El AVE de los mil l¨ªos
Todos los partidos defienden una posici¨®n diferente a la de hace a?os sobre el paso del tren de alta velocidad por Barcelona
Cuando el Ayuntamiento de Barcelona propuso que el AVE cruzara la ciudad por el litoral se produjo una curiosa alineaci¨®n: el PP y CiU se opusieron radicalmente. Aquella primera propuesta municipal se produjo en 1998. Hoy las posturas han cambiado: el PP reclama que pase por el litoral y CiU recupera su propuesta de que circule por el Vall¨¨s. Eso s¨ª, ambos reclaman que se paralice el t¨²nel que ellos aprobaron por el centro de Barcelona. El Gobierno municipal, en cambio, sostiene que hoy no tiene sentido recuperar la propuesta del litoral y que hay que construir el t¨²nel por el centro de Barcelona.
Fomento ofreci¨® de todo a Cornell¨¤, pero Montilla se mostr¨® inflexible en la defensa del aeropuerto
Todo empez¨® hace muchos a?os pero se puede tomar como punto de partida la madrugada del 10 de junio de 2002, cuando tras una largu¨ªsima reuni¨®n en Madrid se produjo por primera vez un acuerdo.
Junio de 2002: las tres administraciones que act¨²an en Barcelona (gobiernos central y auton¨®mico y Ayuntamiento) firman un pacto para que el AVE cruce por Barcelona a trav¨¦s de un t¨²nel que unir¨¢ la estaci¨®n de Sants con la de Sagrera. El convenio ha costado muchas horas de negociaci¨®n, los redactores est¨¢n cansados. El reloj est¨¢ a punto de dar las cuatro de la madrugada.
El pacto consiste en que la l¨ªnea de alta velocidad llegue al aeropuerto, entre en Barcelona por Sants y cruce la ciudad hasta Sagrera por un t¨²nel bajo la calle de Mallorca. Con eso se desencallaba una triple divergencia: el Ministerio de Fomento, entonces dirigido por el Partido Popular, defend¨ªa un t¨²nel por el centro de Barcelona, pero no para el AVE sino para Cercan¨ªas. El AVE deber¨ªa pasar por el t¨²nel que hay bajo la calle de Arag¨®.
El Gobierno catal¨¢n, controlado por CiU (en aquellos a?os con el apoyo del PP) sosten¨ªa que el AVE deb¨ªa pasar por el Vall¨¨s y no por Barcelona. CiU defend¨ªa el trazado hecho en los la d¨¦cada de 1980 por Albert Vilalta. Vilalta hab¨ªa sido presidente de Ferrocarrils de la Generalitat, ser¨ªa m¨¢s tarde consejero de Medio Ambiente con Jordi Pujol y, luego, secretario de Infraestructuras del Ministerio de Fomento con el Partido Popular. La estaci¨®n principal del AVE estar¨ªa en alg¨²n punto entre Sant Cugat y Rub¨ª, enlazando con el centro de Barcelona a trav¨¦s de Ferrocarrils de la Generalitat. Cuando acept¨® el paso por Barcelona defendi¨® a capa y espada que no fuera por la calle de Mallorca, sino por la de Proven?a. Entonces perdi¨® la partida, pero despu¨¦s, cuando ya no estaba en el Gobierno, se decidi¨® una nueva modificaci¨®n del pacto inicial, por la que el t¨²nel sal¨ªa de Sants por Proven?a y al alcanzar la Diagonal se desviaba hacia Mallorca para llegar a Clot y Sagrera. El paso por Mallorca, junto a la Sagrada Familia era antes y ahora el mismo. Eso no ha cambiado.
Frente a CiU y PP, el Ayuntamiento de Barcelona defend¨ªa que el AVE ten¨ªa que cruzar la ciudad y tener en Sagrera su estaci¨®n principal, adem¨¢s de la del aeropuerto. ?sta, la estaci¨®n del aeropuerto, era al principio firmemente rechazada por CiU y PP. Renfe y Fomento aduc¨ªan que originaba un desv¨ªo en la l¨ªnea que supon¨ªa casi un cuarto de hora en el trayecto. Pese a ello, el equipo de Joan Clos, que hab¨ªa designado al arquitecto Josep Anton Acebillo como responsable del proyecto de alta velocidad en Barcelona, se cuadr¨®: la estaci¨®n de aeropuerto era irrenunciable. El paso por Barcelona, tambi¨¦n. Pero el cruce de Barcelona no se hac¨ªa bajo tierra sino bajo el mar. El tren llegaba a El Prat y se dirig¨ªa luego hacia la estaci¨®n del Morrot para, desde all¨ª, enlazar, con un corto t¨²nel submarino, con la estaci¨®n de Fran?a y Sagrera.
