Castro opt¨® por someterse a la t¨¦cnica quir¨²rgica que luego caus¨® complicaciones

El dictador cubano y su entorno fueron quienes adoptaron la decisi¨®n de someterse a la t¨¦cnica quir¨²rgica que ha desembocado en las complicaciones que le mantienen postrado en situaci¨®n grave, seg¨²n fuentes m¨¦dicas conocedoras del caso. Castro, que se interesa hasta el ¨²ltimo detalle sobre los tratamientos a los que es sometido, opt¨® por eludir una ileostom¨ªa (apertura de un ano artificial en el abdomen) por la incomodidad que le iba a suponer portar una bolsa por la que evacuar. La t¨¦cnica a la que prefiri¨® ser sometido fue la que fall¨® y oblig¨® a dos nuevas operaciones.

Castro sufri¨® en verano hemorragias intestinales y una severa infecci¨®n (peritonitis) causada por la inflamaci¨®n del intestino grueso, una dolencia denominada diverticulitis, seg¨²n confirmaron fuentes m¨¦dicas del hospital Gregorio Mara?¨®n de Madrid. En este centro trabaja como jefe de Cirug¨ªa Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Sabrido, a quien acudieron las autoridades cubanas hace tres semanas para que visitara a Fidel Castro en la isla caribe?a.

En los casos m¨¢s graves de diverticulitis, la indicaci¨®n es siempre extirpar la parte del colon afectada. Existen, sin embargo, dos t¨¦cnicas para llevar a cabo la operaci¨®n. La primera es la ileostom¨ªa, que tiene la ventaja de permitir que el intestino grueso cicatrice sin estar sometido al tr¨¢nsito de flujos g¨¢stricos.

Su inconveniente es que durante este periodo, el enfermo debe llevar una bolsa de pl¨¢stico colgando del viente para recoger las heces. Adem¨¢s, el enfermo debe ser sometido a una segunda operaci¨®n para que el tr¨¢nsito intestinal recupere su din¨¢mica natural.

Segunda intervenci¨®n

Castro y su entorno, seg¨²n fuentes m¨¦dicas cercanas al caso, rechazaron esta opci¨®n al considerarla inc¨®moda y no querer someter al dictador a una segunda operaci¨®n. Prefirieron que, tras serle extirpado parte del intestino grueso, el cirujano empalmara directamente la parte superior de este ¨®rgano con el recto. Si esta operaci¨®n sale bien tiene el beneficio de devolver al paciente a la normalidad en unos d¨ªas.

No fue el caso de Castro, ya que la cicatriz entre el intestino grueso y el recto no curs¨® bien y acab¨® rompi¨¦ndose. Esto liber¨® heces en el abdomen, lo que caus¨® una nueva infecci¨®n por peritonitis.

La situaci¨®n de Castro entre el verano y la visita de Garc¨ªa Sabrido, a finales de diciembre, altern¨® fases de agravamiento de su estado por nuevas complicaciones -fracaso del ano artificial que le fue implantado, fallo de una pr¨®tesis coreana e inflamaci¨®n de la ves¨ªcula, entre otras, lo que ha provocado dos nuevas intervenciones- y periodos de mejor¨ªa. Poco antes de la visita de Sabrido, los m¨¦dicos deb¨ªan drenar al d¨ªa m¨¢s de medio litro de l¨ªquidos (iones y prote¨ªnas), con grave riesgo de p¨¦rdida de nutrientes. Adem¨¢s, el dictador ha perdido masa muscular y ha tenido que recurrir a la alimentaci¨®n por v¨ªa intravenosa.

No han trascendido, sin embargo, noticias sobre el estado de Castro despu¨¦s de la visita del cirujano espa?ol. Ayer, Sabrido se remiti¨® a lo dicho a su regreso de Cuba: que Castro no sufre c¨¢ncer y que se "recupera", sin descartar incluso que, en caso de restablecerse totalmente, pueda volver a gobernar.

Las fuentes m¨¦dicas consultadas subrayan el riesgo de la evoluci¨®n de una persona de 80 a?os de edad que ha desarrollado varias complicaciones en los ¨²ltimos meses.