Alicante exige a una mujer el permiso de su marido para censarse

No s¨®lo tuvo que soportar el secular calvario de la burocracia espa?ola de acudir una y otra vez al mismo negociado para cumplimentar un tr¨¢mite tan simple como empadronarse, sino que, adem¨¢s, el funcionario no autoriz¨® el expediente hasta contar con la "conformidad" de su marido. Esta fue la ins¨®lita experiencia de Mar¨ªa Jos¨¦ Mi?ana, una mujer de 63 a?os, que a finales de enero acudi¨® a la oficina del padr¨®n municipal de Alicante para darse de alta. Mar¨ªa Jos¨¦ vive en una casa de su propiedad y su marido, seg¨²n refleja la escritura del inmueble. Pese a todo el funcionario del censo le se?al¨® que era necesario la autorizaci¨®n del marido.

"El primer d¨ªa, me informaron sobre la documentaci¨®n necesaria. El segundo, la llev¨¦ pero me pidieron fotocopias. Y el tercero, lo m¨¢s ins¨®lito: el funcionario me dijo que era necesaria la firma de conformidad de mi marido, aunque aport¨¦ la escritura, el libro de familia y la cartilla de la Seguridad Social", relata.

La mujer subraya el tinte de marginaci¨®n por su condici¨®n de sexo que encierra la decisi¨®n del padr¨®n municipal. "La casa es m¨ªa y de mi marido. No s¨¦ por qu¨¦ tengo que contar con su permiso para empadronarme. Esto refleja lo poco que hemos avanzado en la carrera por la igualdad", concluye.

Antonio Arcos, director de la oficina, asegur¨® ayer que en la documentaci¨®n que present¨® la mujer "no acredit¨® que era la propietaria y, por lo tanto, era necesaria la autorizaci¨®n del titular".