Esta propuesta ten¨ªa, en opini¨®n del municipio, varias ventajas. Una de ellas era acortar el periodo de obras. Desde El Prat hasta Morrot la l¨ªnea segu¨ªa la ya existente de Mercanc¨ªas. La plataforma ya estaba hecha, lo ¨²nico que hab¨ªa que hacer era adecuarla al ancho europeo y la alta velocidad.
En el Morrot, la v¨ªa pasaba bajo los muelles y el mar para reaparecer en la estaci¨®n de Fran?a, desde donde alcanzaba Sagrera por una v¨ªa tambi¨¦n existente. Con ello, insist¨ªan Acebillo y Casas, se pod¨ªa cumplir el calendario. Por aquel entonces el objetivo era llegar a Barcelona en 2004.
No hubo acuerdo. La soluci¨®n salom¨®nica que se alcanz¨® al final en Madrid a altas horas de la madrugada del 10 junio de 2002 fue que el Ayuntamiento renunciara al paso por el litoral y el Gobierno de CiU aplazara el paso por el Vall¨¨s. El tren pasar¨ªa por la calle de Mallorca y, a cambio, el Ministerio de Fomento admit¨ªa la llegada al aeropuerto y aceptaba la construcci¨®n de una estaci¨®n a la altura del paseo de Gr¨¤cia.
Firmaron, entre otros, Francisco ?lvarez-Cascos, que era ministro de Fomento; Felip Puig, a la saz¨®n consejero de Pol¨ªtica Territorial; Joan Clos, que ocupaba la alcald¨ªa de Barcelona, y Miguel Corsini, que presid¨ªa Renfe.Ninguno de ellos sigue en ese cargo y ninguno de ellos ha visto no ya el t¨²nel, ni siquiera el inicio de las obras. Pero sus herederos han intercambiado las posiciones.
CiU siempre ha defendido el Vall¨¨s frente a Barcelona, explican sus dirigentes cuando piden que se paralice el t¨²nel. Y es verdad. Pero no es menos cierto que CiU y PP pactaron el t¨²nel, entonces totalmente bajo la calle de Mallorca, incluyendo el paso junto a la Sagrada Familia.
El Ayuntamiento de Barcelona, adem¨¢s de la defensa del litoral, centr¨® la batalla en dos puntos: la llegada al aeropuerto y la estaci¨®n de Sagrera. Fomento no aceptaba ni una cosa ni otra y efectu¨® un movimiento envolvente para aislar a Joan Clos: ofreci¨® grandes inversiones en el Baix Llobregat a cambio de que los alcaldes no dieran su apoyo a Barcelona. El Ayuntamiento m¨¢s beneficiado, porque el tren cruzaba la localidad a trav¨¦s del centro urbano, era Cornell¨¤. Su alcalde entonces se llamaba Jos¨¦ Montilla. Le ofrecieron de todo y un poco m¨¢s, pero Montilla se mostr¨® inflexible. El responsable de urbanismo, Jos¨¦ Luis Morlanes, recibi¨® el encargo de negociar teniendo en cuenta que el AVE ten¨ªa que llegar al aeropuerto y que ambas infraestructuras eran nucleares en Catalu?a. A riesgo de que Cornell¨¤ no saliera tan beneficiada, hab¨ªa que pactar el paso del tren por el aeropuerto, cediendo, si era necesario, en el asunto del litoral. Una cesi¨®n que, para los municipios, presentaba notables ventajas. Sobre todo, para L'Hospitalet, que pod¨ªa lograr, como as¨ª ha sido, una gran transformaci¨®n urbana en la zona que va de Bellvitge a la Torrassa, gracias al soterramiento de la inmensa herida que eran las v¨ªas a su paso por la poblaci¨®n. Su alcalde, Celestino Corbacho, recuerda: "Al final conseguimos pactarlo todo. Fue un buen acuerdo".
CiU sostiene que no rechaza el paso por Barcelona, que s¨®lo pide un aplazamiento. Y aduce dos motivos: suprimida la estaci¨®n en paseo de Gr¨¤cia, el paso por el centro no es urgente, por una parte; por otra, conviene asegurar que no habr¨¢ repercusi¨®n sobre la Sagrada Familia, cuyos cimientos quedan al lado del t¨²nel. El PP es m¨¢s duro. Su concejal Jordi Cornet sostuvo esta misma semana que el tripartito municipal carece de credibilidad para hacer este tipo de obras tras el hundimiento del Carmel.
