Algo se mueve en el capitalismo catal¨¢n
En alguna ocasi¨®n o¨ª al presidente Jordi Pujol decir que cuando quer¨ªa conocer el tono vital de la econom¨ªa del pa¨ªs no se limitaba a leer las estad¨ªsticas econ¨®micas, sino que llamaba a algunos notarios amigos. Posiblemente ve en estos profesionales una especie de confesores del bienestar material de la ciudadan¨ªa, de sus miedos y esperanzas ante el futuro.
Yo tambi¨¦n recurro a este tipo de fuentes para intentar captar aquellos humores econ¨®micos (los animal spirits de los que hablaba Lord John Maynard Keynes) que dif¨ªcilmente se pueden captar en las estad¨ªsticas econ¨®micas. Para esta actividad antropol¨®gica utilizo tres tipos de fuentes: notarios, taxistas y banqueros.
Entre los primeros, abuso de la confianza de mi buen amigo Juanjo Burniol, exponente de esa gran tradici¨®n espa?ola de notarios ilustrados. Una hora de conversaci¨®n con ¨¦l me permite comprender lo que no conseguir¨ªa leyendo una docena de textos sobre la econom¨ªa catalana.
Una nueva cultura empresarial est¨¢ intentando combinar lo bueno del modelo tradicional con las oportunidades que ofrece el actual 'boom' de la financiaci¨®n a bajo coste
El rasgo que mejor define la conducta empresarial catalana es el santo temor al endeudamiento. Quiz¨¢ por eso el oficio de banquero no ha tenido mucho recorrido en Catalu?a.
Los taxistas son tambi¨¦n una fuente extraordinaria de informaci¨®n sobre el estado de ¨¢nimo y la cuenta de explotaci¨®n de la peque?a y mediana empresa. Es m¨¢s, a los analistas de coyuntura les exigir¨ªa que hiciesen pr¨¢cticas de taxista al menos un mes al a?o.
Tambi¨¦n procuro cultivar la relaci¨®n con los banqueros, no para oler el aroma a dinero que desprenden, sino porque sus despachos son, como en el caso de los notarios, un lugar privilegiado para otear el tono vital de los emprendedores. Por eso, todos los a?os por estas fechas acostumbro a tener una cena larga con uno de ellos.
Recuerdo que hace dos a?os le pregunt¨¦ c¨®mo iba la econom¨ªa empresarial del pa¨ªs. Lac¨®nico, pero expresivo, me contest¨® que lo que existe funciona bien y sin problemas, pero que se carec¨ªa de nuevos proyectos. Era otra forma de decir que el capitalismo tradicional catal¨¢n no estaba sabiendo aprovechar la espectacular fase de prosperidad que est¨¢ viviendo la econom¨ªa espa?ola. S¨®lo La Caixa, como expresi¨®n del nuevo capitalismo corporativo catal¨¢n, est¨¢ entrando en nuevos proyectos empresariales aprovechando su propia capacidad de financiaci¨®n.
Tengo la impresi¨®n, sin embargo, de que algo ha comenzado a moverse en este lago de aguas estancadas de la empresa catalana. Pero antes de identificar las se?ales del cambio, conviene preguntarse por qu¨¦ motivo la burgues¨ªa catalana ha sido tan remisa a aprovechar esta ola de prosperidad econ¨®mica y empresarial.
El rasgo que mejor define la conducta empresarial del capitalismo familiar catal¨¢n tradicional es el santo temor al endeudamiento. Quiz¨¢ por eso el oficio de banquero no ha tenido mucho recorrido en Catalu?a. Los empresarios catalanes tradicionales utilizan los bancos para poco m¨¢s que descontar letras comerciales de los clientes. Las inversiones para el crecimiento se financian con fondos propios, o no se hacen. As¨ª se mantiene el control total de la empresa en manos de la familia.
Santo temor al endeudamiento y control familiar del negocio constituyen a¨²n hoy los dos rasgos que mejor definen la cultura empresarial del capitalismo familiar catal¨¢n. De ah¨ª las escasas empresas catalanas que cotizan en Bolsa. Y de ah¨ª tambi¨¦n el melanc¨®lico empe?o de tener una Bolsa de valores en Catalu?a.
Como sucede en otros muchos aspectos de la vida de las personas y de las organizaciones, la cultura (entendida como el conjunto de valores, actitudes y conductas que practica una persona o un colectivo) que en una ¨¦poca sirvi¨® para lograr el ¨¦xito acostumbra despu¨¦s a convertirse en una r¨¦mora para enfrentarse a los nuevos cambios.
En este caso, el cambio econ¨®mico viene caracterizado por la globalizaci¨®n, la nueva econom¨ªa y el big bang que ha experimentado la financiaci¨®n con bajos tipos de inter¨¦s como consecuencia de la afluencia de capital que existe en la econom¨ªa mundial.
La cultura del santo temor al endeudamiento y el miedo a perder el control ha hecho que muchas familias empresariales prefieran ser cabeza de rat¨®n que exponerse a convertirse en cola de le¨®n.
Pero comienzan a verse se?ales de cambio. La familia Lara (Grupo Planeta) es probablemente un buen ejemplo de esta nueva cultura empresarial catalana que est¨¢ emergiendo. A trav¨¦s de Hemisferio, una sociedad de inversi¨®n patrimonial, ha entrado en negocios de la nueva econom¨ªa, como los medios de comunicaci¨®n (Antena 3, La Raz¨®n y Avui), el transporte a¨¦reo (Vueling) y la banca. Tambi¨¦n otras familias representativas del capitalismo tradicional catal¨¢n, como los Carulla (Grupo Agrolimen-Gallina Blanca) est¨¢ comenzando a expandir sus actividades hacia nuevos negocios relacionados la nueva econom¨ªa, como el transporte a¨¦reo (Clickair) y la publicidad (Odeco).
La estrategia parece similar. Por un lado, blindar el negocio madre y mantenerlo fuera del riesgo del endeudamiento excesivo. Por otro, crear nuevas sociedades de inversi¨®n para entrar en nuevos proyectos, aprovechando para ello las facilidades que la abundancia de capital permite para obtener financiaci¨®n en grandes cantidades a bajo coste.
El cambio no se limita a Barcelona. Hay vida m¨¢s all¨¢ de la sierra de Collserola. Un ejemplo es la trayectoria de cambio y expansi¨®n seguida por el Banco Sabadell -de la mano de su presidente Joan Oli¨² y su consejero delegado, Juan Mar¨ªa Nin-, que han conseguido transformar un banco local y casi familiar en un entidad financiera moderna, capaz de buscar recursos a la Bolsa y dar entrada a nuevos inversores para poder comprar, sin problemas, bancos en Espa?a y fortalecer una proyecci¨®n internacional creciente.
Estos casos son ejemplos de una nueva cultura empresarial que, despu¨¦s de un periodo de inacci¨®n, est¨¢ intentando combinar lo bueno del modelo tradicional catal¨¢n con las oportunidades que ofrece el actual boom de la financiaci¨®n a bajo coste, al permitir entrar en nuevos negocios apalanc¨¢ndose en el endeudamiento externo.
Mi impresi¨®n es que algo comienza a moverse en el capitalismo catal¨¢n y que una nueva cultura empresarial de menor aversi¨®n al endeudamiento y al riesgo est¨¢ emergiendo en el pa¨ªs. Estos d¨ªas cenar¨¦ de nuevo con mi amigo banquero y le preguntar¨¦ si ¨¦l tiene la misma impresi¨®n.
Ant¨®n Costas es catedr¨¢tico de Pol¨ªtica Econ¨®mica de la UB.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.