?Es suficiente la ley?
El autor mantiene que la Ley Antitabaco, que cumple un a?o, no atiende a los adictos que padecen adem¨¢s patolog¨ªa dual, cuya cura puede incluir el uso de nicotina como medicamento.
La entrada en vigor hace un a?o de la Ley Antitabaco, al haber disminuido la permisividad y la visi¨®n positiva que se ten¨ªa del acto de fumar, ha supuesto una medida eficaz de protecci¨®n de los no fumadores, as¨ª como de los fumadores no adictos, ya que ha inducido al 8% de ¨¦stos a su abandono, seg¨²n lo avala, entre otros, la encuesta del Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS) de noviembre de 2006, para mayores de 18 a?os.
?Pero qu¨¦ pasa con los fumadores que no pueden o no quieren dejarlo?
La nicotina puede ser necesaria durante a?os como regulador de las disfunciones cerebrales
Toda persona que necesita de una sustancia cualquiera para vivir, funcionar, trabajar y disfrutar de la vida sufre de una conducta adictiva. ?C¨®mo explicar si no los resultados del estudio publicado recientemente en Cancer Epidemiology Biomarkers & Prevention, que confirman que casi la mitad de los fumadores diagnosticados con c¨¢ncer de pulm¨®n recaen en el h¨¢bito de fumar en las fases iniciales de su tratamiento, reduciendo la eficacia de las terapias oncol¨®gicas y su esperanza de vida?
Los estudios en neurociencias han puesto de manifiesto que hay personas que presentan disfunciones cerebrales que las hacen m¨¢s vulnerables a las conductas adictivas.
Para corregir estas alteraciones son necesarias, en ocasiones, determinadas sustancias como los f¨¢rmacos. Pero en la vida diaria, el sujeto puede hallarlas de forma casual (drogas estimulantes, sedantes, nicotina, etc.) y ¨¦stas, al mitigar de momento su sufrimiento, generan dependencia, dando origen as¨ª a la adicci¨®n.
Para una de estas sustancias -la nicotina- el cerebro tiene un sistema de receptores naturales donde ¨¦sta act¨²a, llamados receptores colin¨¦rgicos nicot¨ªnicos que estimulan el sistema de recompensa cerebral por el cual el sujeto siente placer y alivio.
La nicotina puede mejorar algunas de las funciones cognitivas como la memoria, la atenci¨®n y la concentraci¨®n, y adem¨¢s presenta efectos ansiol¨ªticos y antidepresivos.
Por esto, y seg¨²n lo se?alan los estudios epidemiol¨®gicos, en las personas que padecen la adicci¨®n al tabaco se constata la presencia de estas alteraciones cerebrales.
Esta afirmaci¨®n no pretende avalar los efectos beneficiosos del tabaco, ya que a la nicotina, que es su principio activo, se le unen cientos de gases y sustancias t¨®xicas que, inhaladas en aire caliente, son devastadoramente perjudiciales para la salud de los fumadores activos y pasivos.
?C¨®mo se diagnostica la adicci¨®n al tabaco? Diagnosticar la adicci¨®n significa encontrar la causa que la origina.
En esta b¨²squeda, pueden aparecer distintas patolog¨ªas mentales relacionadas entre s¨ª, que cursan al mismo tiempo, y que pueden resultar desconocidas incluso para el propio afectado. Esta concurrencia entre la adicci¨®n y otra enfermedad mental se conoce como "patolog¨ªa dual".
?C¨®mo se trata la adicci¨®n? El tratamiento para los adictos tiene dos vertientes: una psicosocial y psicoeducativa, y otra farmacol¨®gica. En esta ¨²ltima se est¨¢n produciendo avances terap¨¦uticos importantes. Hasta ahora, uno de los principales f¨¢rmacos para tratar la adicci¨®n al tabaco era un antidepresivo conocido en Estados Unidos desde mediados de los a?os ochenta. En septiembre de 2006, la Agencia Europea del Medicamento aprob¨® un nuevo f¨¢rmaco que act¨²a como agonista-antagonista de los receptores cerebrales antes mencionados que mejora temporalmente los resultados del anterior producto.
Pero, probablemente, el tratamiento m¨¢s importante para los adictos al tabaco sea la propia nicotina.
Al igual que sucede en otras adicciones, hay adictos graves que necesitan un tratamiento sustitutivo de su droga objeto, y no la abstinencia. Esto se puede comprobar en los resultados exitosos de los tratamientos con hero¨ªna y metadona a los adictos a opi¨¢ceos, o la administraci¨®n de anfetaminas o estimulantes a los adictos a la coca¨ªna con d¨¦ficit de atenci¨®n e hiperactividad.
?Pero no es que la nicotina mata?
En t¨¦rminos coloquiales y contundentes, el tabaco mata, pero la nicotina, no. Muy al contrario, la nicotina puede ser necesaria durante a?os para estos pacientes adictos como f¨¢rmaco regulador de sus disfunciones cerebrales. Se objetaba hasta hace muy poco tiempo que los efectos perniciosos de la nicotina sobre el sistema cardiovascular la desaconsejaban, aunque los estudios m¨¢s recientes muestran su poca o nula relevancia sobre este sistema. Actualmente se est¨¢n mejorando sus formas de administraci¨®n para que sus efectos sobre el cerebro sean a veces tan inmediatos como la calada de un pitillo.
?La Ley Antitabaco ha contribuido en la comprensi¨®n de la patolog¨ªa dual, y a contrarrestar la imagen negativa asociada a la palabra "adicto"?
A un a?o de la implantaci¨®n de la Ley Antitabaco que protege a los no fumadores, los fumadores adictos est¨¢n indefensos. Esta ley, que ha sido definida como el mayor avance en salud p¨²blica en los ¨²ltimos 20 a?os, se ha basado en la prohibici¨®n generalizada, y en la confianza de que los fumadores de forma individual optar¨ªan por dejar de fumar o, en el peor de los casos, se ver¨ªan obligados a ello.
No parece razonable que una ley con un objetivo tan ambicioso no haya incorporado los nuevos conocimientos aportados por las neurociencias, que confirman los efectos beneficiosos de los tratamientos sustitutivos de nicotina y otros, y haya dejado fuera de la financiaci¨®n del sistema sanitario p¨²blico los tratamientos para dejar de fumar, como si esta adicci¨®n fuera un vicio o, en el mejor de los casos, un h¨¢bito pernicioso y no una enfermedad cerebral.
Tampoco se han puesto en marcha las suficientes unidades de patolog¨ªa dual que impulsen el abordaje multidisciplinar para el tratamiento de estas patolog¨ªas m¨²ltiples y complejas, en los que principalmente est¨¦n involucrados personal de salud mental y de dispositivos de drogas.
La ley ha supuesto un gran paso adelante, pero necesita profundizarse en el sector m¨¢s desprotegido que es el de los fumadores adictos que, al sentirse ignorados, se reafirman en su conducta defensiva, apelando a las libertades individuales, y a su derecho de libre elecci¨®n.
N¨¦stor Szerman Bolotner es psiquiatra en el hospital Virgen de la Torre de Madrid y presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Patolog¨ªa Dual.
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