El problema de S¨¦go

La candidata socialista a la presidencia de Francia, S¨¦g

ol¨¨ne Royal, va a tener que luchar no s¨®lo contra su principal rival, el conservador Nicolas Sarkozy, sino tambi¨¦n contra la vieja guardia del partido y contra el hecho incontestable de ser la compa?era del primer secretario del PS, Fran?ois Hollande. S¨¦go ha suspendido por un mes a su portavoz, Arnaud Montebourg, por declarar en p¨²blico que el ¨²nico defecto de la aspirante al El¨ªseo es Hollande. Montebourg, ex l¨ªder de una corriente reformista que se sum¨® en el ¨²ltimo minuto a la campa?a de Royal, se ha disculpado inmediatamente afirmando que lo hizo en tono jocoso. Sin embargo, la broma le puede costar cara a la candidata pese a la decisi¨®n fulminante de apartarlo de manera temporal, que l¨®gicamente ha sido aplaudida por su pareja, con el que tiene cuatro hijos. No le va a resultar nada c¨®modo tratar de desmarcarse p¨²blicamente de las posiciones de Hollande cuando discrepe. Habr¨¢ que preguntarse c¨®mo lo resuelven amistosamente en casa. No ha debido ser sencillo para el secretario general verse descalificado por la candidata sobre su propuesta de aumentar la presi¨®n fiscal a quienes ganan m¨¢s de 4.000 euros. Ni para ella tampoco ver que m¨¢s de la mitad de los militantes socialistas respaldan una medida de este tipo.

Royal tiene que prepararse de aqu¨ª a las elecciones de esta primavera a caminar entre minas (y no est¨¢ claro que todas vengan de la derecha). La ¨²ltima parece haberla desactivado con la publicaci¨®n de su patrimonio tras ser acusada de evadir impuestos. Sarkozy, entretanto, debe estar frot¨¢ndose las manos al ver c¨®mo las encuestas reflejan una ca¨ªda importante de su rival y una victoria suya en la segunda vuelta.