El pr¨ªncipe Laurent de B¨¦lgica, en apuros

Como tantos pr¨ªncipes descolocados por sus alejadas expectativas de llevar la corona, Laurent (1963), el hijo menor del rey Alberto II de B¨¦lgica, se encuentra amenazado por las declaraciones de uno de sus antiguos consejeros. La casa real belga de los Saxe-Coburg tiembla ante la celebraci¨®n del juicio, el pr¨®ximo 8 de enero, contra varios militares y empresarios acusados de evaporar unos 2,2 millones de euros de los fondos de la Marina. Entre los implicados figura el coronel No?l Vaessen, consejero del pr¨ªncipe Laurent entre 1993 y 1997. Una parte del dinero esfumado, unos 175.000 euros, se habr¨ªa empleado en decorar y acomodar Villa Clementina, la residencia de Laurent en el privilegiado entorno de Tervuren y en financiar su fundaci¨®n para la protecci¨®n de los animales. En sus manifestaciones, el coronel ha comprometido a Laurent asegurando que estaba al corriente de los cambalaches. Todo ello aderezado con un asunto de facturas falsas que ahora jueces y fiscales indagan con lupa. La dotaci¨®n mensual de 75.000 francos belgas que recib¨ªa el pr¨ªncipe a principio de los a?os noventa, para sus dispendios resultaba insuficiente para el tren de vida esperado por su posici¨®n social y hab¨ªa movido a la piedad de sus consejeros. Quiz¨¢ las desgracias del pr¨ªncipe se agravaron en 1991, cuando el rey Balduino abrog¨® la ley s¨¢lica que imped¨ªa a las mujeres acceder al trono en B¨¦lgica. Para Laurent signific¨® un serio retroceso de su posici¨®n en el Juego de la Oca sucesoria. Su ficha que llevaba al trono pas¨® de la casilla 3 a la 11. Desde entonces aument¨® la marginaci¨®n del patito feo de la casa real belga y la desorientaci¨®n sobre su futuro profesional. La sacudida ha sido profunda y el asunto ha llenado las primeras p¨¢ginas de los primeros diarios de Bruselas. Temeroso de que la crisis del pr¨ªncipe arrastrara a la corona, el rey Alberto II lanz¨® una seria advertencia al pr¨ªncipe en su discurso de Navidad, que puso al descubierto el espanto con que se vive la crisis en el palacio de Laeken. Para el rey, "nadie est¨¢ por encima de la ley", e invit¨® sin nombrarlo directamente a Laurent a reembolsar el dinero perdido. Una interpretaci¨®n melodram¨¢tica que no sorprendi¨® del todo a los belgas, cada vez m¨¢s resignados con las andanzas de sus reyes. Tan s¨®lo hace siete a?os, el rey les sorprendi¨® con el reconocimiento de la paternidad de una hija ileg¨ªtima. Un reconocimiento que te¨®ricamente puso fin a su doble vida. Un caso no f¨¢cil de entender cuando la relegada era una mujer como Paola.-