Los animales y la Navidad

En estos tiempos de consumismo desenfrenado, en el que cualquier excusa es v¨¢lida para el reclamo comercial, se ha tendido a confundir lo material con lo que no lo es. Y muchos de los regalos que entrar¨¢n en nuestros hogares estas navidades, aunque muchos lleguen a confundirlos, no son meros objetos desechables e inertes, sino seres de carne y hueso que sienten y sufren como t¨² y como yo.

Y es en estos d¨ªas de m¨¢xima actividad mercantil cuando las tiendas y escaparates est¨¢n llenas de animales de todo tipo; perros, gatos, lagartos, serpientes, hurones, loros. Pero un animal no debe ser un simple objeto de mercanc¨ªa, y obtenerlo cuando llegue una determinada fecha s¨®lo porque es un bonito regalo, y olvidar luego las responsabilidades que ello supone. Los animales te dar¨¢n m¨¢s de lo que jam¨¢s podr¨ªas imaginar, pero hay que dedicarles tiempo, dinero y cari?o, y hay que ser capaz de sacrificarse por ellos, al igual que ellos lo hacen por ti.

Por desgracia, las protectoras de animales y las cunetas de nuestro pa¨ªs est¨¢n repletas de preciosos regalos de ojos tristes, que fueron muy deseados en su d¨ªa, pero exiliados y desechados despu¨¦s a causa de la lacra de la inconsciencia, y que esperan que alg¨²n d¨ªa alguien vaya a buscarlos y se les d¨¦ la oportunidad de disfrutar de un nuevo y c¨¢lido hogar.

Antes de comprar, adopta: pero mucho antes, reflexiona. Y despu¨¦s, cu¨ªdalo, ¨¢malo, prot¨¦gelo y, sobre todo, disfruta de su cari?o y compa?¨ªa.