Miedo a Capello
Tenemos a media Eurolandia pendiente de las alineaciones y declaraciones de Capello, y cuando finalizan esos partidos catastr¨®ficos del Madrid ofrecidos por las cadenas de la UE, como ocurri¨® este mi¨¦rcoles ante el Recre, los analistas futboleros de los estados-naci¨®n se lanzan a las piscinas te¨®ricas con la misma fogosidad y erudici¨®n que los tertulianos de las autonom¨ªas-naci¨®n (El rondo, Sport Center, Maldini). Haces un r¨¢pido zapping europeo y satelitario despu¨¦s de un partido malo de los merengues y te encuentras con las pantallas de Europa ocupadas por la descodificaci¨®n del sistema Capello.
Es la primera vez que un producto televisivo casero, o italo-espa?ol, suscita tanto entusiasmo transfronterizo y multicultural. Si Europa existe, la mejor prueba es esta pasi¨®n discutida por el regreso de Capello al Madrid, con sus muy inflexibles t¨¢cticas que tanto se flexibilizan domingo a domingo y dan tanto juego a los analistas, sin distinci¨®n de forofadas o nacionalismos. Es cierto que el Bar?a y el Sevilla intentan restarle in¨²tilmente protagonismo medi¨¢tico a Capello. Pero lo que une a Europa, como se sabe, no son las glorias pasadas, sino las crisis y derrotas estilo Recre.
Lo que actualmente fascina a Eurolandia y la cohesiona durante al menos 90 minutos es el ins¨®lito espect¨¢culo de ver a los jugadores m¨¢s millonarios de la UE practicar la mangancia mientras Capello, desde el banquillo, blasfema, gesticula, agita el l¨¢tigo. Es m¨¢s, yo propondr¨ªa al realizador de la se?al europea una permanente ventanilla v¨ªdeo, en plan f¨®rmula 1, fijada sobre Fabio. Estar¨ªa dispuesto a pagar un plus en las retransmisiones del Plus o la pay-per-view porque el espect¨¢culo del Madrid ya no est¨¢, ay, en el terreno de juego, sino en el banquillo y alrededores.
Y es que desde aquel famoso miedo esc¨¦nico de los que pisaban el Bernab¨¦u, hemos pasado sin transici¨®n a este tambi¨¦n paralizante miedo a Capello que se inicia en los entrenamientos, su nudo dram¨¢tico ocurre en el vestuario y su desenlace imprevisible es la rueda de prensa. Pura dramaturgia televisiva.
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