El minuto de oro de Risto Mejide
El personaje televisivo del momento es un creativo publicitario que fustiga a los concursantes de 'Operaci¨®n Triunfo'
No hay s¨ªntoma m¨¢s preocupante para certificar que uno se ha convertido en un personaje popular que aparecer en la portada de una revista del coraz¨®n. Eso le ha sucedido esta semana a Risto Mejide, un creativo publicitario relativamente conocido en su sector profesional, pero hace unos meses absolutamente desconocido del gran p¨²blico. Lo suyo no ha sido romance ni esc¨¢ndalo con famosa de turno. Su ¨¦xito se ha limitado a un par de minutos en imagen cada domingo como miembro del jurado en la gala de Operaci¨®n Triunfo. Minutos que han obrado el efecto de una tremenda campa?a publicitaria. Es el personaje del momento en la televisi¨®n.
Entre detractores y admiradores, sus frases circulan en Internet a la velocidad de la luz
Cuando Risto aparece, la audiencia pasa de un razonable 25% a picos que superan el 44%
El secreto de esos dos minutos de Risto Mejide est¨¢ en la forma y el contenido de su discurso. En muy pocos casos una aparici¨®n televisiva alcanza tanta notoriedad con elementos tan sencillos. Atrae lo que dice y, desde luego, c¨®mo lo dice. Risto Mejide fustiga a los concursantes con un lenguaje mordaz que dif¨ªcilmente causa indiferencia. Sus cr¨ªticas no se limitan a los j¨®venes aspirantes y apuntan tambi¨¦n a los profesores de la academia, a los estilistas ("visten a las chicas como putas y a los chicos como payasos") y a la propia direcci¨®n si hace al caso. Nadie se resiste a su juicio sumar¨ªsimo. Cuando aparece en pantalla, la audiencia de Tele 5 pasa de un razonable 25% a picos que superan el 44%. Y tener m¨¢s de un 44% de la audiencia pendiente de tus palabras s¨®lo es comparable con personajes que no hablan, sean Ronaldinho o los gal¨¢cticos de Capello.
Cuando habla Risto se hace un silencio expectante en el plat¨®. El concursante/v¨ªctima se levanta cariacontecido. Risto aparece postrado en su silla, en una actitud diletante, como si estuviera aburrido. Parte de su rostro se oculta tras unas enormes gafas ahumadas que le protegen de unas severas dioptr¨ªas. Entonces, habla: "El jurado est¨¢ fascinado contigo", empieza. "Por primera vez hemos visto a alguien capaz de aburrir hasta la saciedad al p¨²blico. Con tu actuaci¨®n le has dado la oportunidad a muchas familias que nos ven de ir a la nevera y tomarse algo. Nos da igual que desafines como una hiena, nos tienes que emocionar y hoy no lo has hecho". El concursante se siente aturdido. Quiz¨¢s necesite unos segundos para discernir si ha sido nominado para abandonar la academia o, simplemente, le acaban de recomendar que se dedique a otra cosa. "Tu futuro", le dice a un segundo concursante, "puede ser firmar un contrato por tres discos del que s¨®lo grabes uno, hacer una gira con otros dos triunfitos porque solo no llenar¨ªas ni un geri¨¢trico o acabar muriendo de viejo a los 30 a?os versionando a La D¨¦cada Prodigiosa".
Las frases de Risto Mejide circulan por la Red a la velocidad de la luz. La pol¨¦mica le rodea: detractores, admiradores y algunas leyendas urbanas que le se?alan como autor de algunas campa?as publicitarias de ¨¦xito como es el caso de la protagonizada por Bruce Lee para BMW ("Be water, my friend") o el eslogan de Vodafone (" La vida es m¨®vil, m¨®vil es Vodafone"). Sin embargo, ninguna de estas campa?as lleva su firma.
Ahora bien, ?hay detr¨¢s de ¨¦l una estrategia de la productora? ?O es Risto creaci¨®n de Risto?
Su nombre es finland¨¦s (un derivado de Cristo). Su apellido es gallego. Detr¨¢s del personaje hay un profesional de 32 a?os, que se form¨® en Esade, ha realizado campa?as para grupos musicales como U2, Britney Speers o Readiohead y ha trabajado para empresas como Saatchi&Saatchi y Bassat Ogilvy & Mather, entre otras, antes de recalar en la firma SCPF, donde actualmente presta sus servicios. Su pedigr¨ª en el sector publicitario no es especialmente relevante, seg¨²n algunas fuentes consultadas. De hecho, su reci¨¦n adquirida fama ha ocasionado alg¨²n malestar en su empresa. Eso s¨ª es simp¨¢tico y amable. Risto ha decidido no conceder entrevistas y s¨®lo hizo una excepci¨®n para el programa de Buenafuente. Est¨¢ por ver si podr¨¢ controlar esta popularidad que le rodea ahora mismo: el asedio de la prensa del coraz¨®n es muy preocupante.
Antes de su llegada a OT particip¨® como jurado en un programa ef¨ªmero titulado El invento del siglo, que apenas aguant¨® tres emisiones en Antena 3. En aquella ocasi¨®n, cuentan, se vio a un Risto mucho m¨¢s duro que en Operaci¨®n Triunfo. Sin embargo, la productora rechaza que su elecci¨®n escondiera la intenci¨®n de introducir en el jurado un miembro que interpretara el papel de malo: "Se le fich¨® para que juzgara el potencial comercial de los concursantes. Su ¨¦xito ha sido un hecho que ni esper¨¢bamos ni persegu¨ªamos". Una sorpresa que ha creado momentos de tensi¨®n en directo porque los dardos de Risto levantaban ampollas entre alumnos y profesores, alguno de los cuales no se recat¨® de contestarle duramente en p¨²blico. "Por un momento, OT pareci¨® m¨¢s un reality que un concurso de aspirantes a cantantes", comenta un miembro del programa. "De hecho, y a la vista de la audiencia, el esquema del programa ha variado en las ¨²ltimas semanas: se ha desplazado la actuaci¨®n del artista invitado para despejar el camino a las nominaciones". Los concursantes confiesan sentir p¨¢nico y la direcci¨®n procura saber unos minutos antes qu¨¦ es lo que va a decir Risto en directo.
Pero la audiencia manda. Y la audiencia pide a Risto. El minuto de oro en OT llega cuando entra en acci¨®n. "En esta edici¨®n de OT se est¨¢ hablando m¨¢s del jurado que de los concursantes, y eso es culpa vuestra", le suelta a un concursante. "Si fueras un producto, te estar¨ªa llegando la fecha de caducidad. T¨®mate esta nominaci¨®n para hacerte una campa?a de publicidad durante toda la semana".
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