Una ciudad vertical
Un exposici¨®n del 50 aniversario del PGOU de Benidorm ofrece una visi¨®n revisionista de la ciudad de los rascacielos
El franquismo quiso borrar todas las vanguardias arquitect¨®nicas y las reminiscencias de modernidad cultivadas por la Rep¨²blica, pero superados los a?os m¨¢s oscuros de la dictadura, con la llegada de los tecn¨®cratas y el turismo, en los a?os cincuenta se permitieron ciertas licencias y ensayos. Benidorm fue el conejillo de indias en el que se ensay¨® un modelo urban¨ªstico que reun¨ªa todo lo que hasta ese momento se hab¨ªa rechazado. El pueblo contaba con poco m¨¢s de 3.000 habitantes cuando aprob¨® el primer Plan General de Ordenaci¨®n Urbana (PGOU), que convert¨ªa un n¨²cleo deprimido de marineros y pescadores en una gran ciudad de vacaciones para 100.000 personas. Fue el primer PGOU de la historia, puesto que la Ley del Suelo franquista que contemplaba por primera vez aquella figura administrativa ni siquiera hab¨ªa nacido y no lo har¨ªa hasta ocho meses despu¨¦s. "La ciudad dise?ada en 1956 se convirti¨® en un laboratorio donde poner en practica todo lo que parec¨ªa un sue?o y que hasta entonces el r¨¦gimen hab¨ªa prohibido, desde permitir el uso del bikini hasta levantar el modelo de ciudad de Le Courbusier", explica Juanjo Chiner, investigador del fen¨®meno Benidorm, arquitecto y comisario de la exposici¨®n del 50 aniversario del nacimiento de la ciudad vertical. "Los mismos t¨¦cnicos que trabajaban en el PGOU hac¨ªan la ley del suelo en Madrid. Uno de los comisarios pol¨ªticos que impuso el r¨¦gimen para supervisar los trabajos, el arquitecto Mu?oz Monasterio, hab¨ªa ganado en tiempos de la Rep¨²blica un concurso para transformar radicalmente los alrededores de la Puerta del Sol de Madrid y construir grandes bloques de edificios. Nunca lleg¨® a hacerse", relata Chiner.
Los cerramientos y retranqueos abortaron el modelo de una urbe abierta y ajardinada
Benidorm opt¨® por las torres de apartamentos al gusto de los turistas brit¨¢nicos
Por primera vez una muestra sobre el nacimiento de la ciudad que acoge a la mitad del turismo de la Comunidad Valenciana ofrece una versi¨®n cr¨ªtica y revisionista del modelo urban¨ªstico que la ha hecho famosa. La apertura del aeropuerto de L'Altet en Alicante en 1970 supuso la llegada del turismo de masas brit¨¢nico y la adopci¨®n de un modelo urban¨ªstico de torres con entidad propia al gusto de los ingleses. Este modelo no result¨® atractivo para los visitantes alemanes con mayor poder adquisitivo.
Las deficiencias en el PGOU de Benidorm se muestran a lo largo de la exposici¨®n ubicada en el Aula de la CAM con im¨¢genes de las inundaciones producidas en 1972, cuando todav¨ªa se pretend¨ªa urbanizar el principal barranco de la ciudad y no se hab¨ªa tenido en cuenta la canalizaci¨®n y dotaci¨®n de infraestructuras. Los cerramientos de los retranqueos y plantas bajas por parte de comercios y restaurantes, algo radicalmente opuesto al proyecto, ha provocado el fracaso de la ciudad abierta y ajardinada que se propugnaba.
El ex alcalde Pedro Zaragoza se?alaba recientemente: "A veces lloro cuando paseo y veo en lo que se han convertido algunas calles". El actual primer edil, Manuel P¨¦rez Fenoll, se limit¨® en enorgullecerse en la presentaci¨®n de la exposici¨®n de que "nadie queda indiferente cuando nos visita".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.