"Si EE UU habla en serio de preservar la unidad de Irak, tenemos el mismo objetivo"

El presidente sirio Bachar el Assad (Damasco, 1965) se define en esta entrevista a La Repubblica como un estadista pac¨ªfico: "Quiero ser un hombre de paz". Entrega a Israel una ramita de olivo: "Podemos vivir juntos en armon¨ªa". Y por fin saca a colaci¨®n al primer ministro israel¨ª: "Que [Ehud] Olmert hable con Siria y, como dicen algunos israel¨ªes, que descubra si lo nuestro es un farol, no tiene nada que perder".

Pregunta. Usted dijo hace dos a?os que Estados Unidos, antes o despu¨¦s, vendr¨ªa a llamar a su puerta. ?Era una amenaza o una profec¨ªa?

Respuesta. Al principio de la guerra dije: "Acabar¨¦is siendo tragados por el pantano iraqu¨ª, y alg¨²n d¨ªa necesitar¨¦is que alguien os saque de ¨¦l". Ahora todo esto se ha cumplido. Pero dejemos las amenazas y las profec¨ªas. El hecho es que nosotros vivimos en esta regi¨®n, la conocemos bien. La historia nos ha ense?ado que encomendarse s¨®lo al poder de las armas no conduce a nada. Y muchas de las propuestas del informe Baker nos dan la raz¨®n.

"Nosotros conocemos la regi¨®n, y muchas propuestas de Baker nos dan la raz¨®n"

"Si EE UU piensa realmente en la paz, entonces tenemos el mismo objetivo"

P. ?Y Siria colaborar¨¢? Washington les pide un papel constructivo.

R. Desde luego, estamos dispuestos a hacerlo. Porque si no se solucionan las cuestiones regionales -Irak, L¨ªbano, el conflicto palestino-israel¨ª-, seremos precisamente nosotros, los pa¨ªses lim¨ªtrofes, los que paguemos el precio m¨¢s alto. Pero la voluntad no basta y tampoco podemos ser los ¨²nicos. Para obtener resultados, todos tienen que sentarse a la mesa: los pa¨ªses fronterizos con Israel e Irak, Naciones Unidas y Europa, pero tambi¨¦n China y Jap¨®n. Se necesita un proyecto que nos una a todos.

P. ?Pueden coincidir los intereses de Siria con los de EE UU?

R. S¨ª, si Estados Unidos quiere. Si habla en serio de preservar la unidad de Irak, si realmente piensa en la paz, entonces tenemos el mismo objetivo. Pero dudo que la perspectiva de Washington coincida con la nuestra.

P. ?Por qu¨¦?

R. Porque hasta ahora esta Administraci¨®n ha confundido el di¨¢logo con el impartir ¨®rdenes. A juzgar por las declaraciones del presidente Bush, Washington todav¨ªa no est¨¢ preparado para reconocer la realidad, para admitir los errores. Quiz¨¢ prepare un cambio de rumbo gradual. Pero no ha comprendido que no nos dejaremos doblegar, que Estados Unidos trabaja en su propio inter¨¦s. Y ¨¦ste, en Siria, est¨¢ relacionado con nuestras tierras ocupadas, con la situaci¨®n total de la regi¨®n. ?Querr¨¢ Estados Unidos afrontarla? ?sta es la pregunta central.

P. Israel. ?Es el eterno enemigo?

R. No, si llega a haber paz. Lo he dicho y lo repito: Siria e Israel pueden vivir juntos en paz y armon¨ªa.

P. El primer ministro Olmert acaba de confirmar que no hay que tratar con Siria y que tambi¨¦n la Administraci¨®n de Bush es contraria a ello.

R. Eso quiere decir que no desea la paz. Pero lo que m¨¢s cuenta es su referencia a Estados Unidos. Eso demuestra que su Gobierno es d¨¦bil.

P. El escritor israel¨ª David Grossman ha invitado a Olmert a abrirse a Siria.

R. No conozco a Grossman, pero tiene raz¨®n. Desde Israel se alzan muchas voces en este sentido. Le preguntan: ?por qu¨¦ no escuchas?, ?por qu¨¦ no pruebas, aunque no te f¨ªes de los sirios? Y entonces yo le digo a Olmert: haga un intento. Averig¨¹e si lo nuestro es un farol.

Traducci¨®n de Paloma Cebri¨¢n / News Clips. ? La Repubblica / EL PA?S