Un 'duro' con malas pulgas toma las riendas de Justicia
Mariano Fern¨¢ndez Bermejo afrontar¨¢ la renovaci¨®n del Poder Judicial
Mariano Fern¨¢ndez Bermejo siempre ha sido un hombre de car¨¢cter. En Arenas de San Pedro (?vila), donde naci¨® en 1948, fue conocido por sus virtudes futbol¨ªsticas y por una lesi¨®n cr¨®nica en la rodilla que le obligaba a demostrar su desapego al dolor f¨ªsico en cada partido. El problema le ocasionaba habitualmente dislocaciones, pero ¨¦l no se amilanaba. En pleno partido, se volv¨ªa a colocar los huesos en su sitio para continuar jugando. Era centrocampista del Deportivo Arenas y "lo hac¨ªa muy bien", seg¨²n recuerda un viejo amigo de la familia que acud¨ªa a los partidos.
Su abuelo, un notable matem¨¢tico, fue un represaliado del franquismo que levant¨® en Arenas de San Pedro el Colegio del Carmen, donde estudi¨® medio pueblo. Emiliano Bermejo, Don Emiliano, ten¨ªa, seg¨²n cuentan los que conocen a los que le conocieron, "muy malas pulgas", algo que su nieto ha heredado.
Bermejo se considera de izquierdas, y el PP le tacha de radical, ultra y sectario
Gobern¨® la fiscal¨ªa de Madrid con mano de hierro y orden¨® detener a Mariano Rubio
El padre del nuevo ministro, Mariano Fern¨¢ndez, estuvo vinculado al mundo empresarial de la provincia y regent¨® dos gasolineras en el municipio. Muri¨® hace un a?o.
Tiene cuatro hermanos (dos hombres y dos mujeres) y de joven form¨® parte del grupo musical Los Cirros, con el que lleg¨® a actuar en televisi¨®n e incluso a editar dos discos. Uno de ellos, titulado El altruista, es recordado todav¨ªa en Arenas de San Pedro.
Su nombramiento para sustituir a Juan Fernando L¨®pez Aguilar se atribuye al ¨¢mbito de influencia de la vicepresidenta Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega, con quien comparti¨® tareas en el Ministerio de Justicia entre 1986 y 1988, como asesor en materia de terrorismo del entonces ministro Fernando Ledesma.
De aquel equipo de Ledesma tambi¨¦n form¨® parte el fiscal Juan Jos¨¦ Mart¨ªnez Zato, hoy jubilado, que compartir¨ªa despu¨¦s con ¨¦l persecuciones y represalias en la etapa del PP, con Jes¨²s Cardenal al frente de la Fiscal¨ªa y ?ngel Acebes y Jos¨¦ Mar¨ªa Michavila instalados en el Ministerio de Justicia. Zato, que le conoce bien, concede que el nuevo ministro tiene "un car¨¢cter fuerte".
El car¨¢cter es su principal rasgo de identidad, y quiz¨¢ el que m¨¢s ha pesado, con los tiempos que corren, a la hora de decidir su nombramiento. Sus partidarios, y sus muchos m¨¢s numerosos detractores, coinciden en este punto: "Es complicado, de trato dif¨ªcil y muy soberbio. Es fr¨ªo, no pierde los estribos, pero tiene genio y lo saca", afirma un fiscal del Supremo. "Tendr¨¢ que contenerse, tener calma y no entrar al trapo", agrega Zato. Destacados dirigentes del PP le dedicaban ayer calificativos m¨¢s resonantes: "ultra", "radical" o "sectario".
Sus amigos prefieren subrayar sus rasgos m¨¢s positivos: "Toca muy bien el piano, es un acreditad¨ªsimo cazador, que hace kil¨®metros detr¨¢s de su perro, tirando a las perdices". No todos coinciden en su acierto como forofo y socio del Real Madrid, pero como jurista reconocen que es un gran conocedor del Derecho y como profesional, "muy competente".
Tras su paso por Justicia en la etapa de Ledesma, Fern¨¢ndez Bermejo pas¨® al Tribunal Supremo y posteriormente accedi¨® a la jefatura de la fiscal¨ªa de Madrid, en julio de 1992, a propuesta del entonces fiscal general Eligio Hern¨¢ndez. La propuesta cont¨® con la oposici¨®n en bloque del Consejo Fiscal, que no le dio ni un solo voto. Pese a ello fue nombrado y gobern¨® con mano de hierro a los m¨¢s de centenar y medio de fiscales de la complicada fiscal¨ªa de Madrid. En 1998 tampoco logr¨® ser nombrado para la jefatura de la Audiencia Nacional.
De aquella etapa, su actuaci¨®n m¨¢s pol¨¦mica fue la detenci¨®n fulminante y con profusi¨®n de parafernalia informativa del ex gobernador del Banco de Espa?a Mariano Rubio y el ex s¨ªndico de la Bolsa de Madrid Manuel de la Concha, justificada por Bermejo ante el "clamor social" contra ambos por delitos contra la Hacienda p¨²blica, por el caso Ibercorp.
