El coraz¨®n de los Balcanes
Macedonia en tres pasos, de Skopje al monasterio de Jovan Bigorski
Dos visitas: Ohrid, de aire mediterr¨¢neo, y Vevcani, un pueblo autodeclarado rep¨²blica independiente. Y del interior a la capital, su gran bazar, minaretes musulmanes y c¨²pulas de iglesias ortodoxas.
Nadie dir¨ªa que las ruidosas calles de Skopje, la capital de Macedonia, fueron hace cinco a?os un escenario de batalla. Las luchas entre las fuerzas gubernamentales macedonias y la guerrilla independentista albanesa convirtieron los barrios de esta ciudad en un lugar muy peligroso. Ahora, en el centro de Skopje, lo ¨²nico peligroso es un tr¨¢fico denso y desordenado que se suma al caos mercantil del bazar y al que se aplica como un b¨¢lsamo el canto ¨¢rido e hipn¨®tico del muec¨ªn llamando a la oraci¨®n.
1. Sabores de Skopje
Una sola secuencia cotidiana de esta ciudad de 640.000 personas tiene m¨¢s valor que un tratado de geopol¨ªtica. Es el perfecto resumen del pa¨ªs. Junto a los estilizados minaretes musulmanes se adivinan las c¨²pulas doradas de las iglesias ortodoxas. Un peque?o paseo urbano permite oler un bazar turco, comer en un restaurante alban¨¦s, visitar un inmenso mercado gitano o disfrutar de la danza de los derviches gir¨®vagos. Tradiciones que no impiden la modernidad. Los antiguos ba?os turcos de Daud Pasha, los m¨¢s grandes de los Balcanes, se convirtieron en la National Gallery, una de las referencias culturales m¨¢s importantes de Macedonia.
El escritor y viajero norteamericano Robert D. Kaplan, autor de Fantasmas balc¨¢nicos y gran conocedor de estos pa¨ªses donde Europa comienza a diluirse en Asia, asegura que aqu¨ª conoci¨® "una forma oriental de magia y misterio que, de la mano de Occidente, se hab¨ªa transformado en algo de lo m¨¢s saludable: el tel¨®n de fondo de un cuento de hadas".
Pese al placer que supone observar la vida del bazar sentado frente a un poderoso caf¨¦ turco, o las vistas de la ciudad desde la enorme cruz del milenio que remata la monta?a Vodno, dirigir la ruta hacia el oeste, camino del parque nacional de Mavrovo, es tambi¨¦n un aut¨¦ntico respiro.
2. Ohrid y Mavrovo
El parque nacional de Mavrovo, a un centenar de kil¨®metros de Skopje, es un espinazo verde que ocupa m¨¢s de la mitad del camino desde la capital a Ohrid, la segunda ciudad m¨¢s importante al sur del pa¨ªs. No suele haber problemas de orientaci¨®n, ya que los carteles en cir¨ªlico, el alfabeto oficial, suelen tener su correspondiente traducci¨®n al ingl¨¦s.
Mavrovo es el parque nacional m¨¢s grande de los tres de Macedonia. Sus credenciales incluyen una densa vegetaci¨®n de pinos y abetos, grandes ca?ones donde se oculta el cauce del r¨ªo, monta?as que rozan los 3.000 metros y que nunca llegan a liberarse de la nieve y pueblecitos donde minaretes e iglesias ortodoxas se alternan junto a peque?as familias que siegan las cosechas. Por Mavrovo tambi¨¦n pululan osos y linces, muy cerca de la concurrida estaci¨®n de esqu¨ª o de localidades como Galicnik, conocida por la celebraci¨®n veraniega de un festival de bodas tradicionales donde parejas aut¨®ctonas y otras procedentes de Alemania, Italia, Austria o EE UU llegan hasta aqu¨ª para casarse por el rito tradicional macedonio, que incluye beber, comer y bailar hasta el agotamiento.
En este parque tambi¨¦n se encuentra el monasterio de Jovan Bigorski, un destino que desatar¨ªa la euforia de un localizador de exteriores. Este lugar imponente es una de las principales sedes de los cristianos ortodoxos macedonios. Una construcci¨®n de piedra, madera y cristal desde la que contemplar en igualdad de condiciones unas monta?as verdes y blancas punteadas de peque?as aldeas en miniatura. Por cuatro euros es posible dormir en Bigorski.
