CC OO alcanza la madurez
Sifre apuesta por "la utop¨ªa cotidiana" al celebrar el 40 aniversario del sindicato en Valencia
"La memoria de la militancia comunista, republicana, de los cristianos progresistas aflora ante los t¨ªmidos gestos aperturistas del franquismo y es la base de las comisiones obreras". Joan Sifre, secretario general de CC OO del Pa¨ªs Valenci¨¤, subraya que las comisiones obreras no reprodujeron ning¨²n movimiento obrero previamente existente, sino que nacieron como fruto de las aspiraciones de obreros y estudiantes "conscientes" que mantuvieron viva la memoria y reivindicaron la utop¨ªa a pesar del car¨¢cter monol¨ªtico y uniformador del r¨¦gimen del general Francisco Franco. Hace 40 a?os, la utop¨ªa apuntaba hacia la fraternidad universal, hoy, "la utop¨ªa es cotidiana, hecha de militancia y compromiso desde el convencimiento de que la historia es nuestra, sabemos que los avances se producen poco a poco, pero los grandes valores siguen siendo el motor", sigue Sifre.
El sindicato vertical dejaba un resquicio que se utiliz¨® para propiciar el cambio social
Hace 40 a?os, el 11 de diciembre de 1966, en una reuni¨®n en la sede de Lo Rat Penat en la Plaza de Manises, se constituy¨® la primera comisi¨®n provincial de las Comisiones Obreras. Enric T¨¢rrega, del Partit Socialista Valenci¨¤, y el periodista Vicent Ventura ejercieron como anfitriones de unos setenta representantes sindicales de otras tantas empresas.
Corr¨ªa "la d¨¦cada prodigiosa de los sesenta", comenta Sifre, Espa?a hab¨ªa salido de la autarqu¨ªa y viv¨ªa la d¨¦cada del Concilio Vaticano, del gobierno de los tecn¨®cratas, del mayo franc¨¦s, de la primavera de Praga.... El Partido Comunista hab¨ªa apostado por aprovechar la reorganizaci¨®n laboral de las grandes empresas para dejar sentir su presencia, para practicar lo que entonces se denominaba "el entrismo". El sindicato vertical, a pesar de todo, dejaba un resquicio para la representaci¨®n de los trabajadores que hab¨ªa que aprovechar para propiciar el cambio social previo a un posterior cambio pol¨ªtico.
Segundas generaciones de comunistas, obreros vinculados a las Hermandades Obreras de Acci¨®n Cat¨®lica, j¨®venes inquietos vinculados a organizaciones cristianas como las JARC, JEC o JOC -"la carcajada cat¨®lica"-, aportaron el cuerpo de las primeras comisiones obreras.
La complejidad de los debates ideol¨®gicos era tremenda. Y la clandestinidad no ayudaba. ?Deb¨ªa ser el sindicato ¨²nico, unitario, de clase? ?Deb¨ªa organizarse en ramas (sectores) o por barrios?
Altos Hornos de Vizcaya (Sagunto), Macosa o la Papelera Valenciana fueron los primeros referentes del movimiento obrero en Valencia. El 1 de mayo de 1967, los activistas de las comisiones obreras decidieron lanzarse a la calle y dar la cara. Unas doscientas personas tomaron la calle de la Paz de Valencia y desfilaron hasta Marqu¨¦s de Dos Aguas, donde esperaban los grises. Entre los detenidos, 14 fueron procesados, dos fueron condenados a cuatro a?os de prisi¨®n; otro, a dos a?os...
Pero Comisiones Obreras sobrevivi¨® el envite. Y hasta hoy, "en defensa del capital humano, el m¨¢s arraigado, el que m¨¢s riqueza genera", record¨® ayer Sifre, en un acto interno de homenaje a los precursores.
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