baraj¨®, entre otras, la hip¨®tesis de colocar varias peque?as superficies reflectantes, como en el plan todav¨ªa sin realizar del pueblo austriaco de Rattenberg, que sufre problemas parecidos al de la aldea italiana. Pero la filosof¨ªa de Midali es clara y coherente. El sol es uno, el espejo tambi¨¦n ten¨ªa que serlo. Un brazo mec¨¢nico garantizar¨¢ que el reflejo se produzca siempre en la direcci¨®n correcta.

Logrado el apoyo de Viganella, a Midali le quedaba el problema de la financiaci¨®n. Casi 100.000 euros son muchos para un pueblo de s¨®lo 200 habitantes. La constancia del alcalde pudo con el obst¨¢culo y el espejo est¨¢ ya en el monte gracias al dinero de la provincia de Verbano-Cusio-Ossola y de la Fundaci¨®n Cariplo (Cassa di Risparmio delle Provincie Lombarde), adem¨¢s del Ayuntamiento.

Midali y Viganella tendr¨¢n su sol de invierno. Con sus rayos, probablemente, tambi¨¦n llegar¨¢ un buen n¨²mero de turistas. El sol llevar¨¢ vida en muchos sentidos.