Psicosis en el Calder¨®n
El Atl¨¦tico, atenazado por su miedo a recibir goles, vuelve a ceder puntos en casa y empata contra el colista
No se sabe con qu¨¦ expectativas acudi¨® ayer, d¨ªa de Reyes, el aficionado atl¨¦tico al Calder¨®n. Fueran las que fueran, salvo las muy pesimistas, fueran defraudadas. Por lo menos, hasta que la voz destemplada de Javier Aguirre sirvi¨® de despertador en el segundo tiempo.
Un pitido tibio que le cambi¨® ligeramente el paso, m¨¢s que cansino, al equipo.
Los primeros 45 minutos del conjunto rojiblanco podr¨ªan figurar entre los m¨¢s plomizos de la historia del Manzanares. Lo que tiene su m¨¦rito. El p¨²blico -los que permanecieron despiertos- se aburri¨®, se enfad¨® y pit¨® mucho. Se supone que con la intenci¨®n de ver si espabilaban a los futbolistas. Tuvieron un ¨¦xito relativo.
ATL?TICO DE MADRID 0 - GIMN?STIC 0
Atl¨¦tico: Leo Franco; Valera, Pablo, Z¨¦ Castro, Pern¨ªa; Galletti, Gabi (Pollo, m. 89), Jurado, Antonio L¨®pez (Mista, m. 46); Ag¨¹ero y Fernando Torres. No utilizados: Cuellar; Azc¨¢rate, Jacobo y V¨ªctor Bravo.
N¨¤stic: Rub¨¦n P¨¦rez: Ruz, Llera, Matell¨¢n, Mingo; Generelo (Irurzun, m. 62), Morales, Buades; Campano (Cu¨¦llar, m. 69), Juan; y Rub¨¦n Castro (Portillo, m. 75). No utilizados: Bizarri; Serrano, David Garc¨ªa y Gil.
?rbitro: Delgado Ferreiro. Amonest¨® a Valera, Pern¨ªa, Irurzun y Morales. Expuls¨® a Gabi por doble amarilla (m. 88).
35.000 espectadores en el Vicente Calder¨®n.
Los primeros minutos de los rojiblancos est¨¢n entre los m¨¢s plomizos de la historia del club
Los futbolistas del Atl¨¦tico, cumpliendo con un absurdo rito supersticioso, se limitaron a esperar a que concluyera el parcial sin encajar un gol. Esa era su ¨²nica misi¨®n. Hasta el momento el grupo de Aguirre empieza perdiendo en su casa con una asombrosa regularidad. Tampoco parece una soluci¨®n muy inteligente conseguir dejar la porter¨ªa a cero neg¨¢ndose a jugar, para acabar empatando con el peor equipo del campeonato.
En ese periodo, pese a tener la pelota m¨¢s que el N¨¤stic, ?solo faltaba!, el equipo que acunaban Gabi y Jurado no tuvo ni una ocasi¨®n. Nada. Mientras tanto, el colista de la Liga dispuso de tres oportunidades bastante buenas para marcar.
La primera, de Rub¨¦n Castro antes del primer cuarto de hora. El canario recibi¨® un pase en profundidad de Matell¨¢n y se qued¨® solo. Cruz¨® demasiado la pelota. A la media hora, un cabezazo de Matell¨¢n se march¨® ligeramente alto. La ¨²ltima fue un lanzamiento de falta de campano que sac¨® con muchos reflejos Leo Franco. La parada tuvo su truco, porque el portero argentino hab¨ªa dejado completamente desprotegido el palo de la barrera.
El segundo tiempo, con Mista ejerciendo de piedra filosofal, equilibr¨® el centro del campo. El ahogo de los rojiblancos, atrapados por un lazo en el medio que formaban Morales, Buades y Generelo, se convirti¨® en un irregular boquear. La escena inaugural de ese nuevo estado de las cosas fue una gran jugada de Ag¨¹ero. El argentino le cedi¨® la pelota dentro del ¨¢rea a Galletti para que, sin portero, la empujara a la red. Pero Galletti no la empuj¨® a la red, sino fuera.
El esquema record¨® al de toda la temporada. Un prolongado inicio desesperante para la grada y un s¨²bito despertar coincidiendo con la charla intermedia de Javier Aguirre. El N¨¤stic tambi¨¦n cumpli¨® con lo esperable. Gan¨® terreno cuando el Atl¨¦tico era un mu?eco de trapo y se acurruc¨® junto a su portero cuando le vinieron mal dadas. El conjunto catal¨¢n no tiene muchas m¨¢s opciones. Sus jugadores est¨¢n varios cuerpos por debajo de los del Atl¨¦tico. Sin embargo, su t¨¦cnico, Paco Flores, fue desmantelando su centro del campo para meter jugadores de ataque seg¨²n pasaban los minutos. Como suele suceder, el N¨¤stic casi dej¨® de tener oportunidades de gol.
La mejor noticia para el equipo madrile?o fue la progresiva mejor¨ªa de Ag¨¹ero. El jovenc¨ªsimo delantero, el fichaje m¨¢s caro de la historia del club, no es que tuviera una actuaci¨®n brillante, pero demostr¨® que cada d¨ªa tiene m¨¢s peso en el equipo. Juega menos a su aire. Antes daba la impresi¨®n de que era una pieza suelta, como si no estuviera sincronizado con sus compa?eros. Ya se entiende mejor con Torres. Ya combina con el resto. Y eso es bueno, porque es uno de los pocos jugadores especiales con los que cuenta Aguirre. Aunque ayer fall¨® un mano a mano en el ¨²ltimo minuto frente a Rub¨¦n P¨¦rez.
El Atl¨¦tico est¨¢ en puestos europeos y eso es lo que sus dirigentes le han pedido al entrenador. Desde ese punto de vista, todo es muy exitoso. El conjunto tiene muchas y muy significativas bajas que lastran su juego. De acuerdo. Pero la incapacidad del conjunto rojiblanco para jugar con dignidad en su propio estadio empieza a ser grave. Al mexicano Javier Aguirre le preocupaba que el asunto se convirtiera en una obsesi¨®n. Demasiado tarde.
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