La vigencia de un mito

Tres d¨¦cadas despu¨¦s de su aparici¨®n se reedita este libro de entrevistas con Pasionaria firmado por Jaime Camino, un cineasta preocupado por la memoria hist¨®rica. Se trata de un testimonio de primera mano para conocer a una dirigente que alcanz¨® fama mundial.

A los 83 a?os, en Mosc¨², en marzo de 1977, a pocos meses de regresar de un largu¨ªsimo exilio, Dolores Ib¨¢rruri, Pasionaria, concede una entrevista a fondo al cineasta Jaime Camino para incluirla en un libro. Tres d¨¦cadas despu¨¦s, Camino se decide a reeditar el texto y cabe preguntarse qu¨¦ sentido tiene hoy publicar una entrevista con Pasionaria (Gallarta, Vizcaya, 1895-Madrid, 1989). Alejada ya su imagen de sectarismos, contemplada con perspectiva hist¨®rica, Pasionaria mantiene ese car¨¢cter de mito que a ella siempre le incomod¨®. A su pesar fue una mujer-s¨ªmbolo, el prototipo de la luchadora social. Fiel a la ortodoxia comunista durante mucho tiempo, en su vejez intent¨® adaptarse como pudo a unos vientos de renovaci¨®n en busca de un socialismo democr¨¢tico, unos cambios que derivaron en la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn en 1989, que ella ya no contempl¨®.

Ahora bien, ?qu¨¦ rasgos de car¨¢cter y de formaci¨®n se escond¨ªan detr¨¢s de su personalidad austera que convirtieron a aquella hija y esposa de mineros vascos de comienzos del siglo XX en una dirigente universal? Sin duda alguna y a la vista de aquella entrevista de Camino hay que concluir que se trataba de una mujer con una fuerza especial que decidi¨® entregar su vida en favor de esas clases trabajadoras de las que hab¨ªa surgido. Fue el sentimiento arraigado de rebelarse contra una sociedad injusta lo que aup¨® a Dolores Ib¨¢rruri hasta aquella defensa de Madrid en 1936 subrayada con el "no pasar¨¢n" o con el "m¨¢s vale morir de pie que vivir de rodillas".

De la lectura del libro se deduce que muchas cosas se han transformado en el mundo y en Espa?a desde la d¨¦cada de los setenta, pero algunas opiniones de Pasionaria sirven ejemplarmente para comprender una ¨¦poca. As¨ª pues, ¨¦sta ser¨ªa la primera raz¨®n para reeditar estas Conversaciones en Mosc¨². El segundo motivo apuntar¨ªa al desconocimiento profundo que las nuevas generaciones tienen de personajes como la Ib¨¢rruri.

Y en esta l¨ªnea resulta muy ilustrativo que la dirigente comunista se mostrara en su ancianidad, a punto de regresar a Espa?a, partidaria de la reconciliaci¨®n entre espa?oles, algo que no est¨¢ re?ido en absoluto con la recuperaci¨®n de la memoria hist¨®rica. No se trata s¨®lo del justo derecho de enterrar a los muertos, sino de conocer nuestro pasado para no repetir los errores.