El lastre de Am¨¦rica Latina
La oposici¨®n de las grandes fortunas y consorcios a las reformas fiscales impide reducir las enormes desigualdades sociales
La cena con aquel ministro mexicano, a mitad de la presidencia de Vicente Fox (2000-2006), certific¨® hasta qu¨¦ punto las grandes fortunas, monopolios y consorcios locales rechazan pagar los impuestos correspondientes a su cuantioso patrimonio en Am¨¦rica Latina. No hay fuerza oficial para obligarles. El Ejecutivo de Fox hab¨ªa aceptado por aquellas fechas someter a la aprobaci¨®n parlamentaria una miscel¨¢nea de medidas recaudatorias, a todas luces insuficientes para aumentar el gasto social contra la pobreza, que castiga al 50% de los 105 millones de mexicanos. "Si forzamos una verdadera reforma fiscal, los ricos nos tumban el Gobierno", reconoci¨® el ministro. La sinceridad de la confesi¨®n enmudeci¨® a los comensales.
La plutocracia no paga los impuestos, ni los 200 millones sin acceso a los bienes b¨¢sicos
La regi¨®n vive la democracia m¨¢s larga desde la independencia, pero la renta no var¨ªa
Los partidos de centro y de izquierda est¨¢n ganando las elecciones en Latinoam¨¦rica
La bonanza econ¨®mica no debe llevar a enga?o: hay crecimiento, pero no desarrollo
Latinoam¨¦rica, con el 41% de sus cerca de 500 millones de habitantes en la indigencia, crece a un ritmo de cinco puntos desde hace tres a?os, como nunca, pero naufraga ante elites y poderes f¨¢cticos que desaf¨ªan a Estados todav¨ªa muy d¨¦biles para imponerse. Los ganadores de las 11 elecciones presidenciales celebradas entre noviembre del a?o 2005 y diciembre del 2006, casi todos escorados hacia el centro-izquierda, deber¨¢n acometer la que probablemente sea la reforma m¨¢s urgente en Am¨¦rica Latina: la fiscal, imprescindible para reducir las escandalosas desigualdades de una regi¨®n con ¨ªndices de exclusi¨®n social casi subsaharianos. La masiva emigraci¨®n hacia Estados Unidos y Espa?a atestigua el fracaso. S¨®lo Chile, Uruguay, Costa Rica y Brasil, de un total de 18 pa¨ªses, redujeron, en mayor o menor medida, esos abismos.
Los recientes resultados electorales no parecen conducir hacia la aprobaci¨®n de los cambios constitucionales reclamados por una regi¨®n plagada de diferencias sociales escandalosas y democracias precarias, siempre acechadas por la reacci¨®n, el caudillismo o las crisis financieras. S¨®lo cuatro presidentes electos cuentan con mayor¨ªa legislativa propia para acometer los cambios: Evo Morales, en Bolivia, Michelle Bachelet, en Chile, ?lvaro Uribe, en Colombia y Hugo Ch¨¢vez, en Venezuela. Brasil, Ecuador, Costa Rica, Honduras, M¨¦xico, Nicaragua y Per¨² deber¨¢n construir acuerdos para llevar adelante los proyectos de sus Ejecutivos. No ser¨¢ f¨¢cil el consenso porque la mayor¨ªa de los pol¨ªticos act¨²a pegado al oportunismo electoral, y con escaso sentido de Estado, y es improbable por tanto que incluso aquellos con mayor¨ªas propias aborden a fondo las dos asignaturas pendientes: la creaci¨®n de un verdadero Estado de derecho y la ampliaci¨®n de la base tributaria, con una burocracia eficaz y decente, para recaudar y gastar m¨¢s en quien m¨¢s lo necesita.
