Palabritas de oro
Espa?a se abre desde hace apenas cuatro a?os a la arraigada costumbre anglosajona del conferenciante. Lejos de ser una moda, las conferencias constituyen un mercado muy definido y desarrollado en Estados Unidos desde hace casi 100 a?os, y m¨¢s de 20 a?os en el Reino Unido.
La contrataci¨®n de conferenciantes profesionales por parte de las empresas espa?olas es todav¨ªa parcial, aunque en franco crecimiento. Las organizaciones celebran reuniones que son demasiado importantes como para que las arruine la mala selecci¨®n de un ponente.
Contar con un conferenciante de primer nivel es condici¨®n indispensable para asegurar el ¨¦xito de una convenci¨®n, una reuni¨®n de clientes VIP, una reuni¨®n del comit¨¦ de direcci¨®n... ?Por qu¨¦? Porque s¨®lo un profesional ser¨¢ capaz de adaptar su charla a los objetivos de la empresa contratante, emitiendo los mensajes que previamente ha consensuado con la empresa organizadora. Tan importante es cuidar el continente (iluminaci¨®n, catering, escenario...) como el contenido (intervenciones).
La contrataci¨®n de conferenciantes profesionales en Espa?a est¨¢ en fase de desarrollo creciente
Por otro lado, recurrir a un profesional nos asegura un alto est¨¢ndar de calidad. Cuando hablamos de calidad no nos referimos a dominar un tema y saber comunicar (al alcance de muchos), sino a ser un verdadero experto, maestro de la oratoria y, lo que marca realmente la diferencia, tener la "flexibilidad mental" necesaria para adaptar su ponencia (tanto en el fondo como en el aspecto formal) en funci¨®n de las circunstancias.
Contratar a un conferenciante profesional no se limita a pagar por un "servicio" del que antes se dispon¨ªa gratuitamente. La empresa que paga puede, y debe, exigir resultados. En definitiva, contar con un conferenciante profesional genera un retorno de la inversi¨®n y asegura el ¨¦xito del evento.
Los conferenciantes profesionales pertenecen, salvo pocas excepciones, a agencias especializadas. Unas organizaciones cuyo principal activo es el asesoramiento que brindan a sus clientes. Seleccionar al ponente que mejor se adapta a un determinado evento no es tarea f¨¢cil, ¨¦sa es la raz¨®n por la que existen. Son muchas las variables a considerar: filosof¨ªa de la empresa organizadora, objetivo del evento, perfil del p¨²blico...
Adem¨¢s, si el cliente lo desea, estas agencias se encargan de toda la log¨ªstica que rodea a la conferencia (viajes, alojamiento...). Y todo ello sin que el contratante tenga que desembolsar ni un euro m¨¢s porque, como agentes que son, cobran directamente de sus representados.
Un conferenciante debe reunir las siguientes caracter¨ªsticas: 1. Know-how: ser experto en un determinado sector del conocimiento. 2. Carisma: ganarse el derecho a estar delante de la audiencia. 3. Capacidad de comunicar: transmitir razonamientos complejos de forma sencilla.
Muchos l¨ªderes pol¨ªticos se ajustan a ese perfil y, tras muchos a?os de exposici¨®n en los medios, algunos han sido capaces de desarrollar una marca personal trascendiendo una determinada filiaci¨®n pol¨ªtica (sirva de ejemplo Rudolph Giuliani, convertido en icono de la democracia tras el 11-S).
Pero no s¨®lo es una cuesti¨®n de ego, las exorbitantes cifras que se manejan en el mercado norteamericano (entre los 50.000 y los 250.000 d¨®lares por intervenci¨®n) son el mejor de los incentivos.
Bill Clinton, el citado Rudolph Giuliani, Colin Powell, Alan Greenspan y Kofi Annan son los m¨¢s demandados a nivel internacional y les siguen, de lejos, l¨ªderes europeos, como John Major, Helmut K?hl o Mijail Gorbachov. Si ex presidentes espa?oles como Felipe Gonz¨¢lez o Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar no gozan de mayor predicamento a nivel internacional (a excepci¨®n de Latinoam¨¦rica) se debe, sobre todo, a su manejo poco fluido de la lengua inglesa, la verdadera asignatura pendiente de nuestros pol¨ªticos.
Daniel Romero-Abreu es director general de Thinking Heads.
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