El 'rap' busca m¨¢s 'glamour'

Le recordar¨¢n. Era aquel tipo que rapeaba a dos palmos de la cara de Michelle Pfeiffer en el v¨ªdeo de Gangsta's paradise, banda sonora del filme Mentes peligrosas, protagonizado por la californiana all¨¢ por 1995. Con una peque?a ayuda de un tema original de Stevie Wonder, Coolio (nombre real, Artis Ivey) gan¨® un Grammy y una carrera, que no tard¨® m¨¢s de un par de a?os en entrar en una lenta decadencia de la que jam¨¢s se ha recuperado. A pesar de ello, este rapero nacido en Los ?ngeles hace 43 a?os ha vendido m¨¢s de 18 millones de discos y sigue siendo una celebridad en su pa¨ªs natal, donde es habitual de reality shows y dem¨¢s posmodernas formas de calibrar el ¨¦xito social.

Ahora, Coolio es dise?ador de moda. Junto al italiano Paolo Rubin, padre de la etiqueta Mafiawear, ha llegado a Barcelona para presentar su l¨ªnea de ropa urbana, Gang Star, en el marco de la feria Bread and Butter, compartiendo cartel con firmas consolidadas como Fornarina, Levi's o Custo Barcelona. "No quiero vender mis prendas muy caras y no quiero que se puedan encontrar en grandes superficies. Podr¨ªa subir el precio tres veces y s¨¦ que seguir¨ªan teniendo salida, pero no lo har¨¦. Quiero un p¨²blico especial. Quiero mensajeros, emisarios de mi estilo y de mi manera de entender la moda y la vida", sentencia.

Coolio es un histri¨®n. No para de gesticular, de levantarse. Viste de pies a cabeza con algunas de sus creaciones, que se enmarcan en el m¨¢s manido y exitoso urban wear y que no distan demasiado de las propuestas lideradas por Jay Z (Rocawear) o Eminem (Shady Ltd.), por ejemplo. A saber, ch¨¢ndales que combinan tejidos y texturas m¨¢s o menos contempor¨¢neos con dise?os inspirados en logos y tipograf¨ªas de mediados del pasado siglo, gorras de b¨¦isbol, pantalones de corte bajo, pernera ancha. Y para rematarlo, el inevitable toque ecol¨®gico y tecnol¨®gico, esta vez de la mano de unos minipaneles solares adosados a chaquetas y mochilas y que se supone permiten recargar el reproductor de MP3 o el ordenador port¨¢til.

Puesta en contexto, la propuesta de Gang Star podr¨ªa encontrarse en un punto intermedio y poco definido entre la tradici¨®n hip-hop m¨¢s ortodoxa y el plus de elegancia aportado al estilo por parte de Sean Combs (P Diddy) o Andr¨¦ 3000, del combo hiphopero Outkast. "El estilo de Andr¨¦ 3000 me encanta. En su ¨²ltimo disco hay un tema en el que critica el hip-hop que vive todav¨ªa pegado a las camisetas hasta las rodillas y los pantalones ca¨ªdos que ense?an los calzoncillos casi por completo. Estoy de acuerdo con eso. Nos hace falta un poco m¨¢s de glamour. Y en eso estoy yo", apunta Coolio.

Ahora lo que le apetece es seguir los mismos pasos que grandes y cl¨¢sicas firmas de moda, como Ralph Lauren o Donna Karan, que han incluido elementos hiphoperos en sus ¨²ltimas colecciones. "Quiero darle color al mafiawear. Me encantan los colores vivos, y quiero aprovechar mis contactos con la gente que ha definido ese look para ofrecerles mi visi¨®n".

El diablo viste de Coolio. Muy poco queda de aquel rapero que flirteaba con el universo de las bandas a principio de los ochenta en el deprimido barrio de Compton, en Los ?ngeles, que fue adicto al crack, que estuvo unos meses en prisi¨®n y que, tras rehabilitarse, lleg¨® a trabajar de agente forestal y de mozo de carga en el aeropuerto de Los ?ngeles. Ahora se jacta de producir ropa que permitir¨¢ a los ejecutivos consultar su e-mail en un tren sin miedo a que se les acabe la bater¨ªa. "Mi ¨²nica banda actual es mi familia", apunta ufano este padre de tres hijos, felizmente casado desde hace m¨¢s de 10 a?os y que ha llegado a actuar para las fuerzas estadounidenses desplazadas al Golfo. ?Ser¨ªa posible comparar su evoluci¨®n como ser humano con la evoluci¨®n del hip-hop? "Seguro que s¨ª", responde sin pesta?ear. Y se levanta para acudir a la rueda de prensa de la organizaci¨®n del Bread and Butter. Tiene una marca que promocionar."Quiero mensajeros de mi estilo y de mi manera de entender la moda y la vida"