Multitudinario adi¨®s al d¨¦spota de Turkmenist¨¢n

Vestidas de negro y cargadas de flores, decenas de miles de personas despidieron el domingo al presidente de Turkmenist¨¢n, Saparmurat Niy¨¢zov, muerto el jueves de un infarto tras haber dirigido, durante 21 a?os, uno de los reg¨ªmenes m¨¢s opacos y represivos del mundo. Para llegar a la capilla ardiente, instalada en el Palacio Presidencial, la multitud deb¨ªa pasar ante el Arco de la Neutralidad, coronado por una estatua dorada de Niy¨¢zov, que gira para estar siempre de cara al sol. Junto al f¨¦retro estaban su viuda y sus dos hijos, Murad e Irina, que viven en el extranjero y apenas ten¨ªan contacto con su padre.

A las exequias asistieron tambi¨¦n, a bordo de limusinas, mandatarios de 40 pa¨ªses, entre ellos los primeros ministros de Rusia, Ucrania y Turqu¨ªa, y representantes de pa¨ªses con intereses en esta Rep¨²blica centroasi¨¢tica, como EE UU, China, India, Pakist¨¢n, Canad¨¢, Jap¨®n, Brasil o Espa?a. Turkmenist¨¢n es el quinto productor de gas del mundo. Tras la ceremonia de despedida, los restos del dictador fueron trasladados hasta su localidad natal, Kipchak, y depositados en el recinto de la mezquita que ¨¦l mismo hizo construir, la m¨¢s grande de Asia Central, y que es conocida como Espiritualidad de Turkmenbash¨ª (Padre de los turcomanos), como Niy¨¢zov se hac¨ªa llamar. La muerte repentina del d¨¦spota, que impuso un delirante culto a su personalidad, abre ahora la batalla por la sucesi¨®n.