En el laberinto de los ismos
Siruela publica la versi¨®n definitiva del diccionario art¨ªstico de Juan Eduardo Cirlot
Juan Eduardo Cirlot (Barcelona, 1916-1973) fue toda su vida un gran coleccionista. Ilustraciones, postales, espadas. Todo merec¨ªa su atenci¨®n, estudio y clasificaci¨®n. La palabra no pod¨ªa ser ajena a este prestigioso poeta y cr¨ªtico y por ello dedic¨® gran parte de su vida a lo que se considera una de sus obras m¨¢s importantes y originales: el Diccionario de los ismos.
Reeditado ahora por sus hijas Lourdes y Victoria Cirlot en Siruela, el Diccionario de los ismos fue publicado por primera vez en 1949 con unas 500 voces. En 1956, el propio autor revis¨® y enriqueci¨® con dos decenas de definiciones la primera versi¨®n. Pero durante toda su vida, Cirlot sigui¨® trabajando con nuevas voces que ahora han sido a?adidas a lo que fue la segunda edici¨®n. Tambi¨¦n se han completado algunas de las voces de las anteriores ediciones.
Victoria Cirlot: "Su diccionario es un 'collage' de palabras salpicado con un humor profundamente surrealista"
?ngel Gonz¨¢lez: "Su obra es forzosamente personal, producto de sus amores o desprecios"
?En qu¨¦ se diferencia este diccionario de otros que persiguen id¨¦nticos objetivos? ?Por qu¨¦ se ha convertido en un cl¨¢sico de referencia para todo estudioso del arte en su sentido m¨¢s amplio?
De entrada, el Diccionario de los ismos es un compendio de est¨¦tica en el que al arte se le suma la m¨²sica, la filosof¨ªa y la literatura. Pero tambi¨¦n Cirlot incluye ismos relativos a enfermedades o patolog¨ªas como reumatismo, alcoholismo, daltonismo. O ismos de car¨¢cter esot¨¦rico como el salamandrismo o el satanismo.
"Mi padre", explica Lourdes Cirlot, "era ante todo un coleccionista de palabras. Cuando se interesaba por una, llegaba a realizar un aut¨¦ntico tratado en torno a ella. Muchas definiciones son estudios en profundidad de un tema".
Cirlot sumaba las voces sin seguir un orden preestablecido. "Su diccionario es un collage de palabras", a?ade Victoria Cirlot, "salpicado con un humor profundamente surrealista. Puede parecer que las palabras elegidas no tengan nada que ver entre s¨ª, pero luego resulta que todas surgen de un cuadro determinado. Cada elemento de esa obra era un manantial de sugerencias".
Juan Eduardo Cirlot tuvo siempre una clara intenci¨®n de transgredir, tal como se muestra en su obra po¨¦tica y en su prosa. Ese af¨¢n rompedor le hizo sufrir el rechazo de muchos de sus contempor¨¢neos y de algunos de sus cr¨ªticos posteriores. De este Diccionario de los ismos se ha dicho que es incompleto y que faltan voces imprescindibles. "Hay voces que no est¨¢n porque ¨¦l decidi¨® excluirlas", dice Lourdes Cirlot, "y otras que responden a hechos ocurridos despu¨¦s de que ¨¦l diera por finalizado el diccionario, como es el caso del pop y todos los popismos y derivados".
El historiador y cr¨ªtico ?ngel Gonz¨¢lez Garc¨ªa, responsable del pr¨®logo de esta edici¨®n, mantiene que los ismos son siempre unipersonales y que Cirlot, part¨ªcipe directo de los grandes movimientos de vanguardia del siglo y due?o de una fuerte personalidad, ten¨ªa que imprimir su sello en todo lo que hac¨ªa. "La obra de Cirlot es forzosamente personal, producto de sus gustos, amores o desprecios", a?ade el historiador.
