El dolor irrumpe en palacio
Do?a Letizia ha sido princesa y hermana en los dram¨¢ticos d¨ªas tras la muerte de ?rika
![M¨¢bel Galaz](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F9fb7935a-d0d6-4653-96cc-433d03356ee9.jpg?auth=a1e4f80c29c09bdfd4a864e995cbc94f2ca7f8bb52c0564638955d6e411ce6c9&width=100&height=100&smart=true)
"Gracias a todas las personas que se han sentido apenadas por la muerte de mi hermana peque?a", musit¨® la princesa Letizia entre sollozos. Esta frase entrecortada por la emoci¨®n y el dolor respond¨ªa a su condici¨®n de hermana y Princesa. Como miembro de la familia real agradec¨ªa las muestras de condolencia recibidas, a la vez que mostraba su dolor por la p¨¦rdida de su hermana "peque?a". Y es que Letizia siempre ha actuado como protectora de ?rika, la m¨¢s sensible y vulnerable de las Ortiz Rocasolano, la que vio m¨¢s transformada su vida por el matrimonio de los pr¨ªncipes de Asturias.
Desde que en el oto?o de 2003 se hiciera oficial el compromiso de Letizia Ortiz con el Pr¨ªncipe se han escrutado al mil¨ªmetro todas las apariciones p¨²blicas que la Princesa ha hecho. Que si se hab¨ªa saltado el protocolo, que si hab¨ªa mandado callar a don Felipe, que si su vestuario no era el adecuado, que si sus embarazos la ten¨ªan demasiado apartada del trabajo y, en definitiva, que si iba a ser capaz de desempe?ar su trabajo. Ella, conocedora de la expectaci¨®n que levantaba all¨¢ por donde iba, se convirti¨® en un personaje r¨ªgido, carente de naturalidad, obsesionada por no cometer un error.
La menor de las Ortiz Rocasolano estaba triste y adelgaz¨® mucho en los ¨²ltimos meses
Do?a Letizia acudi¨® a la que fue su casa alertada por sus padres de la tr¨¢gica noticia
A las puertas del tanatorio donde se encontraban los restos mortales de su hermana, de 31 a?os, Letizia rompi¨® con esa imagen de frialdad. Hasta los m¨¢s cr¨ªticos aseguran que en este dif¨ªcil momento supo conjugar el papel de princesa y hermana. Sus l¨¢grimas conmovieron y abrieron las puertas a los sentimientos. Ahora las princesas tambi¨¦n lloran.
La primera vez que se vio en publico a ?rika con la familia real fue en el palacio del Pardo durante la petici¨®n de mano de do?a Letizia y don Felipe. A ella, pero m¨¢s a¨²n a su entonces pareja, Antonio Vigo, se les not¨® especialmente agobiados por su nueva situaci¨®n. Ese d¨ªa, la Casa del Rey no confirm¨® si la pareja estaba casada, ni cu¨¢l eran los trabajos que desempe?aban. Desde que lleg¨® Letizia Ortiz a La Zarzuela siempre se ha intentado separar la vida de su familia de la familia real, dejando en un ¨¢mbito totalmente privado estas cuestiones.
Pero una cosa es el protocolo y otra la vida de la calle. ?rika, pese a todo, vio c¨®mo de repente los fot¨®grafos la persegu¨ªan cuando iba a recoger a su hija, Carla, al colegio, c¨®mo se escrutaba sobre la vida laboral de ella y de su pareja, y c¨®mo se cuestionaba si iban a ser capaces de dar la talla.
Los amigos de ?rika aseguran que desde que se hizo oficial la nueva condici¨®n de su hermana mayor su gran obsesi¨®n fue no hacer nada que pudiera perjudicarla. La preocupaci¨®n de Letizia ha sido tambi¨¦n que su familia pudiera seguir su vida con la mayor normalidad posible.
Letizia, seg¨²n explican sus m¨¢s ¨ªntimos, no sufre ning¨²n encierro en La Zarzuela. Desde el momento en que se mud¨® all¨ª, siendo todav¨ªa novia de don Felipe, instal¨® la costumbre de no perder contacto con su familia y amigos. El tel¨¦fono m¨®vil es su aliado. "Siempre tiene tiempo para una llamada, aunque sea r¨¢pida, o para un SMS", cuenta una amiga. "Est¨¢ al tanto de lo que nos pasa. Y nos pide opini¨®n sobre algunas cosas. Le preocupa, por ejemplo, c¨®mo la ve la gente. Si se la conoce o si se tiene una imagen distorsionada de ella".
Entre sus llamadas diarias est¨¢n las que Letizia hace a su familia, en especial a sus padres y hermanas. Con Telma la comunicaci¨®n resulta m¨¢s dif¨ªcil porque vive lejos de Espa?a trabajando en tareas de cooperaci¨®n internacional. Adem¨¢s, la mediana de las hermanas Ortiz Rocasolano es una mujer fuerte, independiente, uno de los pilares m¨¢s s¨®lidos de la familia, algo que no ocurr¨ªa con ?rika, m¨¢s sensible, m¨¢s vulnerable, m¨¢s expuesta a los avatares diarios. El destino quiso, adem¨¢s, que ?rika fuera la m¨¢s asequible para la prensa. Era quien viv¨ªa en Madrid, quien pisaba la calle, quien ten¨ªa una ni?a, quien se separ¨® y comenz¨® otra nueva relaci¨®n sentimental.
