Las sensaciones pol¨ªticas de Gonz¨¢lez Pons
Hace unos d¨ªas el conseller Gonz¨¢lez Pons declaraba ante los medios de comunicaci¨®n que tiene la "sospecha" y la "sensaci¨®n" pol¨ªticas de que el Gobierno espa?ol pretende desalar masivamente agua en la Comunidad Valenciana para exportarla posteriormente a otras comunidades vecinas, entre las cuales cit¨® a Castilla-La Mancha, Arag¨®n y Catalu?a, pero no a Murcia.
La defensa surrealista de las ideas del Consell en materia de agua no es nueva. Empez¨® con el trasvase del Ebro, que ha devenido en el pensamiento ¨²nico del presidente Camps, sosteniendo que el agua del Ebro ser¨ªa barat¨ªsima porque bajar¨ªa sola de Tortosa a Valencia. No hab¨ªa m¨¢s que ver el mapa para comprenderlo. Sigui¨® con el trasvase J¨²car-Vinalop¨®, asegurando que el agua transportada 80 kil¨®metros desde Cullera hasta Villena por el trazado "socialista" saldr¨¢ car¨ªsima, mientras que el agua transportada 300 kil¨®metros desde Tortosa tambi¨¦n hasta Villena pero por el trazado "popular" del trasvase del Ebro habr¨ªa sido barat¨ªsima. Luego vino la amenaza de la desertizaci¨®n, pronosticando que sin el agua del Ebro los bosques valencianos se secar¨ªan y la Comunidad quedar¨ªa desertizada. ?Acaso Camps pretend¨ªa construir en secreto una inmensa red de tuber¨ªas capaz de distribuir el agua del Ebro de pino en pino, subiendo y bajando por las monta?as valencianas?
Sin embargo, cuando parec¨ªa que ya se hab¨ªa alcanzado el techo absoluto del disparate hidr¨¢ulico, el conseller Gonz¨¢lez Pons ha roto todas las marcas en su nueva cruzada ecol¨®gica contra las desaladoras. No hace mucho tiempo, en su etapa de gobierno en Madrid, el PP fue por derecho propio "el gran desalador". No s¨®lo se construyeron o tramitaron entonces grandes desaladoras marinas en Palma, San Antonio de Ibiza, Formentera, Blanes, X¨¤bia, Alicante, San Pedro del Pinatar, Carboneras, Almer¨ªa, Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria y Tenerife, todas ellas con financiaci¨®n p¨²blica, sino que en ¨¦poca del ministro Matas se lleg¨® a enviar telegramas a los ayuntamientos de Baleares dici¨¦ndoles: "Pidan ahora su desaladora, que hay fondos disponibles". Alcudia, Ciudadela, Santa Eulalia y Andratx la pidieron, y todos ellos tienen sus desaladoras en construcci¨®n.
Sin embargo, ahora todo ha cambiado. Para que no decaiga la guerra del agua, las desaladoras han pasado a ser un invento del demonio y deben ser p¨²blicamente deleznadas y vilipendiadas. La tarea le ha tocado a Gonz¨¢lez Pons, y la tiene que combinar con el encargo de Camps de verdear la imagen gris-hormig¨®n del PP hasta las elecciones de mayo. La conjunci¨®n de ambos encargos ha convertido la campa?a contra las desaladoras en una aut¨¦ntica charlotada ambiental sin precedentes en Espa?a ni en el mundo.
Para empezar, Gonz¨¢lez Pons ha acusado a las desaladoras de ser nada menos que "las nucleares del mar", una acusaci¨®n ciertamente terror¨ªfica, aunque un tanto sorprendente viniendo de un partido que es el m¨¢s cerradamente pronuclear de Espa?a, y uno de los m¨¢s destacados de Europa en la materia. A continuaci¨®n ha pintado un sombr¨ªo panorama de apagones y escasez de energ¨ªa en la Comunidad ocasionado por el consumo el¨¦ctrico de las desaladoras, que chupar¨¢n hasta el ¨²ltimo kilovatio disponible. Habr¨¢ que volver a las l¨¢mparas de aceite y a las barras de hielo para mantener las desaladoras...
Pero los desastres de las desaladoras no se acaban ah¨ª. El conseller las ha acusado tambi¨¦n de destruir implacablemente la Poseidonia oceanica, que fenecer¨¢ por completo cuando las desaladoras salinicen el Mediterr¨¢neo hasta convertirlo en un Mar Muerto, aniquilando de paso nuestra industria tur¨ªstica, y por supuesto la pesca. La Poseidonia es el gran descubrimiento ecol¨®gico del PP. "?Poseiqu¨¦?", preguntaban los eurodiputados populares hace tres o cuatro a?os, cuando los ecologistas alud¨ªan a esta valiosa planta marina en los debates europeos sobre el Plan Hidrol¨®gico Nacional. Ahora el conseller dice que esta planta es "el segundo pulm¨®n" de la Comunidad Valenciana (el primero son los pinos que tambi¨¦n se morir¨¢n si no se riegan con agua del Ebro). Pobre Pa¨ªs, si la mitad de su respiraci¨®n dependiera del ox¨ªgeno liberado por los escasos 500 km2 de praderas de Poseidonia que a¨²n subsisten a duras penas en el litoral amenazadas, no por las desaladoras, que tienen resuelto hace a?os ese problema, sino por la pesca de arrastre, los puertos deportivos y los vertidos urbanos mal depurados o sin depurar, temas todos ellos desgobernados por el Consell.
Pero ahora, por fin, con la confesi¨®n de las "sensaciones pol¨ªticas" del conseller, comenzamos a entender las razones de toda esta destrucci¨®n. El Gobierno pretende convertir a la Comunidad Valenciana en una gran f¨¢brica de agua desalada, pero no para d¨¢rsela a los valencianos, sino para exportarla a Castilla-La Mancha, Arag¨®n y, sobre todo, a Catalu?a. As¨ª, los catalanes y otros enemigos de Valencia tendr¨¢n agua a chorro libre despu¨¦s de habernos dejado a los valencianos sin el mar Mediterr¨¢neo, sin turismo, sin pesca, sin agua, sin electricidad y hasta sin ox¨ªgeno para respirar. ?Cabe imaginar mayor infamia contra la Comunidad Valenciana? Y todo por haber votado al PP.
Hasta aqu¨ª todo muy divertido. Pero el problema es que hoy en d¨ªa, con la televisi¨®n y con Internet, las astracanadas pol¨ªticas se ven desde todas partes. En los medios pol¨ªticos espa?oles la obsesi¨®n enfermiza de Camps con el trasvase del Ebro ya despierta sonrisas de conmiseraci¨®n, y en Bruselas est¨¢n hartos de soportar el circo acu¨¢tico y urban¨ªstico valenciano. Bastan unos pocos a?os para conseguir el descr¨¦dito institucional de una clase pol¨ªtica, y el PP valenciano lo ha conseguido con creces. Cuando esto cambie va a costar mucho tiempo y muchos esfuerzos recomponer la imagen del Consell como una instituci¨®n seria, sin pol¨ªticos sand¨ªa ni mel¨®n, con la que se pueda discutir y en la que se pueda confiar.
Antonio Estevan es consultor ambiental y miembro de la Fundaci¨®n Nueva Cultura del Agua.
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