Cinco prioridades frente al cambio clim¨¢tico
El esperado informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Clim¨¢tico de la ONU se presenta ma?ana en Par¨ªs. Los hallazgos son desalentadores. El informe dice que es probable que la temperatura global aumente tres grados en este siglo, un nivel t¨¦rmico que no se ha visto en la Tierra desde la era del Plioceno, hace tres millones de a?os. Los cient¨ªficos advierten que un cambio clim¨¢tico provocado por el hombre de esta magnitud amenaza el futuro del planeta y de la civilizaci¨®n. La pregunta que todo el mundo tiene en mente es qu¨¦ se puede hacer.
Existen cinco pilares que debemos colocar para afrontar el desaf¨ªo del calentamiento global y apuntalar los cimientos de la era posterior a la energ¨ªa del carbono: maximizar el ahorro de energ¨ªa en el consumo de combustibles f¨®siles; reducir las emisiones de gases que provocan el calentamiento global; optimizar la introducci¨®n comercial de energ¨ªas renovables; introducir una tecnolog¨ªa de pilas de combustible de hidr¨®geno para almacenar energ¨ªa renovable, y crear redes inteligentes para distribuir la energ¨ªa por los continentes. Juntos, estos cinco pilares son el marco para una tercera revoluci¨®n industrial.
A corto plazo, el medio m¨¢s r¨¢pido para abordar el calentamiento global es reducir el consumo de combustibles f¨®siles al menos en un 20%, introduciendo nuevas tecnolog¨ªas para ahorrar energ¨ªa y mejores pr¨¢cticas en hogares y empresas.
En segundo lugar, los gobiernos deben imponer l¨ªmites al carbono y establecer un mecanismo aplicable que obligue a reducir de aqu¨ª al 2020 en un 30% (con respecto a los niveles de 1990) las emisiones de CO2 y otros gases que contribuyen al calentamiento global. Y esto es un m¨ªnimo.
En tercer lugar, todos los pa¨ªses poseen un gran potencial de energ¨ªas renovables en forma de energ¨ªa solar, e¨®lica, hidrol¨®gica, geot¨¦rmica, biomasa o energ¨ªa de las olas. Los gobiernos deber¨ªan establecer un par¨¢metro aplicable para la producci¨®n a partir de fuentes energ¨¦ticas renovables de un 33% de la electricidad de cada pa¨ªs y de un 25% de su energ¨ªa total en 2020.
En cuarto lugar, todos los pa¨ªses deber¨ªan asumir un compromiso a largo plazo para realizar la transici¨®n a una era del hidr¨®geno, que es el elemento m¨¢s ligero y abundante del universo, y que, cuando se utiliza como fuente de energ¨ªa, s¨®lo tiene como subproductos el agua pura y el calor. El hidr¨®geno es la ¨²ltima fase que nos llevar¨¢ a una era posterior al carbono.
?Por qu¨¦ el hidr¨®geno? Porque es el mejor medio para almacenar energ¨ªa renovable, tanto para la red el¨¦ctrica como para el transporte. Es importante subrayar que una sociedad de la energ¨ªa renovable es imposible a menos que la energ¨ªa pueda almacenarse en forma de hidr¨®geno. Ello se debe a que la energ¨ªa renovable es intermitente. El sol no brilla siempre, el viento no sopla constantemente, el agua no siempre fluye cuando hay sequ¨ªa, el rendimiento agr¨ªcola var¨ªa. Las pilas de combustible alimentadas con hidr¨®geno ofrecen un medio para almacenar energ¨ªa renovable y garantizar un suministro fiable para la red el¨¦ctrica y el transporte.
En quinto lugar, debemos reconfigurar las redes el¨¦ctricas de cada pa¨ªs. Podr¨ªan utilizarse los mismos principios de dise?o y las mismas tecnolog¨ªas inteligentes que hicieron posible Internet: una red amplia y descentralizada de comunicaci¨®n global para reacondicionar la red el¨¦ctrica de una naci¨®n, lo cual permitir¨ªa a las empresas, los propietarios de viviendas y otros consumir energ¨ªa de manera m¨¢s eficiente, crear m¨¢s facilmente su propia energ¨ªa renovable y revender su excedente el¨¦ctrico a la red.
