Decenas de miles de personas protestan en Washington contra la guerra de Irak
"Ya han muerto suficientes hombres y ahora quieren mandar m¨¢s", dice el padre de un soldado
El paraguas de organizaciones era ampl¨ªsimo pero el grito era un¨¢nime: "Acabar con la ocupaci¨®n de Irak". Decenas de miles de personas llegadas desde todos los puntos cardinales del pa¨ªs desafiaron al fr¨ªo y se concentraron desde primera hora de la ma?ana de ayer en Washington para pedir al presidente George W. Bush el retorno de las tropas a casa. La concentraci¨®n junto a los principales monumentos de la capital de EE UU fue seguida de una marcha hacia el Capitolio que podr¨ªa contarse entre las mayores desde que comenz¨® la guerra en Irak hace casi cuatro a?os.
"La pol¨ªtica del presidente es lucha, guerra, ocupaci¨®n, muerte, destrucci¨®n y gastar nuestro dinero en todo ello", declar¨® Leslie Cagan, coordinadora nacional de Unidos por la Paz y la Justicia, uno de los principales grupos organizadores de la protesta. Desde militares en activo y veteranos de la guerra de Vietnam hasta activistas en contra del cambio clim¨¢tico, pasando por grupos reivindicativos de los derechos de los gays y lesbianas, reclamaban ayer que Bush pare la sangr¨ªa de Irak. "Ya han muerto suficientes, ahora quiere mandar m¨¢s hombres al matadero", declaraba Bob Cliff, cuyo hijo sirve su segundo periodo de destino en Irak.
El objetivo principal era gritar "No a la guerra". Pero con su masiva presencia mandaban un mensaje al nuevo Congreso en manos de los dem¨®cratas para que haga algo m¨¢s que hablar y fuerce al presidente a cambiar su pol¨ªtica en Irak. "Debemos salir a la calle, debemos decirle a los pol¨ªticos que est¨¢ muriendo gente inocente porque nadie hace nada para parar las matanzas", explicaba Jodie Horwatt, llegada desde Austin (Tejas) para alzar su voz contra una guerra que considera "ilegal y criminal".
Pero mientras que los manifestantes miran hacia los legisladores, los legisladores miran hacia otro lado. Apenas hab¨ªa media docena de congresistas en la marcha de ayer. A pesar del consenso en el Congreso para respaldar una resoluci¨®n que condene el plan de Bush de enviar otros 21.500 soldados al escenario de la batalla, incluso los congresistas m¨¢s extremistas son reacios a dejarse ver con los grupos antiguerra que en ocasiones son tachados de antipatriotas.
El intenso fr¨ªo matinal se desvaneci¨® bajo un sol de primavera que llevaba d¨ªas sin brillar en la capital. Jodie Evans, cofundadora de CodePink, organizaci¨®n de mujeres a favor de la paz, lanzaba unos zapatos dentro de un inmenso recipiente de pl¨¢stico transparente. Cada zapato es una vida perdida, cada zapato simboliza la muerte de un iraqu¨ª. "Aqu¨ª hay cientos de zapatos, con etiquetas y nombres de las v¨ªctimas, pero las bajas se cuentan por miles, no por cientos", explica Evans. "No hablamos lo suficiente del sufrimiento y del dolor que el pueblo iraqu¨ª est¨¢ experimentando", sentencia Evans.
"No paramos de hablar de la guerra, pero cuando grapada a un zapato lees en una etiqueta: "edad: tres a?os. Muerto en un bombardeo en Faluya..." entonces es cuando la guerra se vuelve real y te das cuenta de que su coste es muy alto", puntualiza Evans que explica que la instalaci¨®n con los zapatos est¨¢ inspirada en una exhibici¨®n que existe dentro del museo del Holocausto y que le caus¨® un gran impacto emocional. Los grupos organizadores de la marcha de ayer han adoptado la cifra de v¨ªctimas iraqu¨ªes aportada por un estudio de la universidad Johns Hopkins del a?o pasado que cifraba los iraqu¨ªes muertos como consecuencia de la guerra en m¨¢s de 655.000. El presidente Bush ha rebajado esa cifra hasta las 30.000 v¨ªctimas.
Otra jornada sangrienta
Ayer, la violencia sectaria se cobraba en Irak al menos 15 vidas en dos atentados con coche bomba casi simult¨¢neos cerca de un mercado en el barrio de Nuevo Bagdad, al este de la capital, mayoritariamente chi¨ª. Ambas explosiones causaron heridas a m¨¢s de medio centenar de personas. Por otra parte, un soldado estadounidense muri¨® al norte de la ciudad al explotar una bomba al paso del veh¨ªculo en el que circulaba.
En cuatro a?os de batalla lejos de casa los estadounidenses han salido en contadas ocasiones a la calle. La mayor muestra de protesta se vivi¨® el 18 de febrero de 2003, cuando parec¨ªa todav¨ªa posible parar la invasi¨®n. La concentraci¨®n de ese d¨ªa, que Washington vivi¨® con temperaturas muy por debajo de los cero grados, marc¨® un hito desde las manifestaciones vividas contra la guerra de Vietnam. Ya comenzada la guerra, en septiembre de 2005, m¨¢s de 100.000 personas se lanzaron a la calle para reclamar el fin de la invasi¨®n.
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