La reforma fiscal es imprescindible porque el mercado no redistribuye los ingresos. Era "necesaria" en M¨¦xico con el presidente Ernesto Zedillo (1994-2000), "urgente" con Fox, e "impostergable" con el nuevo presidente, Felipe Calder¨®n, seg¨²n el mexicano ?ngel Gurr¨ªa, secretario general de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y Desarrollo Econ¨®mico (OCDE), que agrupa a las 30 naciones democr¨¢ticas m¨¢s industrializadas. Previsiblemente, lo continuar¨¢ siendo durante la legislatura que comienza porque, al igual que Fox, del conservador Partido Acci¨®n Nacional (PAN), no pudo con la oposici¨®n del Partido Revolucionario Institucional (PRI), su correligionario Felipe Calder¨®n afronta la inquina del poderoso grupo parlamentario liderado por Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, autoproclamado "presidente leg¨ªtimo", l¨ªder del izquierdista Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD).
Lo mismo ocurre en otras naciones latinoamericanas. "Hay cuestiones que no debatimos suficientemente. Tenemos que romper tab¨²es, y la fiscalidad es uno de ellos", dice Dante Caputo, Secretario para Asuntos Pol¨ªticos de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA).
El diplom¨¢tico argentino, ex ministro de Asuntos Exteriores (1983-1989), que ha escrutado casi todas las elecciones al frente de equipos de observadores, lamenta en Caracas, donde asisti¨® a la reelecci¨®n de Hugo Ch¨¢vez, que las campa?as no hayan sido muy edificantes: "?Cu¨¢ntos candidatos plantearon el tema de la fiscalidad en Am¨¦rica Latina? ?Y c¨®mo va a mejorar la concentraci¨®n del ingreso si no mejora la fiscalidad?, ?y c¨®mo va a mejorar la fiscalidad si usted no tiene un Estado capaz de cobrar y hacer pagar? ?Qui¨¦n est¨¢ discutiendo esa forma de Estado, un nuevo Estado para una nueva democracia?". ?De verdad, con fuerza y compromiso? Muy pocos.
Once pa¨ªses renovaron en las urnas las presidencias del Ejecutivo, y los parlamentos la mayor¨ªa, en una demostraci¨®n de que los cuartelazos perdieron vigencia. Nunca, desde el retorno de la regi¨®n a la democracia, hace un cuarto de siglo, hab¨ªa habido una agenda electoral tal intensa. No obstante, 13 mandatarios fueron expulsados por objeciones a su legitimidad en el cargo; con cargos de corrupci¨®n, cayeron varios. Algo grave falla. Am¨¦rica Latina vive la democracia m¨¢s larga desde la independencia, "pero la renta per c¨¢pita [la divisi¨®n del PIB entre el n¨²mero de habitantes] pr¨¢cticamente no vari¨® en ning¨²n pa¨ªs", subraya el alto funcionario de la OEA. "?Entonces c¨®mo se siente el se?or que vot¨® para vivir mejor?".
El se?or de Oaxaca o el se?or de Cochabamba, las sociedades latinoamericanas en su conjunto, se distancian entonces de la democracia porque sus libertades no se traducen en un mayor bienestar, y siguen ganando 100 euros mensuales, mientras diputados, pol¨ªticos, alcaldes o jueces se asignan salarios por encima de los 5.000 euros, m¨¢s dietas casi inconfesables. Un regidor mexicano lleg¨® a aprobarse un sueldo mensual de 35.000 euros. Las sociedades latinoamericanas protestan porque saben que buena parte de los multimillonarios con cuentas en para¨ªsos fiscales no son empresarios modernos que crearon riquezas y empleo cumpliendo con sus obligaciones fiscales, sino mafiosos y evasores asociados con sus pares en Gobiernos y administraciones. Ha sido as¨ª, y todav¨ªa lo es, desde R¨ªo Bravo a Tierra del Fuego.
"Siento que Am¨¦rica Latina se acerca a una segunda transici¨®n", dice Daniel Zovatto, director regional de IDEA (Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral) para Am¨¦rica Latina. La primera fue del autoritarismo a la democracia, "y la que viene es la transici¨®n hacia democracias con mayores niveles de redistribuci¨®n. Y la fiscalidad va a jugar un papel muy importante". Debe serlo porque la plutocracia latinoamericana no paga los impuestos debidos, ni pagan, por razones obvias, los 200 millones sin acceso a los bienes de la canasta b¨¢sica. Cerca de la mitad de la poblaci¨®n laboralmente activa se ocupa en la econom¨ªa sumergida, en el paro encubierto, en el tenderete y la chapuza. Ese sector invisible para el fisco.
