Nuevas estrategias para una alimentaci¨®n saludable
La autorregulaci¨®n empresarial y de la publicidad es clave para combatir la obesidad
Nuestra perspectiva de salud, bienestar y longevidad est¨¢ muy relacionada con la diversidad bioqu¨ªmica de los alimentos que comemos; adem¨¢s de depender de nuestros genes y de la historia individual que va quedando marcada en nuestros cromosomas por el estilo de vida que seguimos; en particular, por la alimentaci¨®n practicada durante las etapas m¨¢s activas del desarrollo.
Hay un creciente conocimiento de nuevas propiedades de los alimentos como fuente de numerosas mol¨¦culas bioactivas y reguladoras, que afectan diversos procesos bioqu¨ªmicos de nuestro organismo y que pueden as¨ª resultar beneficiosos. Tambi¨¦n conocemos mejor los efectos adversos de los h¨¢bitos de comidas ricas en grasas saturadas, ¨¢cidos grasos trans, sal, y de otros componentes habituales en los alimentos. Sin duda, los presentes desarrollos en alimentaci¨®n ya no vienen marcados por asegurar la disponibilidad e inocuidad de los alimentos (que damos por razonablemente garantizados) sino por el objetivo de mejorar nuestra salud y bienestar a trav¨¦s de la alimentaci¨®n.
En diversos pa¨ªses se est¨¢n generando estrategias contra las enfermedades cr¨®nicas de nuestro tiempo; en particular, contra la obesidad y sus complicaciones. Se ha ido reconociendo que estas enfermedades est¨¢n estrechamente relacionadas con la alimentaci¨®n y otros aspectos del estilo de vida (estr¨¦s, poco ejercicio f¨ªsico, tabaquismo) y que hoy la obesidad es el primer problema nutricional adem¨¢s de acompa?arse de complicaciones como la diabetes y enfermedades cardiovasculares, de enorme trascendencia para la salud y la econom¨ªa.
Las recomendaciones generales de comer menos y equilibradamente y de hacer ejercicio moderado chocan con m¨²ltiples aspectos de nuestra cultura occidentalizada que, de hecho, promueven la obesidad (mayor densidad energ¨¦tica de las comidas, su relaci¨®n con los actos sociales, estr¨¦s, poca actividad f¨ªsica, etc¨¦tera). Reconocido el problema, dadas sus ya muy aparentes consecuencias econ¨®micas y sociales, las claves de cualquier pol¨ªtica de salud p¨²blica y alimentaria en este campo precisan de la complicidad de los interlocutores sociales interesados (empresas, legisladores, consumidores, medios de comunicaci¨®n, educadores, etc.) y reclaman unas directrices claras.
Espa?a est¨¢ siendo pionera en un abordaje interesante y original del problema, en el marco de la llamada de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, desde 2003. El Ministerio de Sanidad y Consumo est¨¢ comprometido en la denominada Estrategia para la Nutrici¨®n, Actividad F¨ªsica y Prevenci¨®n de la Obesidad (NAOS), con la colaboraci¨®n de administraciones, cient¨ªficos y empresas (industria de la alimentaci¨®n, distribuci¨®n, restauraci¨®n, entre otras), y la promoci¨®n de acciones en el ¨¢mbito empresarial, familiar, escolar y comunitario. Es una propuesta pionera, seguida ya por otros pa¨ªses europeos. El objetivo es fomentar una alimentaci¨®n saludable y promover la actividad f¨ªsica para invertir la tendencia ascendente de la obesidad y reducir sustancialmente la morbilidad y mortalidad atribuible a las enfermedades cr¨®nicas. La estrategia NAOS es una iniciativa conciliadora, mediante recomendaciones, convenios o acuerdos voluntarios y autorregulaci¨®n, de los que depende su ¨¦xito. Cabe destacar su buena acogida por la industria alimentaria espa?ola y que determinadas desviaciones (siempre esperables) de empresas individuales, por muy noticiables que sean, no debieran desmerecer la bondad del compromiso general.
