La nueva vida de Antonio Luque
Antonio (Sevilla, 1970) tiene una posici¨®n peculiar en el negocio de la m¨²sica espa?ola. Tal vez no aparezca en esas ceremonias donde se reparten premios pero, con su ¨¢lter ego de Se?or Chinarro, es idolatrado en los c¨ªrculos del indie pop. A pesar de su opacidad y otras idiosincrasias es un habitual del Festival de Benic¨¤ssim, donde act¨²a "todos los a?os impares". Por lo tanto, choca saber que s¨®lo vive exclusivamente de la m¨²sica desde 2005.
El hombre de Se?or Chinarro puntualiza que s¨®lo entonces pudo dejar su puesto en una f¨¢brica sevillana. "Era encargado de producci¨®n en Bollycao, pero no tengo madera de jefe. Trabaj¨¦ incluso con chavales que conoc¨ªan mis discos y que terminaron mir¨¢ndome mal: no disfruto dando ¨®rdenes. Adem¨¢s, me resultaba muy dif¨ªcil desconectar y volver a ejercer de artista. Ahora me lo puedo permitir gracias a que no necesito pagar una hipoteca: mi mujer ten¨ªa una casa en M¨¢laga. He descubierto que vivir al lado del mar aporta un grado de felicidad; los espetos de sardinas deber¨ªan estar reconocidos como uno de los grandes inventos de la humanidad. Adem¨¢s, los malague?os son menos rancios; incluso alguien como yo puede hacer amigos con facilidad".
?Y c¨®mo es ¨¦l? Le dicen raro, y lo entiende: "Me acompa?a esa percepci¨®n. Como soy alto, t¨ªmido y con voz grave, hay quien me cree un psic¨®pata. En los tiempos ¨¢lgidos del indie, cuando hab¨ªa chicas muy lanzadas, yo no ten¨ªa groupies, supongo que daba miedo. Tambi¨¦n estoy marcado por algunos conciertos ca¨®ticos, aunque me fastidie que se recuerden esos y no en los que est¨¢bamos inspirados".
Se?or Chinarro pertenece a la primera quinta del indie: debut¨® en 1993, en Acuarela (de hecho, el sello se inaugur¨® con sus ocurrencias). Mirando atr¨¢s, Luque ratifica que aquel angl¨®filo movimiento reaccionaba contra la degeneraci¨®n de la movida: "Fueron horribles el final de los ochenta y el principio de los noventa. Resultaba hasta un incentivo: 'Si ¨¦stos suenan con canciones tan malas, yo podr¨ªa intentar hacer algo mejor'. Pero creo que nuestra generaci¨®n desperdici¨® las oportunidades con actuaciones malas, el ingl¨¦s guachi guachi y otras majader¨ªas". Luque manifiesta hoy un sentido profesional respecto a su actividad: en los ¨²ltimos a?os ha pasado por tres compa?¨ªas. "Ya no firmo contratos largos: negocio disco a disco, seg¨²n resultados. Tuve distribuci¨®n de multinacional con el trabajo anterior y no se hizo nada con ¨¦l. Es un esfuerzo muy grande el conseguir que una persona adquiera un disco tuyo y no se puede lograr sin entusiasmo e inversi¨®n".
Lo dice alguien que, asegura, ya no compra discos: "Me descargo cosas de Internet o disfruto de recopilaciones que me pasan amigos. ??ltimos descubrimientos? Unos incunables de Flaming Lips, algo de Gastr del Sol. Pero mi mujer tiene gustos m¨¢s amplios y termino escuchando a Roc¨ªo D¨²rcal o La Mala, interesantes por otras razones".
La m¨²sica de Se?or Chinarro ahora brota l¨²dica, lejos del l¨²gubre hermetismo de algunos momentos de los noventa: "Me tachaban de depresivo y eso son palabras mayores. Ten¨ªa el lastre de poses muy juveniles, igual que el look. Recuerdo que, con el primer grupo, un amigo y yo fuimos a una peluquer¨ªa y pedimos que nos cortaran el pelo como Ian McCulloch
[cantante de Echo & The Bunnymen]. Pero la masa capilar no daba para eso y mucho menos para peinarnos al estilo de Robert Smith. Ahora cuido mucho las letras para que se me entienda clar¨ªsimo. En este disco, le ped¨ª al productor, Jordi Gil, que mi voz quedara n¨ªtida en todo momento".
Temas como Gitana o Del
mont¨®n confirman la deriva de cierto sector del indie -ah¨ª est¨¢n sus amigos granadinos del Grupo de Expertos Solynieve- hacia un pop claramente espa?ol. "No es algo nuevo", explica Luque, "perd¨ª la verg¨¹enza de hacer m¨²sica que sonara andaluza, renunci¨¦ a la tontuna de hacer cosas rar¨ªsimas porque s¨ª. Tambi¨¦n interioric¨¦ una confidencia de Kiko Veneno: 'Si te lo pasas bien en el escenario, eso se transmite al p¨²blico'. Es verdad". Hace un par de a?os, incluso grab¨® con Enrique Morente: "Nunca hab¨ªa tenido un disco suyo, pero escucharle calentando la voz ya fue una revelaci¨®n. Es como si tuviera un instrumento distinto de los del resto de los mortales".
Junto a esos gui?os a lo racial, Luque mantiene un aliento cr¨ªtico: "?Te refieres a Militar? Por las ma?anas, cuando veo las gentes que van al trabajo, imagino que son como oleadas de soldados enviados a una misi¨®n condenada al fracaso. Gastamos la vida en unas labores que, adem¨¢s, s¨®lo permiten pagar la comida y la cama. Tendr¨ªan que existir otras alternativas. La verdad es que me burlo de los que tragan, pero tambi¨¦n de los que presumen de no tragar. Por ejemplo, No dispares: dudo que vengan grandes soluciones de pasarse horas fumando porros. Ese avi¨®n tan bonito que cruza el cielo igual ha salido de Rota rumbo a Irak".
El disco, que conste, incluye hasta la deliciosa Canci¨®n de G. G. Penningstone, dedicada a su hijo Guillermo. No es tan sencillo cantar a estas cosas, reconoce Luque: "Cuando siento que estoy contando demasiadas intimidades, me escapo metiendo unos versos cr¨ªpticos. Es bueno despistar".
Dr. Chinarro, el mundo seg¨²n ha sido publicado por Mushroom Pillow. Pr¨®ximos conciertos. Febrero: viernes, 9. Aspe. Sala Monkey Club; s¨¢bado, 10. Tarragona. Sala Zero; jueves, 15. Salamanca. Sala Irish Rover; viernes, 16. Valladolid (pendiente sala); s¨¢bado, 17. Madrid. Club Neu. Marzo: viernes, 2. Murcia. Sala 12 & ?; s¨¢bado, 3. Hospitalet. Let's Festival. Abril: viernes, 6. Santander.
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