El camino hacia el sur se hace lamiendo a cada instante la frontera albanesa. Se advierte en el mapa y en las patrullas militares que vigilan los pasos fronterizos. Tras pasar por pueblos como Debar, donde los albaneses son mayor¨ªa, se llega a Ohrid. La localidad aparece colgada de un cerro sobre el lago del mismo nombre.
En este pueblo de 50.000 habitantes que podr¨ªa ser franc¨¦s o italiano se concentra cada verano la mayor parte del turismo interior y algunos for¨¢neos, principalmente alemanes, atra¨ªdos por unos precios sin competencia y una postal donde peque?os caf¨¦s, terrazas y restaurantes t¨ªpicos configuran un paisaje de belleza horizontal reflejado en las aguas del lago. "Los macedonios son gente muy hospitalaria, calmada, mediterr¨¢nea y europea. S¨®lo nos falta el empuje de los alemanes", afirma el director del Milenium Palace, uno de los hoteles m¨¢s lujosos de la poblaci¨®n. A menos de 20 kil¨®metros est¨¢ Vevcani, un pueblecito de monta?a que en 1991 se declar¨® rep¨²blica independiente. Vevcani no dud¨® en enfrentarse al Gobierno y a las fuerzas de seguridad cuando pretendieron taponar y desviar el nacimiento y curso de las fuentes naturales de agua del municipio. Lucharon durante semanas, hasta que las autoridades desistieron. Ahora, Vevcani tiene moneda, bandera y pasaporte propios, una veleidad de uso casi exclusivamente tur¨ªstico.
Bitola se encuentra a s¨®lo 16 kil¨®metros de la frontera norte con Grecia. Hablarle a un griego de Macedonia es como mentarle la genealog¨ªa a un australiano: un asunto arriesgado. Grecia y Macedonia siguen enfrentados por un contencioso hist¨®rico en el que los primeros argumentan que Macedonia es una provincia griega y los segundos reaccionan con desprecio ante este discurso. Bitola fue un gran n¨²cleo comercial durante el imperio otomano. A s¨®lo un kil¨®metro est¨¢n las ruinas de Heraclea, una poblaci¨®n fundada por Filipo II de Macedonia, padre de Alejandro Magno, en el siglo IV antes de Cristo y conquistada por los romanos 200 a?os m¨¢s tarde. De aquellos tiempos quedan unos restos que incluyen un p¨®rtico, un teatro y unos ba?os en un estado aceptable.
3. Vi?as y regreso
El paisaje cambia en la ruta desde Bitola a Veles, en el centro del pa¨ªs. Las monta?as dan paso a valles de suavidad mediterr¨¢nea. En muchos de ellos se cultiva vid. El vino local, barato y de gran calidad, nace en las interminables hileras de vi?as de Negotino y Kavardaci. No es ninguna mala idea acercarse a alguna de las wineries o degustar los vinos en los restaurantes macedonios, donde se suele comer por cuatro o cinco euros.
De regreso a Skopje es posible saltarse a la torera los consejos de cualquier gu¨ªa de viaje convencional. Eso significa visitar Shuto Orizari, el asentamiento gitano m¨¢s grande del mundo y el ¨²nico que funciona con un sistema de autogobierno. M¨¢s de 40.000 personas viven de forma permanente aqu¨ª, a s¨®lo tres kil¨®metros de la capital. Durante el verano la poblaci¨®n aumenta en 20.000 vecinos m¨¢s, procedentes de la di¨¢spora laboral de familias gitanas que regresan desde varios pa¨ªses de los Balcanes y la Europa central. El ajetreo es permanente. Para los ciudadanos de Skopje el mercado de los s¨¢bados en Shuto Orizari es una cita ineludible. El jovial alcalde de Shuto Orizari no duda en resumir la compleja mentalidad macedonia. Eruan Iseni lo tiene muy claro: "?C¨®mo somos? La etimolog¨ªa nos explica muy bien. Balkan proviene de dos palabras turcas que significan sangre y miel".
GU?A PR?CTICA
Datos b¨¢sicos e informaci¨®n- Poblaci¨®n: Macedonia tiene algo m¨¢s de dos millones de habitantes.- Moneda: un euro equivale a unos60 dinares macedonios.- www.exploringmacedonia.com.C¨®mo ir
- Alitalia (www.alitalia.es; 902 100 323) tiene vuelos con una escalaa Skopje desde Madrid, a partirde 325,05 euros. Desde Barcelona, a partir de 335,05 euros.
- Malev Hungarian Airlines (www.malev.hu; 902 101 445) tiene vuelos con una escala a Skopje desde Madrid, a partir de 322,96 euros.A. S. B.
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