Por su parte, Europa acaba de aportar una nueva herramienta, de profundo calado. El Parlamento Europeo ha aprobado la normativa sobre Alegaciones Nutricionales y Alegaciones de Salud en Alimentos y pronto aparecer¨¢ publicada en el diario oficial. Ha sido una iniciativa de la CE de 2003 cuyo tr¨¢mite parlamentario, a lo largo de 3 a?os, ha estado muy marcado por una fuerte controversia, al implicar notables intereses y expectativas, aunque con escaso eco en Espa?a. El texto fija un conjunto de normas que deben regir uniformemente en los Estados para reducir la actual anarqu¨ªa en publicidad sobre alimentossalud. Cada pa¨ªs ha venido aplicando su propia interpretaci¨®n ciertamente oscilante de las propiedades/beneficios que pueden ser alegados en etiquetas, anuncios publicitarios, etc., resultando insuficiente ante la publicidad enga?osa, no sustentada cient¨ªficamente, que afecta a todos los consumidores, incluyendo la poblaci¨®n infantil y juvenil.
Lo sustancial de esta legislaci¨®n es que cualquier alegaci¨®n de salud en alimentos deber¨¢ estar sustanciada cient¨ªficamente, deber¨¢ superar la evaluaci¨®n cient¨ªfica previa del Panel Cient¨ªfico de Nutrici¨®n de la EFSA (Autoridad Europea en Seguridad Alimentaria). Habr¨¢ las "alegaciones nutricionales" para las referencias a composici¨®n de los alimentos (por ejemplo, las alegaciones de bajo contenido en energ¨ªa, bajo en grasa, sin sal, rico en tal o cual componente, etc., debiendo ajustarse a l¨ªmites precisos del componente). Adem¨¢s, ser¨¢n posibles "alegaciones de salud", incluyendo las de reducci¨®n de riesgos de enfermedades, siempre que sean precisas, entendibles por el consumidor medio, y probadas cient¨ªficamente. Un aspecto que incorpora esta legislaci¨®n emergente, de los m¨¢s controvertidos pero muy demandado por los consumidores, es la prohibici¨®n de que lleven alegaciones aquellos alimentos que no respondan a un "perfil nutricional" m¨ªnimamente saludable (exceso de grasa saturada, sal, etc.). El consumidor podr¨¢ confiar m¨¢s en las alegaciones y las empresas tendr¨¢n m¨¢s seguridad jur¨ªdica sobre lo que puede o no alegarse en sus productos.
Las dos estrategias, conciliadora y legislativa, son muy compatibles pero limitadas. As¨ª, la conciliadora NAOS est¨¢ condenada a tener que afrontar, y superar, cualquier estrategia empresarial de marketing que se mantenga indiferente a los problemas de salud que pueda causar. Las hamburguesas XXL ya se han convertido en un caso paradigm¨¢tico.
Aunque deja huecos, la legislaci¨®n europea, contiene m¨¢s incentivos, incluyendo el fomento de la investigaci¨®n, abriendo un camino claro marcando que, en lugar de oponerse, lo apetecible se congracie con lo saludable. Cuanto antes lo entiendan y encaminen sus estrategias las empresas del sector alimentario, m¨¢s f¨¢cil les ser¨¢ desenvolverse en lo que ya es (alimentos/salud) uno de los sectores econ¨®micos en m¨¢s clara expansi¨®n.
El conocimiento cient¨ªfico neutral ofrece cada d¨ªa m¨¢s evidencia de que hay diferencias muy marcadas entre los alimentos. Tanto la econom¨ªa de las empresas como nuestra salud dependen de que no las ignoremos.
Andreu Palou es vicepresidente del Panel Cient¨ªfico de Nutrici¨®n de la EFSA (Autoridad Europea en Seguridad Alimentaria).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.