El Congreso italiano ordena el recuento del 10% de los votos de las elecciones de abril

La Junta Electoral de la C¨¢mara de los Diputados italiana decidi¨® ayer recontar los votos de las elecciones generales celebradas los pasados 9 y 10 de abril. El recuento, al que se mostraron favorables todos los partidos, ya hab¨ªa sido decidido tambi¨¦n la semana pasada por el Senado. El objetivo de la oposici¨®n era el de mantener todas las dudas posibles sobre la legitimidad del Gobierno de centro-izquierda; por parte gubernamental se aspiraba a acallar de una vez las protestas de Silvio Berlusconi, que perdi¨® el Senado por menos de 25.000 votos.

La C¨¢mara pensaba iniciar el recuento con un 10% de los colegios electorales, y contar todos los votos solamente en el caso de que emergieran "irregularidades significativas". Los miembros de la Junta se?alaron que, "de ser posible", aspiraban a finalizar la tarea antes del pr¨®ximo mes de agosto. Quedaron por decidir los criterios para elegir los colegios electorales afectados por la medida. El Senado pensaba centrarse en el recuento de los votos nulos, en blanco y no contabilizados por el rechazo de alg¨²n interventor en siete de las regiones: Calabria, Campania, Lazio, Toscana, Lombard¨ªa, Puglia y Sicilia.

Desde la misma noche electoral, ambas coaliciones se acusaron mutuamente de fraude. El centro-izquierda no comprend¨ªa c¨®mo se hab¨ªa llegado a un casi empate, cuando los sondeos auguraban una c¨®moda victoria de Romano Prodi. El centro-derecha, por su parte, se negaba a aceptar la p¨¦rdida del Senado por unos pocos miles de votos.

"Hay que insistir, la herida debe permanecer abierta", dijo ayer Silvio Berlusconi a un grupo de senadores de Forza Italia, antes de la decisi¨®n de la Junta Electoral de la C¨¢mara. Berlusconi se plante¨® incluso la posibilidad de convocar una manifestaci¨®n para exigir un recuento total e inmediato. El vicepresidente del Gobierno y ministro de Bienes Culturales, Francesco Rutelli, coment¨® por su parte que la decisi¨®n de efectuar un nuevo recuento era "justa". "No existe ning¨²n motivo por el que no deban ser verificados los votos de cada uno de los ciudadanos. Si hay dudas, conviene disiparlas para calmar el ambiente". Y agreg¨®: "Por parte de la oposici¨®n se ha montado un gran circo sobre un presunto fraude en el recuento; pues bien, recontemos y veamos".

El detonante del recuento fue, en realidad, un semanario de izquierdas, Diario, que en noviembre public¨® un DVD con un reportaje en el que se acusaba al Gobierno de Silvio Berlusconi de haber cometido un gigantesco fraude electoral. Seg¨²n el reportaje, firmado por Enrico Deaglio (director de Diario) y Beppe Cremagnani, un programa inform¨¢tico fabricado en Estados Unidos habr¨ªa permitido al Ministerio del Interior convertir todos los votos en blanco en votos para Forza Italia.

Acusaci¨®n absurda

La Fiscal¨ªa de Roma abri¨® de inmediato una investigaci¨®n, y la cerr¨® con la misma rapidez, tras comprobar que la acusaci¨®n era absurda porque en el sistema de recuento utilizado en Italia no interven¨ªan para nada los ordenadores. La inform¨¢tica s¨®lo se utiliza para los resultados provisionales, los que se ofrecen durante la noche electoral a t¨ªtulo puramente informativo. El recuento real se hace a mano, primero en los colegios y luego en las sedes provinciales del Tribunal de Casaci¨®n, y no se conoce hasta un par de semanas despu¨¦s de la votaci¨®n.

Las dudas del centro-izquierda se basaban en el error de los sondeos, todos muy favorables a Romano Prodi, y en la fuerte reducci¨®n de los votos en blanco, que en 2001 fueron 1,6 millones y en 2006 descendieron a 445.000. Los autores del reportaje de Diario prefirieron no considerar que los sondeos suelen predecir para Berlusconi un resultado peor al que luego obtiene, por el hecho de que el voto berlusconiano es considerado "inconfesable" por un sector del electorado.

Tampoco tomaron muy en cuenta que la nueva ley electoral, que eliminaba las llamadas "segundas preferencias", simplificaba enormemente el uso de las papeletas (del tama?o de un peri¨®dico desplegado) y reduc¨ªa el margen de error de los votantes.

Tras cerrar la investigaci¨®n sobre el supuesto fraude, la Fiscal¨ªa de Roma proces¨® a los autores del reportaje por denuncia falsa. Pero las dos c¨¢maras parlamentarias, los senadores primero y los diputados ayer, decidieron que conven¨ªa realizar un recuento, aunque s¨®lo afectara a una parte de los votos emitidos, para disipar cualquier tipo de duda.