El Villarreal remonta en el ¨²ltimo suspiro a un digno Mallorca

Cuando las gradas comenzaban a despoblarse, el Villarreal, en el caos, encontr¨® la luz. Fuentes, un central rudo, se hizo con un bal¨®n suelto en el ¨¢rea que convirti¨® en gol, cuando faltaban dos minutos para el final. As¨ª es el Villarreal actual. Un equipo que tiene que apelar a la ¨¦pica para poder vencer a un Mallorca que tiene dos caras: por largos momentos resulta atractivo, dirigido por Ibagaza y, por instantes, infantil y c¨¢ndido.

Las urgencias traen prisas y, ¨¦stas, precipitaci¨®n. A Villarreal y Mallorca, agobiados por el l¨ªo en que se han metido, no les cab¨ªa otra propuesta que la b¨²squeda de la victoria. El Villarreal ya no luce y convierte a cualquier rival en un Goliat. Lo demostr¨® el Mallorca que s¨®lo fue peor que el conjunto castellonense en las ¨¢reas. Gregorio Manzano anunci¨® una propuesta ofensiva para poner en aprietos a un rival atacado de los nervios y demasiado elegante para objetivos proletarios. En la pr¨¢ctica, sin embargo, el conjunto balear s¨®lo dispuso de un delantero, si por tal se entiende al venezolano Arango. Sin un referente al uso, sin un delantero cl¨¢sico, el Mallorca daba m¨¢s sensaci¨®n de peligro debido a la capacidad de llegada de su segunda l¨ªnea. Por el contrario, Pellegrini dispuso de dos delanteros puros, Tomasson y Forl¨¢n, reputados goleadores. La acumulaci¨®n de hombres en ataque no garantiza el gol, entre otras cosas si no hay nadie que administre el esf¨¦rico.

El Mallorca ten¨ªa claro su cometido. Con Ibagaza de administrador de la finca, el equipo se hizo con el mando del partido durante la primera media hora, en la que aturdi¨® a su contrincante. No le tumb¨® a pesar de adelantarse en el marcador en un c¨®rner rematado por Pereyra que retrat¨® a Barbosa en el juego a¨¦reo. El arquero argentino ech¨® por tierra su actuaci¨®n ante el Zaragoza la jornada anterior. En el descanso se qued¨® en el vestuario por un golpe. En una acci¨®n aislada de Mat¨ªas Fern¨¢ndez, Tomasson establec¨ªa el empate. El dan¨¦s, como buen delantero, se encontraba en el sitio oportuno en el momento adecuado. Al igual que Fuentes a punto de caer el tel¨®n. Esa es tambi¨¦n una virtud por la cual se paga dinero. El Villarreal puede permit¨ªrselo y el Mallorca tiene que invent¨¢rselas. Por eso, sus ratos de galanter¨ªa con la victoria quedaron en nada ante un Villarreal confundido que hall¨® fortuna en sus limitados recursos actuales.