El Pent¨¢gono reconoce que se producen 960 ataques a la semana en Irak desde agosto
Un informe concluye que la violencia ha alcanzado su nivel m¨¢ximo desde la invasi¨®n
Los iraqu¨ªes y los estadounidenses han sufrido en Irak un promedio de 960 ataques a la semana entre principios de agosto y principios de noviembre, seg¨²n el ¨²ltimo informe publicado el lunes por el Pent¨¢gono. Se trata del mayor n¨²mero de actos de violencia desde que el Departamento de Defensa de EE UU inici¨® esta publicaci¨®n trimestral en 2005. Aunque la mayor¨ªa de los objetivos son estadounidenses, los iraqu¨ªes constituyen el grueso de las v¨ªctimas. La amenaza que m¨¢s preocupa a los militares en Bagdad es la originada por militantes chi¨ªes.
La cifra media semanal representa un aumento del 22%
respecto al trimestre anterior, cuando se registraron 785 ataques a la semana. El n¨²mero de v¨ªctimas tambi¨¦n bate r¨¦cords: entre agosto y septiembre de 2006, murieron o resultaron heridos cada d¨ªa en actos de violencia
un promedio de 93 civiles, 33 militares o polic¨ªas iraqu¨ªes y 25 soldados estadounidenses.
El informe es la evaluaci¨®n m¨¢s exhaustiva que publica el Pent¨¢gono acerca de la operaci¨®n de seguridad que lidera Estados Unidos en Bagdad y que moviliza a unos 17.000 soldados en la capital. Seg¨²n las conclusiones del documento, este programa tuvo algunos ¨¦xitos al principio, porque forz¨® los combatientes a esconderse para evitar ser capturados. Sin embargo, los escuadrones de la muerte chi¨ªes no tardaron en adaptarse a la nueva situaci¨®n, y volvieron a cometer matanzas en zonas de Bagdad menos controladas por las tropas iraqu¨ªes y estadounidenses.
Las milicias chi¨ªes se benefician adem¨¢s del apoyo de c¨®mplices en la polic¨ªa iraqu¨ª: "Los escuadrones de la muerte chi¨ªes reciben el apoyo de elementos de la polic¨ªa iraqu¨ª que les garantizan una libertad de movimiento y les facilitan informaci¨®n acerca de sus futuras operaciones", precisa el informe, que advierte: "Esa es una de las principales razones del incremento de los asesinatos y las ejecuciones".
La divulgaci¨®n del documento, titulado Midiendo la estabilidad y la seguridad en Irak, coincidi¨® con la toma de posesi¨®n de Robert Gates como nuevo secretario de Defensa. Gates anunci¨® que planeaba realizar un viaje a Irak para consultar a los responsables del Ej¨¦rcito en el marco de una amplia revisi¨®n de la estrategia de su Gobierno en el pa¨ªs ¨¢rabe. "Un fracaso en Irak ser¨ªa una calamidad que atormentar¨ªa nuestro pa¨ªs, perjudicar¨ªa nuestra credibilidad y pondr¨ªa en peligro a los estadounidenses durante las pr¨®ximas d¨¦cadas", dijo.
El informe describe una situaci¨®n cr¨ªtica y alza el tono en sus acusaciones contra los milicianos chi¨ªes. Sobre todo, atribuye al Ej¨¦rcito del Mahdi, la poderosa milicia dirigida por el cl¨¦rigo M¨²qtada al S¨¢der, gran parte de la responsabilidad del caos iraqu¨ª. Los milicianos chi¨ªes son ahora responsables de m¨¢s muertos y heridos que los grupos terroristas, subraya el texto.
El Pent¨¢gono a?ade que una pol¨ªtica firme del Gobierno iraqu¨ª hubiera podido impedir que la inseguridad degenerara en una guerra civil. Aunque se?alan que los esfuerzos del primer ministro, Nuri al Maliki, para conseguir una reconciliaci¨®n entre las comunidades iraqu¨ªes han dado pocos resultados concretos, los autores creen que las instituciones iraqu¨ªes "se mantienen" y que el Gobierno "no ha abandonado este proceso pol¨ªtico".
Dudas sobre la estrategia
Otra conclusi¨®n pesimista es la que se refiere a la transferencia de competencias a las tropas iraqu¨ªes. El informe destaca que las fuerzas iraqu¨ªes nunca han contado con tantos efectivos: hab¨ªa en noviembre 322.600 militares y polic¨ªas iraqu¨ªes, 45.000 m¨¢s que en agosto. Sin embargo, el incremento de las tropas coincide con el aumento de la violencia en el pa¨ªs. Esta tendencia pone en duda la estrategia estadounidense de confiar en las fuerzas iraqu¨ªes para conseguir que disminuya la violencia: la Administraci¨®n de Bush ha decidido concentrar sus esfuerzos en el entrenamiento y el equipamiento de los soldados iraqu¨ªes, pero el Gobierno estadounidense tiene que determinar si esta opci¨®n es suficiente o si, por el contrario, se necesitan m¨¢s tropas estadounidenses en Bagdad para controlar la violencia y estabilizar la ciudad.
Asimismo, el informe detalla las causas de la inseguridad seg¨²n las regiones. Mientras que la violencia de los chi¨ªes es el principal problema en Bagdad, en la provincia de Anbar son los militantes sun¨ªes quienes ejecutan los peores ataques. Y en el norte de Bagdad, en Diyala y en Bilad, terroristas vinculados con Al Qaeda se enfrentan al Ej¨¦rcito del Mahdi.
Las se?ales positivas son escasas. El informe del Pent¨¢gono felicita al Gobierno iraqu¨ª por ir asumiendo poco a poco m¨¢s responsabilidades. Pero destaca que sigue siendo "urgente" que el Ejecutivo "demuestre su determinaci¨®n para acabar con los ataques sectarios".
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