Juan Eduardo Cirlot fue testigo y actor de los movimientos de vanguardia del pasado siglo. Como te¨®rico e investigador, public¨® sus art¨ªculos en revistas nacionales e internacionales. Tambi¨¦n son numerosas sus monograf¨ªas sobre artistas espa?oles y extranjeros y sobre los movimientos de vanguardia. Estuvo especialmente vinculado al movimiento surrealista, la abstracci¨®n informalista en Espa?a tuvo especialmente seguimiento entre los artistas catalanes. Est¨¢ considerado un personaje clave en el complicado panorama intelectual espa?ol de los a?os del franquismo, tanto por la importancia de sus trabajos de divulgaci¨®n de arte y simbolog¨ªa como por sus trabajos de experimentaci¨®n en el campo de la poes¨ªa.
'Cirlotismos'
- Banalismo. No debe confundirse al arte con la tem¨¢tica. Por consiguiente, no se produce arte banal cuando se escoge como motivo un tema sin trascendencia, sino cuando el proceso creador, integrado por la t¨¦cnica y la inspiraci¨®n, resulta insuficiente (...).
- Conceptismo. Forma de expresi¨®n que muestra predilecci¨®n por el lenguaje impreciso. Imprecisi¨®n no es equivalente de confusi¨®n, pues, en arte, rara vez se da lo confuso como resultado de una expl¨ªcita voluntad en tal sentido, mientras que lo impreciso s¨ª es usado frecuentemente como el medio m¨¢s adecuado para traducir lo que la psicolog¨ªa denomina "estados crepusculares de ¨¢nimo" (...).
- Fide¨ªsmo. Doctrina heterodoxa que, considerando a la raz¨®n como esencialmente impotente para inteligir las verdades de la religi¨®n, presupone la existencia, en el hombre, de una facultad independiente, que es la que le otorga capacidad para la fe (...).
- Salamandrismo. Ismo esot¨¦rico introducido por el tratadista de arte alem¨¢n Leon Arnaut en los cen¨¢culos simbolistas de Par¨ªs. En esencia, consiste en la aportaci¨®n de varias ideas de valor pl¨¢stico e ideol¨®gico extra¨ªdas de las antiguas mitolog¨ªas de la Am¨¦rica precolombina, donde las almas de los difuntos eran asimiladas a la salamandra.
- Sensacionalismo. La pr¨¢ctica de lo sensacional, como estilo, puede asimilarse a lo efectista. (...) Se busca sustituir el efecto de las extensas o profundas explicaciones por un efecto brusco, cuidadosamente elegido y preparado (...).
- Sentimentalismo. (...) Se considera sentimentalista aquella posici¨®n en la cual todo otro factor expresivo o representativo queda autom¨¢ticamente subordinado a la necesidad de expansi¨®n sentimental. En la m¨²sica gregoriana, en la pintura de Mantegna, en la l¨ªrica de Dante o de Eliot, hay un grave y profundo sentimiento, el cual es el que enhebra toda la conductividad, la coherencia de la creaci¨®n (...).
- Esnobismo. Por esnobismo suele entenderse la admiraci¨®n apasionada por todo lo nuevo, lo que vendr¨ªa a ser la respuesta adecuada a la concepci¨®n existencialista del arte, la cual dice crear estrictamente para el presente, sin preocuparse en absoluto de dejar para ¨¦pocas posteriores. Todo esto entra?a una farsa, el existencialismo, aun negando valores intemporales, no puede evitar la salida a un humanismo que presupone una tabla de jerarqu¨ªas y, por consiguiente, unos intereses espirituales a salvar (...).
- Titanismo. En el fondo, el titanismo expresa el anhelo oculto en el hombre de invertir las posiciones respectivas de la criatura y su creador; por ello, tiende a una magnificaci¨®n de lo humano elev¨¢ndolo hasta ese grado de exaltaci¨®n espiritual que se traduce en las puras dimensiones espaciales, dando lugar a los titanes de la mitolog¨ªa, de la literatura y de las artes pl¨¢sticas (...).
- Vibracionismo. Nombre dado a su modalidad pict¨®rica por el artista uruguayo Rafael Barradas, publicando su primer manifiesto vibracionista en 1920. No deja de tener relaci¨®n con el futurismo y con el cubismo, aun cuando su autor considere lo contrario.
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