Global, mundial, internacional
La "excepci¨®n" francesa la llama "mundializaci¨®n". Mi propia formaci¨®n -o deformaci¨®n- la llama "internacionalizaci¨®n", pero todos o casi todos la llaman "globalizaci¨®n" y la presentan no s¨®lo como signo, sino novedad de nuestro tiempo.
Signo quiz¨¢, pero novedad no. Por lo menos en la "modernidad" (otro apelativo a discusi¨®n) dos globalizaciones preceden a la actual. La globalizaci¨®n de los siglos XV a XVI: Col¨®n y Am¨¦rica, Magallanes y la vuelta al mundo. Y la revoluci¨®n global de la industria en los siglos XIX y XX. En ambos casos, el hecho reclam¨® el derecho. La Conquista de Am¨¦rica, la legislaci¨®n de Indias. Y la revoluci¨®n industrial, la legislaci¨®n del trabajo.
Que el hecho y el derecho nunca coincidieran por completo, resulta evidente. Que sin el derecho el hecho se habr¨ªa impuesto sin l¨ªmites sociales y humanos, tambi¨¦n.
Como soy lego en asuntos econ¨®micos, leo cotidianamente el gran peri¨®dico brit¨¢nico The Financial Times para estar al tanto de lo que ignoro. Hace unas semanas, el excelente analista Martin Wolf disecaba (por as¨ª decirlo) las perspectivas de la econom¨ªa global en 2007, a partir de esta pregunta: ?A qu¨¦ grado es sostenible la din¨¢mica de la econom¨ªa mundial? ?sta creci¨® en los pasados cinco a?os m¨¢s que en cualquier quinquenio posterior a la II Guerra Mundial. Las econom¨ªas desarrolladas registraron un crecimiento promedio del 3%. Las de China y la India, del 7%. La Am¨¦rica Latina, como de costumbre, sigui¨® sumando crecimiento con injusticia.
Wolf considera que son cuatro los motores de la globalizaci¨®n: la innovaci¨®n tecnol¨®gica, el colapso de los precios para reunir, analizar y transmitir informaci¨®n; el ingreso a la econom¨ªa de "la vasta mayor¨ªa del g¨¦nero humano" que vive en el sureste asi¨¢tico; y la integraci¨®n de los mercados mundiales de bienes, servicios y capitales. Hemos entrado a un mundo de "estabilidad monetaria" basada en factores de voluntad e inteligencia y ya no, como antes, de materias primas. Altas ganancias, crecimiento r¨¢pido, fiscalidad y comercio, disminuyen los riesgos al grado de que una crisis ser¨ªa de corto t¨¦rmino, liberando una "correcci¨®n" casi inmediata.
Por desgracia, analiza Wolf, el mundo padece de un gigantesco exceso de ahorro por encima de la inversi¨®n, Alemania y Jap¨®n ya no invierten tanto como ayer, China y Asia ahorran mucho y los pa¨ªses exportadores de petr¨®leo gastan menos. El resultado es un "desequilibrio global": EE UU ha absorbido las tres cuartas partes del ahorro excedente del mundo y el mundo industrializado ha relajado sus pol¨ªticas monetarias.
Pero semejante "liquidez", argumenta el articulista, pronostica correctivos dolorosos. EE UU s¨®lo crecer¨¢n este a?o a raz¨®n del 2% y las econom¨ªas emergentes se divorciar¨¢n a¨²n m¨¢s de las desarrolladas, para preguntarse: ?qu¨¦ tan plausible es la tesis de la din¨¢mica subyacente?
Ello depende, seg¨²n The Financial Times, de dos cuestiones importantes. La primera es contener la inflaci¨®n. La segunda es mantener la globalizaci¨®n. La primera parece hoy resuelta. En cambio, la segunda aumenta movimientos hacia el proteccionismo y la percepci¨®n creciente de que la globalizaci¨®n no favorece a las mayor¨ªas.
Y es que la econom¨ªa puede ser global, pero la pol¨ªtica es local, y las pol¨ªticas que sostienen la globalizaci¨®n son fr¨¢giles. EE UU se encamina, opina Wolf, al peor desastre militar "en toda su historia". Un ataque a Ir¨¢n ser¨ªa catastr¨®fico. Corea del Norte le pinta al mundo violines nucleares. Los poderes relativos de la religi¨®n y la pol¨ªtica isl¨¢micos se encuentran en plena agitaci¨®n.
The Financial Times concluye que por todo ello, el futuro de la globalizaci¨®n depender¨¢ de la inteligencia pol¨ªtica -"una materia prima, como siempre, de oferta temerosamente reducida", indica Wolf.
Y nuestra Am¨¦rica Latina, de nuevo en "el furg¨®n de cola" que le asignase Alfonso Reyes, siempre aplazando la reforma fiscal, favoreciendo a sus plutocracias y desesperando a sus mayor¨ªas, hoy por hoy, mayoritariamente apegadas a procedimientos democr¨¢ticos. ?Hasta cu¨¢ndo?
La respuesta mayor acaso se encuentre, m¨¢s que en la globalizaci¨®n o en la mundializaci¨®n, en la internacionalizaci¨®n que le aporta a la realidad una legalidad tanto interna como externa.
Carlos Fuentes es escritor mexicano.
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