Algunos analistas del sector energ¨¦tico proponen a?adir a la red una nueva generaci¨®n de centrales el¨¦ctricas de "carb¨®n limpio". El sector afirma que tal vez ser¨ªa posible capturar el di¨®xido de carbono de las centrales de carb¨®n y almacenarlo bajo tierra o en las profundidades del oc¨¦ano. Pero muchos cient¨ªficos sostienen que no es seguro que la tecnolog¨ªa de captura y almacenamiento de carbono sea comercialmente viable en las pr¨®ximas d¨¦cadas.
Otros abogan por un mayor uso de la energ¨ªa nuclear, pero ello aumentar¨ªa enormemente la cantidad de residuos radioactivos peligrosos, plantear¨ªa graves amenazas para la seguridad en una era de terrorismo e incrementar¨ªa en gran medida el coste que contribuyentes y consumidores han de pagar por su energ¨ªa. Aun as¨ª, no podr¨ªan incorporarse a la red centenares de nuevas centrales nucleares hasta 2025 o 2030, tarde para abordar el aumento de emisiones de di¨®xido de carbono.
La creaci¨®n de un r¨¦gimen de energ¨ªa renovable, una tecnolog¨ªa de pilas de combustible de hidr¨®geno y redes el¨¦ctricas inteligentes abre la puerta a una tercera revoluci¨®n industrial y deber¨ªa tener un efecto econ¨®mico multiplicador tan fuerte en el siglo XXI como la introducci¨®n de las tecnolog¨ªas del carb¨®n y el vapor en el siglo XIX, y el petr¨®leo y el motor de combusti¨®n interna en el siglo XX.
Con las primeras pilas de combustible port¨¢tiles, que se prev¨¦ estar¨¢n en el mercado en 2007, los consumidores podr¨¢n cargar sus tel¨¦fonos m¨®viles, ordenadores port¨¢tiles, c¨¢maras digitales, reproductores de Mp3 y PDA entre ocho y trenta y cinco horas con un solo cartucho. Los principales fabricantes de autom¨®viles han invertido miles de millones de euros en el desarrollo de coches, autobuses y camiones que funcionen con hidr¨®geno. Se est¨¢n probando autobuses y camiones alimentados por hidr¨®geno en carreteras de toda Europa, y se espera que los primeros veh¨ªculos producidos en masa lleguen a los salones de exposici¨®n entre 2012 y 2014. California, la sexta econom¨ªa m¨¢s importante del mundo, trabaja activamente por un futuro dominado por el hidr¨®geno, al igual que otras regiones de todo el planeta.
Los combustibles f¨®siles y la energ¨ªa nuclear son energ¨ªas de ¨¦lite que representan el viejo planteamiento verticalista y centralizado para la gesti¨®n de recursos que fue tan representativo de los siglos XIX y XX. Como s¨®lo se encuentran en algunos lugares, el carb¨®n, el petr¨®leo, el gas natural y el uranio han requerido enormes inversiones militares para garantizar su seguridad y unos desembolsos de capital elevados para procesarlos y comercializarlos. El resultado ha sido un desequilibrio cada vez mayor entre quienes poseen y producen energ¨ªa y los que carecen de energ¨ªa en un sentido literal y figurado.
Sin embargo, hay energ¨ªa renovable por toda la Tierra. Es f¨¢cil acceder al caudal solar, a la energ¨ªa e¨®lica, hidrol¨®gica y geot¨¦rmica, a los residuos agr¨ªcolas y forestales... y a la basura municipal en todo el mundo. Si se re¨²ne y almacena en forma de hidr¨®geno y se disemina a trav¨¦s de redes el¨¦ctricas inteligentes, la energ¨ªa renovable tiene potencial para ser compartida de igual a igual y de manera repartida como ahora compartimos informaci¨®n y comunicaci¨®n en Internet. Una econom¨ªa verde y sostenible basada en el hidr¨®geno significa "poder para el pueblo" en el siglo XXI.
Jeremy Rifkin es autor de La econom¨ªa del hidr¨®geno (Paid¨®s).
Traducci¨®n de News Clips.
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