El Ayuntamiento responde, por boca de Xavier Casas. Primero, las obras las hace el Ministerio de Fomento, que no tuvo nada que ver con el Carmel; segundo, el Carmel se hundi¨® porque el proyecto (hecho por CiU) era defectuoso; tercero, el PP hizo el tramo de Zaragoza y se le ca¨ªan hasta las piedras; cuarto, la presencia o ausencia de la estaci¨®n en paseo de Gr¨¤cia no incide para nada en la seguridad de la Sagrada Familia. Sin contar con que ahora, con las m¨¢quinas en Sants y las reformas urban¨ªsticas aprobadas, rectificar es casi suicida. Y termina: ?si acept¨¢ramos que hay problemas de seguridad en el t¨²nel, podr¨ªamos hacer alguno m¨¢s en el futuro? Si hay que sacar el t¨²nel del AVE de Barcelona, ?hay que hacer otro tanto con el t¨²nel de la l¨ªnea 9 del metro? Y finalmente: sin t¨²nel ?c¨®mo se va de Sants a Sagrera y viceversa? ?Por el Vall¨¨s?
Pere Macias: "A favor del Vall¨¨s, no contra el litoral
Pere Macias fue el consejero de CiU que pact¨® la llegada del AVE al aeropuerto a trav¨¦s de un bucle, tras una noche agitada en la que el verdadero negociador fue el entonces presidente, Jordi Pujol, por tel¨¦fono desde Marruecos. "No est¨¢bamos contra el litoral, defend¨ªamos que el paso m¨¢s l¨®gico era el Vall¨¨s, con una entrada y salida en Sagrera", recuerda. Al final, se aplaz¨® el Vall¨¨s y se cancel¨® el litoral, pero se aprob¨® el aeropuerto, que el proyecto original no contemplaba. "El Ayuntamiento ten¨ªa raz¨®n: para esa estaci¨®n hay demanda".
Albert Vilalta: Padre del trazado hasta Francia
Albert Vilalta fue el primer padre del trazado del AVE desde Barcelona a la frontera francesa, en los a?os ochenta. Luego, a finales de los noventa, y desde el Ministerio de Fomento "compr¨®" al Gobierno catal¨¢n el trabajo realizado para proceder a su aprobaci¨®n. Y fue tambi¨¦n quien sugiri¨® que el paso del AVE por Barcelona se hiciera a trav¨¦s de un t¨²nel entre Sants y Sagrera, descartando as¨ª el paso por el litoral. Vilalta tuvo varios cargos con CiU, incluido el de consejero de Medio Ambiente, y luego fue secretario de Estado con el PP.
Josep Anton Acebillo: Defendi¨® el t¨²nel de Arag¨® para Cercan¨ªas
Josep Anton Acebillo, arquitecto de cabecera de Joan Clos, fue el encargado de basar t¨¦cnicamente los proyectos municipales. Desde Barcelona Regional se encarg¨® de elaborar el trazado del litoral. Cuando tuvo que abandonarlo, pas¨® a ser el principal defensor de un cambio sustancial: que el t¨²nel de Arag¨® no fuera para la alta velocidad, como pretend¨ªa Fomento, sino para los trenes de Cercan¨ªas. El principal argumento era la centralidad de la l¨ªnea. Logr¨® convencer a ?lvarez Cascos gracias a un argumento de peso: es m¨¢s barato no cambiar que hacer el cambio.
Josep Piqu¨¦: Contra la estaci¨®n en el aeropuerto
Entre quienes, desde el Partido Popular, arremetieron contra la pretensi¨®n de construir una estaci¨®n en el aeropuerto de El Prat destac¨® el entonces ministro de Asuntos Exteriores Josep Piqu¨¦. En febrero de 2001 calific¨® el proyecto de "agravio" para Madrid y Valencia, cuyos aeropuertos no ten¨ªan estaci¨®n de alta velocidad. ?l mismo rectific¨® en noviembre de 2002, tras el acuerdo entre todas las administraciones. Ya como ministro de Ciencia y Tecnolog¨ªa fue el encargado de presentar un proyecto para llevar el AVE al aeropuerto.
Magdalena ?lvarez: No perder ni el tiempo ni el dinero invertido
Magdalena ?lvarez lleg¨® a un Ministerio de Fomento en el que se hab¨ªan contra¨ªdo un mont¨®n de compromisos. Se enfrent¨® al dilema de rectificar o mantenerlos. Decidi¨® que lo primero era un suicidio para el erario p¨²blico, de modo que asumi¨® las obras y contratos, eso s¨ª, exigiendo su cumplimiento. Por ejemplo, en la velocidad. A¨²n no se ha llegado, pero el AVE ha pasado entre Madrid y Lleida de 200 a 280 kil¨®metros por hora. Ahora trabaja en otro compromiso: los plazos. Asegura que entrar¨¢ en tren en Sants antes de final de a?o.
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