Cuando ella tiene uno de esos d¨ªas
El ciclo menstrual modula el 'circuito de la recompensa' que controla el comportamiento
"La tensi¨®n premenstrual (TPM) convierte a las mujeres durante cinco d¨ªas en lo que un hombre suele ser todo el mes", rezaban unas camisetas feministas bastante populares en los primeros noventa. Era una reacci¨®n contra los chistes de la TPM, que son todo un g¨¦nero, pero que suelen hacer mucha menos gracia a las mujeres que a los hombres: el ciclo menstrual altera la probabilidad de caer en comportamientos adictivos, depresiones y otras alteraciones psicol¨®gicas que no son ninguna broma, y una nueva investigaci¨®n aclara hoy por qu¨¦ (PNAS, edici¨®n electr¨®nica).
Karen Faith Berman y Jean-Claude Dreher, del Instituto Nacional de Salud Mental (NIH, Bethesda, EE UU), han examinado la actividad cerebral de 15 mujeres (por resonancia magn¨¦tica funcional, fMRI) mientras hac¨ªan una prueba t¨ªpica para evaluar su sistema de recompensa: la red de dispositivos cerebrales que est¨¢ detr¨¢s de gran parte del comportamiento humano.
Las mujeres son menos 'femeninas' en su respuesta sexual hacia el final del ciclo
Todo lo que nos gusta, nos gusta porque activa ese circuito cerebral. De no ser por el sistema de recompensa, el sexo y la comida no tendr¨ªan el menor atractivo para nadie, como no lo tendr¨ªan las bellas puestas de sol ni los cuadros de Picasso. Todas las drogas son trucos qu¨ªmicos para activar ese circuito sin necesidad de que ocurra nada placentero en el mundo real. Sus diferencias innatas de actividad son responsables de la muy diferente propensi¨®n a las adicciones que muestran unas personas y otras.
En la prueba de Berman y Dreher, las mujeres ten¨ªan que decidir si pon¨ªan su dinero en unas m¨¢quinas tragaperras (las m¨¢quinas eran virtuales, pero el dinero no). La probabilidad de ganar depend¨ªa de la m¨¢quina, y el premio tambi¨¦n (de nada a 20 d¨®lares). Y los cient¨ªficos compararon las pautas de activaci¨®n cerebral de cada mujer en dos momentos del ciclo: las fases folicular y l¨²tea, correspondientes a las dos mitades del ciclo hormonal, antes y despu¨¦s de ovular (v¨¦ase gr¨¢fico).
Los resultados demuestran claramente "una mayor reactividad del sistema de recompensa durante la fase folicular". Y la raz¨®n son los niveles de hormonas. La primera mitad del ciclo est¨¢ dominada por los estr¨®genos, y las mujeres con m¨¢s estr¨®genos son las que muestran m¨¢s activaci¨®n del circuito de recompensa en esa fase. La progesterona, que domina la segunda mitad del ciclo, aminora esa activaci¨®n y cambia su pauta, y tambi¨¦n enrasa las diferencias entre mujeres con m¨¢s o menos estr¨®genos.
"Estos resultados establecen el fundamento neurobiol¨®gico para entender el impacto de las hormonas sexuales sobre la vulnerabilidad a las drogas, las enfermedades neuropsiqui¨¢tricas con distinta expresi¨®n en hombres y mujeres, y los desarreglos hormonales del estado de ¨¢nimo", concluyen los investigadores.
Se sabe, por ejemplo, que las mujeres experimentan una mayor respuesta subjetiva a la coca¨ªna y las anfetaminas durante la primera fase del ciclo que durante la segunda. Otros estudios con pacientes esquizofr¨¦nicos han mostrado que la enfermedad suele aparecer m¨¢s tarde, y con menos gravedad, en las mujeres que en los hombres.
Berman cree entender ahora la causa de ambos fen¨®menos: el nivel de estr¨®genos (y por tanto sus efectos sobre el circuito cerebral de la recompensa) son mayores en la primera mitad del ciclo que en la segunda, y tambi¨¦n son mayores en las mujeres que en los hombres.
Uno de los principales n¨²cleos cerebrales del circuito de la recompensa -la am¨ªgdala, nada que ver con las am¨ªgdalas de la garganta- tiene un papel central en las diferentes respuestas que hombres y mujeres suelen mostrar a los est¨ªmulos sexuales.
"Los hombres muestran una mayor respuesta a los est¨ªmulos sexuales visuales", explica Berman, "mientras que las mujeres retienen unas memorias m¨¢s v¨ªvidas y poderosas de los est¨ªmulos sexuales emocionales (incluidos los repugnantes)". Y la raz¨®n es la am¨ªgdala, que se activa m¨¢s en las mujeres que en los hombres ante un est¨ªmulo sexual emocional o repugnante, pero menos ante un est¨ªmulo visual sexual. Y la raz¨®n de esas diferencias es el nivel de estr¨®genos, que act¨²an directamente sobre la am¨ªgdala para modular su respuesta.
Esto implica que las mujeres son menos femeninas en su respuesta a los est¨ªmulos sexuales durante la segunda mitad del ciclo, lo que viene a dar una parte de raz¨®n a la camiseta feminista de los noventa.
Berman cree que ¨¦sa es la raz¨®n ¨²ltima -la raz¨®n evolutiva- de sus observaciones: "Se piensa que la mayor disponibilidad, receptividad y grado de deseo que puede ocurrir durante el periodo ovulatorio facilita la reproducci¨®n. La activaci¨®n hormonal del circuito de la recompensa antes de la ovulaci¨®n puede modular tanto el comportamiento de aproximaci¨®n como el hed¨®nico y consumatorio".
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