Esperanza contra ETA
Ha ocurrido lo que mucha gente esperaba que no volver¨ªa a suceder: un atentado de ETA. En esta ocasi¨®n ni siquiera ha habido una declaraci¨®n previa de ruptura de la tregua: la bomba ha hablado por s¨ª sola. De nuevo la esperanza de paz y libertad queda ensombrecida por el negro humo que deja la explosi¨®n del terror. ?Y ahora qu¨¦?
Las reglas del juego democr¨¢tico han sido, son y ser¨¢n las mismas: ni gestos, ni di¨¢logo, ni negociaci¨®n con quien emplea la violencia. La tregua ni la declara ni la rompe un gobierno, porque no es el Estado quien mata ni quien defiende sus ideas con el terror: la tregua la declara y la rompe una organizaci¨®n terrorista que parece incapaz de asumir un compromiso que ella misma adquiere unilateralmente, el cese de la violencia para encontrar una soluci¨®n dialogada a un conflicto que dura ya demasiados a?os. Una organizaci¨®n incapaz de comprender que la justicia no puede entender ni entiende de treguas, que la autodeterminaci¨®n del Pa¨ªs Vasco no cabe en el marco constitucional ni en la Europa del siglo XXI y que el futuro de Navarra ser¨¢ el que los navarros manifiesten en las urnas libremente y sin ning¨²n tipo de violencia que condicione su voluntad. Ahora es el momento de salir a la calle, no contra el gobierno, sino para apoyarle, no contra el di¨¢logo, sino contra ETA: algo que deber¨ªamos haber hecho durante la tregua que se ha roto con el sonido ensordecedor de una bomba, pero que no conseguir¨¢ romper la esperanza de paz ni callar la voz del pueblo espa?ol.- Alberto R¨ªos Mosteiro. Madrid.
Por desgracia se han cumplido los tristes vaticinios de los esc¨¦pticos. Todos los que pens¨¢bamos que s¨®lo los muy optimistas pod¨ªan pensar que ETA iba a abandonar el ¨²nico camino que conoce, el crimen y la extorsi¨®n, s¨®lo con buenos deseos por parte del Gobierno, hemos visto, insisto, desgraciadamente, c¨®mo los hechos nos han dado la raz¨®n. Como es natural exig¨ªan lo que siempre han exigido, autodeterminaci¨®n, territorialidad y beneficios para sus presos, asuntos todos ellos de dif¨ªcil encaje por el Estado de derecho.
Quer¨ªamos tener esperanza, pero el sentido com¨²n nos dec¨ªa que era muy dif¨ªcil sustentarla. Sin embargo, el optimismo de que hac¨ªa gala el presidente del Gobierno, nos hac¨ªa creer, contra toda l¨®gica, que quiz¨¢ ¨¦l tuviera datos que nosotros desconoc¨ªamos y que hicieran posible el milagro de la paz.
Aunque la actitud de ETA durante lo que se dio en llamar "alto el fuego permanente" no hac¨ªa presagiar nada bueno, con robo de armas, kale borroca y cartas de extorsi¨®n incluidas, el atentado de Barajas nos ha hecho despertar definitivamente de nuestro sue?o.
?Y ahora qu¨¦? Creo que ¨¦ste es el momento de arrimar el hombro todos. Especialmente los pol¨ªticos y esos medios de comunicaci¨®n tan sectarios de uno y otro lado. De olvidarse de partidismos y darse cuenta de una vez que el enemigo es ETA, que quien tiene la culpa de todo es ETA, y que los dem¨¢s, es decir, los dem¨®cratas, diferencias pol¨ªticas aparte, debemos ser un bloque contra el terrorismo.
Espero que demos la talla.
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