La memoria sirve para la reconciliaci¨®n
Ser¨ªa deseable que la calidad del debate sobre la memoria en Espa?a se fuera aproximando a la claridad y al rigor intelectual que ha alcanzado en otros pa¨ªses. En efecto, existe una confusi¨®n acerca del lugar que la memoria deber¨ªa ocupar en la superaci¨®n de nuestro pasado marcado por la Guerra Civil y la dictadura. La memoria tiene una sola funci¨®n primordial y ¨¦sta es la de unir a nuestra sociedad en la defensa y el amor por los valores democr¨¢ticos, por la libertad y por el respeto mutuo. La memoria no s¨®lo no es simplemente individual, puesto que somos seres sociales e hist¨®ricos y nuestras memorias privadas est¨¢n en gran parte conformadas por realidades mancomunadas, sino que, adem¨¢s, cualquier memoria personal est¨¢ sujeta a un contexto m¨¢s amplio que le da sentido.
Dicho de otro modo, nunca se recuerda por recordar: se recuerda por algo y para algo. Es por ello que la memoria en su ejercicio deber¨ªa ser "ejemplar", y esto significa, lo ha explicado bien Todorov, que uno no busca venganza ni autojustificaci¨®n, sino aprender una lecci¨®n que pueda ponerse al servicio del bien com¨²n de los valores humanos. Esto exige tiempo y un cierto grado de madurez. Alemania hizo su examen de conciencia y la memoria que guarda de su tr¨¢gico pasado es la de una colectiva condena del fascismo. Napolitano, el presidente de la Rep¨²blica italiana, ha insistido una y otra vez en que Italia busque su identidad colectiva en la resistencia antifascista. Espa?a, tarde o temprano, tendr¨¢ que reconciliarse con su pasado y esto s¨®lo puede pasar por la creaci¨®n de una memoria colectiva a partir de unos valores ¨¦ticos comunes. Hasta que llegue el momento en que a todos los j¨®venes espa?oles les repugnen por igual la ruptura violenta de las reglas democr¨¢ticas y el descenso a lo m¨¢s vil del ser humano que representa cualquier dictadura, sea del signo que sea, o lo que es lo mismo, hasta que ninguno de ellos defienda el golpe de Estado de Franco y la subsiguiente dictadura sin tratar de justificar ni lo uno ni lo otro, hasta que ese momento llegue, a la sociedad espa?ola le quedar¨¢ pendiente la asignatura m¨¢s importante: la de la educaci¨®n de sus j¨®venes basada en una memoria compartida civil y humana.
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