La tragedia inacabada de los Kennedy
Una cinta revela el retraso en la b¨²squeda de John John tras caer su avioneta
Su cad¨¢ver fue encontrado entre un amasijo de hierros en el lecho marino de las fr¨ªas aguas cercanas a la isla de Martha's Vineyard, frente a la costa de Massachusetts, hace ya cerca de ocho a?os. Pero su muerte a los 38 a?os no hizo m¨¢s que agrandar la leyenda del ¨²nico hijo var¨®n del asesinado presidente John F. Kennedy. Sobre la dinast¨ªa m¨¢s famosa de Estados Unidos aparecen de cuando en cuando nuevas revelaciones y cuando parece que la fascinaci¨®n y la obsesi¨®n de los estadounidenses con un clan que colocan al mismo nivel que las grandes familias reales europeas se diluye, es entonces cuando surge un nuevo dato. Si Estados Unidos tuviera a Shakespeare, habr¨ªa escrito la historia de los Kennedy. El apellido encierra ambici¨®n, riqueza, poder, sexo, amor y muerte... Y ayer habr¨ªa a?adido una apostilla al cap¨ªtulo del tr¨¢gico accidente mortal de John-John una noche de julio de 1999 cuando su avioneta se hundi¨® en el mar.
Un empleado pregunt¨® por la avioneta cuatro horas antes de que se iniciase el rescate
El Departamento de Transporte de EE UU difund¨ªa ayer una transcripci¨®n de parte de la conversaci¨®n que, en la noche de la muerte de Kennedy, mantuvieron Adam Budd y el centro de llamadas de los Servicios A¨¦reos de la Administraci¨®n Federal de Aviaci¨®n. A sus 21 a?os, Budd compaginaba sus estudios con un trabajo de asistente en la rampa de aterrizaje del aeropuerto de Martha's Vineyard.
La noche del 16 de julio de 1999, Budd recib¨ªa una visita inesperada: una pareja se le acerc¨® y le comunic¨® que estaban all¨ª para recibir a la cu?ada de Kennedy, Lauren, de 34 a?os, que viajaba en la avioneta que luego result¨® siniestrada junto a su hermana y esposa de John-John, Carolyn Bessette, de 33 a?os. Le pidieron que comprobara si el vuelo iba a tardar mucho en aterrizar. Se supon¨ªa que Kennedy iba a hacer una parada all¨ª y luego seguir ruta hasta Hyannis, para asistir a la boda de su prima Rory Kennedy, hija de Robert Bobby Kennedy, asesinado en 1968.
Titubeante, sin saber muy bien c¨®mo actuar, Budd llam¨® a la torre de control, donde le comentaron que no se esperaba la llegada de la avioneta de Kennedy. Un rato m¨¢s tarde, exactamente a las 22.05, el joven Budd llamaba a la Administraci¨®n Federal de Aviaci¨®n en Bridgeport, Connecticut. De acuerdo con los datos posteriores de la investigaci¨®n, hac¨ªa 25 minutos que la avioneta se hab¨ªa estrellado.
La cinta se ha hecho p¨²blica invocando la Ley de Libertad de Informaci¨®n. Parte de la conversaci¨®n de Budd con la Administraci¨®n Federal de Aviaci¨®n la public¨® de forma no autorizada en 1999 el Boston Globe. Pero nunca se confirm¨®. Ahora se ha revelado parte, s¨®lo parte, de esa conversaci¨®n, y se ha podido escuchar en la cadena de televisi¨®n de Boston WFXT TV.
?stas son las frases que avivar¨¢n un caso que nunca acaba de cerrarse.
Budd: "Me preguntaba si podr¨ªan localizar una avioneta".
Desde la Administraci¨®n Federal de Aviaci¨®n se respondi¨®: "?Qui¨¦n es usted?"
"Trabajo en el aeropuerto", respondi¨® Budd, inseguro, sin llegar a decir desde qu¨¦ aeropuerto llamaba.
"Kennedy Jr. est¨¢ a bordo. Est¨¢... quieren saber... d¨®nde est¨¢".
"No damos esa informaci¨®n a trav¨¦s del tel¨¦fono".
"De acuerdo. Si es demasiado problema, pues... les dir¨¦ que esperen, no es... tampoco... muy importante".
Ya con los cad¨¢veres de los tres pasajeros recuperados, cuando EE UU contemplaba c¨®mo la tragedia se cebaba otra vez sobre los Kennedy, Budd declar¨® que la persona con la que habl¨® no fue demasiado "cooperativa". Lo que est¨¢ sobre la mesa es que Budd alert¨® en su justo momento a la Administraci¨®n, pero ¨¦sta no organiz¨® la b¨²squeda hasta cuatro horas despu¨¦s del accidente, cuando recibi¨® una llamada oficial de los Kennedy.
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