?rika, aconsejada por su familia, se instal¨® en el piso que do?a Letizia ten¨ªa de soltera en el barrio de Valdebernardo. Era la primera vez que viv¨ªa sola. Cuando su padre, Jes¨²s Ortiz, se vino a Madrid desde Asturias lo hizo con Letizia y Telma; ella se qued¨® con su abuela Menchu del Valle y su t¨ªa Henar. Divorciados sus padres, las tres hermanas pasaron al cuidado de Paloma Rocasolano. Incluso cuando se qued¨® embarazada, ella y su pareja se instalaron en casa de su madre. As¨ª que en 2005, a punto de cumplir 30 a?os, ?rika emprend¨ªa sola una nueva vida separada del padre de su hija, comenzaba una nueva tarea profesional en Globomedia y una relaci¨®n con el c¨¢mara Roberto Garc¨ªa.
De todos los cambios estaba pendiente la familia. Era frecuente ver a Paloma Rocasolano echar una mano a su hija en las idas y venidas al colegio de Carla. Tambi¨¦n descubrir a la ni?a con su padre. O ver a caballo por el campo asturiano a Jes¨²s Ortiz con la peque?a de sus hijas. Y siempre al fondo, la llamada de la Princesa, que en los ¨²ltimos a?os convirti¨® a su hermana menor tambi¨¦n en su mejor amiga. Ella fue una de las primeras en saber de la relaci¨®n con don Felipe. "Estoy feliz por ellos, est¨¢n tan enamorados", asegur¨® nada m¨¢s hacerse oficial la relaci¨®n.
Ella, en cambio, no era feliz. Desde hace meses sufr¨ªa estr¨¦s y ansiedad, por lo que se encontraba en tratamiento m¨¦dico con ansiol¨ªticos. En las pasadas Navidades pidi¨® la baja en la productora Globomedia en la que trabajaba como decoradora de programas; regres¨® hace unos d¨ªas sin encontrarse a¨²n bien.
Ahora que ?rika ha muerto por la ingesti¨®n de f¨¢rmacos hay voces que aseguran que su aspecto en los ¨²ltimos meses se hab¨ªa deteriorado, que estaba muy delgada, "no pesaba ni 50 kilos", y que se la ve¨ªa triste, muy triste. Sus compa?eros de Globomedia celebraron su regreso al trabajo porque "en la empresa era muy querida por todos, intentaba ser una m¨¢s, nunca hablaba de su hermana y era una buena profesional", ha contado uno de ellos. El pasado viernes pidi¨® dos d¨ªas para resolver unos "asuntos personales". Nadie sospechaba qu¨¦ asuntos. Ten¨ªa que regresar el mi¨¦rcoles, pero nunca lleg¨®.
A media ma?ana de ese d¨ªa, su novio, Roberto, la encontr¨® en la cama de su dormitorio. El Samur recibi¨® una llamada de auxilio requiriendo que acudiera a un domicilio de la calle Ladera de los Almendros, en Valdebernardo. Una unidad del servicio de urgencias del Ayuntamiento de Madrid acudi¨® al lugar, pero no lleg¨® a actuar, seg¨²n fuentes municipales, posiblemente al comprobar que ?rika ya estaba muerta. Seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n, llevaba sin vida unas 12 horas. La inspecci¨®n ocular de la polic¨ªa permiti¨® localizar en un cubo de basura un envase de un f¨¢rmaco. La autopsia determin¨® que el ¨®bito fue consecuencia de la ingesti¨®n de f¨¢rmacos. La fallecida, adem¨¢s, dej¨® cinco cartas a sus familiares antes de poner en pr¨¢ctica su dram¨¢tica decisi¨®n de quitarse la vida. Esa ma?ana, Letizia se acerc¨® a la que fue su casa, alertada por sus padres de la fatal noticia. Lo hizo sin que nadie la viera y se march¨® antes de que llegara la juez de Instrucci¨®n n¨²mero 12, encargada del caso.
La Princesa, como toda la familia, se pregunta estos d¨ªas qu¨¦ m¨¢s pudo hacer para ayudar a su hermana a superar la tristeza que la invad¨ªa. Para ella la noticia es a¨²n m¨¢s dolorosa porque est¨¢ embarazada de seis meses. Y, adem¨¢s, porque en estos d¨ªas ha tenido que conjugar a la vez el papel de hermana y princesa.
La familia real, desde que lleg¨® Letizia a la vida del Pr¨ªncipe, ha vivido situaciones inusuales. Don Felipe se cas¨® con una divorciada, periodista, hija de divorciados y perteneciente a una familia normal y corriente, como tantas otras. Los Reyes de Espa?a, sus hijas y los esposos de ¨¦stas han estado en estos momentos al lado de Letizia como una pi?a. Y, por si hab¨ªa alguna duda sobre las relaciones de la Princesa con sus cu?adas, ah¨ª est¨¢n los abrazos que compartieron y las l¨¢grimas que I?aki Urdangar¨ªn derram¨® durante el responso. Probablemente, en la familia real habr¨¢ sus m¨¢s y sus menos, pero ante el dolor se aparcan las diferencias. As¨ª es desde la llegada de Letizia a La Zarzuela, porque ella ha tra¨ªdo a los Borbones la vida en estado puro.
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