El acceso al poder del Partido Popular en 1996 marca el despegue de Fern¨¢ndez Bermejo como opositor destacado al partido en el gobierno dentro de la Fiscal¨ªa. Para entonces, ya se declaraba abiertamente "de izquierdas y progresista".
En enero de 1999, Mariano Fern¨¢ndez Bermejo se empe?¨®, como fiscal jefe de Madrid, en garantizar la atenci¨®n sanitaria gratuita para los hijos de inmigrantes irregulares que viv¨ªan en la Comunidad de Madrid. La salud de 12 ni?os suramericanos, africanos y centroeuropeos afincados en Madrid corr¨ªa entonces grave riesgo, seg¨²n los m¨¦dicos, debido a la negativa del Insalud a prestarles asistencia por ser hijos de inmigrantes ilegales. Fern¨¢ndez Bermejo envi¨® un escrito de reclamaci¨®n previa al Insalud, en el que anunciaba que denunciar¨ªa al organismo sanitario si persist¨ªa en lo que el entonces fiscal consideraba una clara "vulneraci¨®n del derecho fundamental a la salud del menor". Tres semanas despu¨¦s, el entonces ministro de Trabajo, Manuel Pimentel, se comprometi¨® a entregar una tarjeta sanitaria especial a todos los menores de 18 a?os sin papeles.
Con Jes¨²s Cardenal en la Fiscal¨ªa, Fern¨¢ndez Bermejo comparti¨® broncas, represalias y persecuciones con el fiscal jefe Anticorrupci¨®n, Carlos Jim¨¦nez Villarejo, y el jefe la Inspecci¨®n, Juan Jos¨¦ Mart¨ªnez Zato.
En 2003, el enfrentamiento lleg¨® hasta el extremo de que Michavila acus¨® directamente a Bermejo de ser un "fiscal en rebeld¨ªa", que har¨ªa "todo lo posible" porque fallase la agenda inform¨¢tica de los juicios r¨¢pidos, que se estrenaba entonces, en respuesta a que el fiscal jefe hab¨ªa tildado la ley de "parche, fraude, innecesaria e irreal". Fern¨¢ndez Bermejo, en una arriesgada maniobra, demand¨® al ministro ante los tribunales. Un intento de mediaci¨®n fracas¨® ante la exigencia por parte de Bermejo de que el ministro le pidiese excusas "p¨²blicamente". Michavila compareci¨® ante el Supremo, pero Bermejo perdi¨® la demanda. No s¨®lo eso: los juicios r¨¢pidos han venido funcionando sin problemas desde entonces.
A partir de ah¨ª se recrudecieron las hostilidades. Zato recibi¨® ¨®rdenes de expedientar a Fern¨¢ndez Bermejo por la supuesta filtraci¨®n de una querella a la prensa. Abri¨® unas diligencias y trat¨® de archivarlas, pero Cardenal se lo impidi¨® y le orden¨® abrir expediente. Zato se neg¨®, pero el expediente lo abrir¨ªa su sustituto. Michavila, entretanto, dise?¨® una reforma parcial del Estatuto que limitaba el mandato de los fiscales jefes a cinco a?os. Los que ya los hubiesen cumplido tendr¨ªan que ser renovados. De un plumazo, liquid¨® a los tres disidentes: Bermejo no fue renovado al frente de la Fiscal¨ªa de Madrid, Villarejo dej¨® la carrera fiscal tras no ser renovado en Anticorrupci¨®n y Zato fue forzado a dejar la Inspecci¨®n y a pedir una fiscal¨ªa vac¨ªa de contenido.
Bermejo pronunci¨® entonces una de las frases que m¨¢s se le recuerdan estos d¨ªas. Tras considerarse un "represaliado ideol¨®gico" manifest¨®: "Hemos luchado contra los padres y ahora nos toca luchar contra los hijos". Acebes lo rememoraba ayer: "Lleva la Guerra Civil en sus declaraciones".
Con la llegada del PSOE al poder en 2004, el expediente fue archivado y Fern¨¢ndez Bermejo promovido a fiscal jefe de la Sala de lo Contencioso del Tribunal Supremo, la m¨¢xima categor¨ªa de la carrera fiscal. Desde entonces ha permanecido "algo perdido" en el Supremo, y, hasta ayer, olvidado y sin ninguna relevancia p¨²blica.
Fuentes fiscales aseguran que Moncloa quiere sobre todo un "negociador duro" para la renovaci¨®n del Consejo General del Poder Judicial, y que Fern¨¢ndez Bermejo conoce a la perfecci¨®n todo el entramado administrativo del Ministerio para conseguir forzar su renovaci¨®n. "Ha estado en el Ministerio y sabe que para su funcionamiento diario el Consejo tiene l¨ªneas atacables", a?aden. Un negociador duro, con buena formaci¨®n jur¨ªdica, que suele rodearse de un pu?ado de incondicionales y en el que el PP ve un mal enemigo y "la quiebra del gobierno del talante".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.