Chirac y los vikingos

No es cuesti¨®n de disputarle a Jacques Chirac, presidente de la Rep¨²blica Francesa, el hecho de que los vikingos llegaran a Am¨¦rica siglos antes que Col¨®n. Lo que sorprende es que, pese a reclamarse de una "visi¨®n general del mundo", Chirac d¨¦ pruebas de total falta de visi¨®n hist¨®rica. Pues en el caso de los vikingos no se trat¨® de ning¨²n descubrimiento, t¨¦rmino hoy pol¨ªticamente incorrecto por corresponder a la visi¨®n de un solo lado. Lo hist¨®rico de aquellos n¨®rdicos es que su llegada al continente americano no los cambi¨® ni a ellos ni a los habitantes de aquellas tierras. No hubo lo que hoy llamar¨ªamos choque de civilizaciones, ni transformaci¨®n hist¨®rica.

Chirac, en un libro de confidencias de despedida del cargo al periodista Pierre P¨¦an, se?ala que no siente admiraci¨®n "por esas hordas que fueron a Am¨¦rica a destruirla", un pensamiento que ya tuvo en 1992, aunque entonces su antecesor en el El¨ªseo, Fran?ois Mitterrand s¨ª fue a la Expo del Quinto Centenario en Sevilla a celebrar el D¨ªa de Francia

Le pese o no a Chirac, aquel encuentro entre dos mundos fue un paso decisivo en el proceso que ahora se llama globalizaci¨®n. Afortunadamente los espa?oles no tuvieron "la elegancia" que Chirac atribuye a los vikingos "de destruirse a s¨ª mismos", sino que Am¨¦rica les aport¨® mucho, y viceversa, aunque hoy lamentemos la violencia y la imposici¨®n cultural.

Probablemente cuando vuelvan la vista atr¨¢s los franceses estimar¨¢n que el de Chirac s¨ª que "no fue un gran momento hist¨®rico", como ¨¦l cree que no lo fue el de Col¨®n en un libro que no es un ajuste de cuentas con la historia, sino expresi¨®n de la m¨¢s baja pol¨ªtica, en la que su juicio sobre los vikingos parece lo de menos.