Rebeldes y an¨®nimos
Algunos lectores se sorprendieron el pasado jueves al leer en primera p¨¢gina el siguiente titular. "Nueve magistrados se 'rebelan' para impedir la libertad provisional de De Juana Chaos". La "rebeli¨®n" era ?contra una decisi¨®n todav¨ªa no adoptada por el tribunal que le juzg¨®? o ?para pedir una medida contemplada en la legislaci¨®n, que el pleno de la Sala adoptara la decisi¨®n, ante el precedente que creaba el caso Juana Chaos en la Audiencia Nacional? ?Qu¨¦ dice el Libro de estilo de EL PA?S respecto del entrecomillado? "A m¨ª me dan sarpullido las comillas cuando se pretenden usar para confundir la sem¨¢ntica con la epistemolog¨ªa" afirmaba un lector que hac¨ªa la siguiente interpretaci¨®n: "Lo que sucede es que hay jueces de la Audiencia Nacional que no aceptan las tesis del Gobierno a la hora de votar una decisi¨®n judicial".
Vicente Jim¨¦nez, director adjunto de EL PA?S, responde con el diccionario de la Real Academia en la mano. Rebelar: "Sublevar, levantar a alguien haciendo que falte a la obediencia debida" y "Oponer resistencia".
"?Contra qu¨¦ se rebelaron los jueces? Contra el intento de la sala que conden¨® a De Juana Chaos de revisar su situaci¨®n penitenciaria para aplicarle la libertad provisional. Los magistrados rebeldes quer¨ªan que esa decisi¨®n no la adoptara el tribunal que conden¨® al terrorista, sino el pleno de la sala de lo penal. Adem¨¢s, rechazaban la libertad provisional, bien porque prefer¨ªan la prisi¨®n atenuada, en unos casos, bien porque eran partidarios de que el etarra siguiera en la c¨¢rcel, como finalmente ha sucedido. Es decir, los jueces en cuesti¨®n opusieron resistencia a algo, tal y como define el diccionario de la RAE el t¨¦rmino rebelar".
"?Por qu¨¦ con comillas simples?".
"El Libro de estilo de EL PA?S dice sobre el empleo de la cursiva: "Cuando se quiera dar cierto ¨¦nfasis o un segundo sentido a determinado vocablo". En este caso, su utilizaci¨®n responde al deseo de dar "cierto ¨¦nfasis" a la segunda acepci¨®n del t¨¦rmino rebelar en lugar de la que implica sublevaci¨®n o delito contra el orden p¨²blico, algo que en ning¨²n momento se ha producido. Y para expresar que el hecho de que un grupo de magistrados recoja firmas para llevar a pleno una decisi¨®n que corresponde a una sala en concreto es algo poco habitual. En cualquier caso, el lector tiene raz¨®n: el titular habr¨ªa sido igual de correcto sin las comillas", a?ade Jim¨¦nez.
Tal vez la lectura de los titulares ocupe la mayor parte del tiempo que se dedica a un diario. En funci¨®n de su inter¨¦s avanzan o desisten, y algunos se aventuran en la narraci¨®n.
Fuentes an¨®nimas
La proliferaci¨®n en las informaciones de fuentes an¨®nimas a las que, a veces, se atribuyen hechos relevantes -por ejemplo se adelantan decisiones que van a adoptar los tribunales- y otras veces revelan opiniones de una trivialidad sonrojante, ha generado la preocupaci¨®n del Comit¨¦ de Redacci¨®n que es el ¨®rgano de representaci¨®n profesional de los periodistas de EL PA?S. En su ¨²ltima reuni¨®n con la direcci¨®n del diario, el comit¨¦ expres¨® su preocupaci¨®n por el posible uso abusivo de esas voces an¨®nimas. El director record¨® la vigencia de las normas que recoge el Libro de estilo para el empleo de fuentes an¨®nimas y la prohibici¨®n, en cualquier caso, de su empleo para difundir opiniones.
El Defensor, que se alegra de que se suscite un debate profesional sobre un aspecto que afecta a la credibilidad de las informaciones, le ha pedido al Comit¨¦ que explique cu¨¢les son los l¨ªmites que nadie debe cruzar para, sin ocultar informaciones relevantes, camuflar opiniones propias atribuidas a fuentes inexistentes.
Seg¨²n el comit¨¦ "el uso de fuentes an¨®nimas para elaborar informaciones es un fen¨®meno creciente en la prensa occidental, sobre todo en informaciones de asuntos delicados. Un ejemplo reciente fue su abuso en la guerra de Irak, particularmente en relaci¨®n a las pruebas de la existencia de armas de destrucci¨®n masiva, fen¨®meno que provoc¨® un intenso debate profesional en Estados Unidos. Un ejemplo m¨¢s cercano se encuentra en las informaciones relacionadas con el proceso de paz entre ETA y el Gobierno en Espa?a o las ofertas p¨²blicas por la compa?¨ªa ENDESA. El lector debe saber que pr¨¢cticamente todas las instituciones, organismos, sociedades y hasta particulares han habilitado gabinetes de comunicaci¨®n con los que tratan de controlar no s¨®lo la informaci¨®n que se difunde sobre ellos, sino qui¨¦nes deben aparecer como fuente informativa en cada caso". El anonimato para no tener problemas con sus respectivas jerarqu¨ªas es la consecuencia de ese creciente control sobre la informaci¨®n.
"El Comit¨¦ Profesional entiende que es necesario profundizar en los l¨ªmites para no caer en el abuso dado que no existe una f¨®rmula m¨¢gica que resuelva el problema. Nuestro Libro de estilo ampara el uso de fuentes an¨®nimas para informaciones, nunca para opiniones, siempre que el periodista haya verificado los hechos que esas fuentes difunden. Nos parece que este criterio debe extremarse y que los periodistas debemos ser especialmente cuidadosos sin renunciar al uso de fuentes que son fundamentales para difundir noticias valiosas y neutralizan los efectos de una informaci¨®n cada vez m¨¢s controlada. Ser restrictivos significa limitar el uso de las fuentes an¨®nimas a los casos imprescindibles. Porque facilitar las fuentes al lector es un ejercicio de honestidad y transparencia esenciales en el ejercicio del periodismo por tres razones: refuerza la fiabilidad de la informaci¨®n, afianza la confianza del lector y constituye un factor de protecci¨®n frente al error del propio periodista o la manipulaci¨®n de la fuente". Que as¨ª sea.
Los lectores pueden escribir al Defensor del Lector por carta o correo electr¨®nico (defensor@elpais.es), o telefonear al n¨²mero 91 337 78 36.
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