La carga tributaria en Latinoam¨¦rica, esto es, los ingresos fiscales de los Gobiernos, oscila entre el 8% y el 24% del PIB, con la excepci¨®n de Brasil, que alcanza el 34%. El promedio es fam¨¦lico comparado con el europeo: entre el 35% y el 45%. "En Am¨¦rica Latina algunos miran al Estado desde arriba y dicen: 'A m¨ª no me toca. Yo soy m¨¢s fuerte que el Estado', algunos est¨¢n tan abajo que el Estado no llega a ellos. Entonces s¨®lo queda un sectorcito cautivo al cual llega el Estado", explica Dante Caputo. Am¨¦rica Latina es el subcontinente con mayor concentraci¨®n de poder fuera del Estado. Y el poder econ¨®mico genera poder pol¨ªtico. "?Qu¨¦ capacidad tiene usted de hacer pagar impuestos cuando el poder no est¨¢ en el Estado? El desaf¨ªo es inmenso", agrega.
El desaf¨ªo recibido por los presidentes electos fue claro, seg¨²n la Corporaci¨®n Latinobar¨®metro: "Las demandas de los movimientos revolucionarios de los a?os sesenta son hoy d¨ªa las demandas de la democracia, y son los partidos de centro y de izquierda los que est¨¢n ganando las elecciones con las banderas de la igualdad y el desmantelamiento de las discriminaciones". Las enarbolaron en Per¨² y Nicaragua, el socialdem¨®crata Alan Garc¨ªa, o el ex revolucionario Daniel Ortega, m¨¢s centrado en sus declaraciones publicas; tambi¨¦n la chilena Michelle Bachelet , o el brasile?o Lula Da Silva. El venezolano Hugo Ch¨¢vez tiene petr¨®leo para acometer programas sociales, ganar elecciones, y adentrarse en las nacionalizaciones.
Un liberalismo atenuado acompa?a la gesti¨®n del colombiano ?lvaro Uribe, del mexicano Felipe Calder¨®n, y de buena parte de Centroam¨¦rica. La directora del Latinobar¨®metro, Marta Lagos, es optimista porque la regi¨®n disfruta de la mejor coyuntura econ¨®mica de las ultimas d¨¦cadas, y una inversi¨®n de tendencias. "Eso s¨ª, la transformaci¨®n institucional, la modernizaci¨®n del Estado, avanza a paso de tortuga".
Y sin Derecho, ni equidad, no habr¨¢ democracias sustentables. Resurgir¨¢n los atajos populistas, el mesianismo, y la quimera como programa. La meta no es la filantrop¨ªa de los ricos, sino la consolidaci¨®n de Estados capaces de hacer cumplir la ley sin asustar a los inversores. El investigador Daniel Zovatto subraya que la bonanza macroecon¨®mica de Am¨¦rica Latina no debe llevar a enga?o: "Hay que diferenciar entre crecimiento y desarrollo". Am¨¦rica Latina crece, pero no se desarrolla como Finlandia, Espa?a, Chile o los pa¨ªses asi¨¢ticos, que articularon los consensos necesarios para definir un proyecto de pa¨ªs. "Lo que ustedes hicieron con el Pacto de la Moncloa, es lo que nosotros nos cansamos de decir en Am¨¦rica Latina". Pero los pactos obligan a cesiones y a la renuncia de beneficios, a la que no parecen dispuestos los poderes f¨¢cticos, econ¨®micos la mayor¨ªa. "Yo le hablaba de la segunda transici¨®n, la de acabar con la desigualdad. Si no se consigue, volveremos al periodo de las amenazas", alerta Zovatto.
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